“La cárcel fortaleció la imagen de Lula”: Frei Betto

Según el fraile y escritor, uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores, los tiempos que vienen para Brasil son inciertos. “La derecha se agrupa agresivamente, incluso con los militares”, advierte.

Jesús Mesa
07 de mayo de 2018 - 02:00 a. m.
El escritor aseguró que el futuro político de Brasil es incierto en este momento. / AF
El escritor aseguró que el futuro político de Brasil es incierto en este momento. / AF
Foto: EFE - Alejandro Bolivar
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Frei Betto estuvo con Luiz Inacio Lula da Silva el día en que las autoridades lo metieron preso por primera vez en 1980. Amigo y compañero político del expresidente de Brasil, el fraile dominico que luchó contra la dictadura en su país y encabezó el programa contra el hambre de Lula da Silva, también lo acompañó el 7 marzo de este año, horas antes de que el político más reconocido de la región se entregara a las autoridades para comenzar a cumplir una condena de doce años por corrupción y lavado de dinero. Betto le cuenta a El Espectador cómo ha sido el primer mes del líder izquierdista tras las rejas.

Usted acompañó a Lula antes de que fuera encarcelado. ¿Cuál era el ánimo del exmandatario antes de su entrega a las autoridades?

A Lula lo despertaron ese día en la sede del sindicato de los metalúrgicos de San Bernardo do Campo. Estaba tranquilo, a diferencia de la primera vez que lo llevaron preso, en 1980. En ese momento yo dormía en su casa y él me avisó que la policía había venido a buscarlo. La diferencia es que hoy Lula sabía que sería arrestado, pero no tuvo el tiempo que quería para transformar su condena, técnicamente común, en una cuestión política. Algo que terminó consiguiendo gracias a las grandes movilizaciones populares que vinieron después de su aprehensión.

Es la segunda vez que acompaña a Lula en las horas previas a ser arrestado, como sucedió cuando era sindicalista en 1980. ¿Cómo ha sido la reacción de Lula en ambas ocasiones? ¿Lo vio más inquieto ahora?

Lula estaba mucho más tranquilo que en la época de la dictadura militar en 1980. Él sabía que iban a venir tarde o temprano a llevárselo.

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A su juicio, ¿la orden del juez Sérgio Moro de encarcelarlo fortalece o debilita la imagen de Lula?

La fortalece porque lo victimizó y hay una fuerte repercusión nacional e internacional. Mandela estuvo preso por 27 años y salió como un héroe para luego ser presidente de Sudáfrica.

Un mes después de su encarcelamiento, ¿qué opinión tiene usted de la justicia brasileña y de las actuaciones del juez Moro?

Todos estamos a favor de un duro combate contra la corrupción. Pero el juez Moro politizó su actuación en una clara persecución al Partido de los Trabajadores (PT). La justicia brasileña sigue alcanzando selectivamente a algunos empresarios y políticos y es indiferente a las estructuras injustas, a los derechos de los pobres y excluidos.

¿Por qué se dice que el establecimiento y el gobierno de Michel Temer le temen a Lula?

Porque la mayoría del pueblo brasileño está dispuesta a elegirlo presidente por tercera vez. Y esta vez no habrá lugar para los que apoyan al gobierno golpista de Temer.

Han pasado 15 años desde que Lula fue presidente. ¿Está en riesgo su legado?

Temer destruyó con increíble rapidez el legado de Lula y Dilma. Un ejemplo de ello fue la reforma laboral, que nos hizo retroceder 80 años de conquistas de derechos de los trabajadores.

¿Cómo visualiza el futuro de Brasil? ¿Le preocupa la polarización que ha dejado en evidencia el caso de Lula?

El futuro de Brasil es muy incierto. Tenemos que garantizar las elecciones de octubre de este año y el derecho de Lula a ser candidato. Pero la derecha se agrupa agresivamente, incluso con los militares. Entonces es incierto.

(Lea: A Lula se le olvidó que en la política no se tienen amigos)

En caso de que Lula no sea candidato, ¿qué opciones tiene el PT para alcanzar la victoria en las elecciones?

No soy militante del partido, pero he oído que, en lugar de Lula, el PT pondría a Fernando Haddad o Jaques Wagner.

¿Cuál es el futuro inmediato de la izquierda brasileña y del Partido de los Trabajadores con su líder en prisión?

La izquierda se reorganiza a través de otros movimientos sociales articulados en el Frente Pueblo Sin Miedo y en el Frente Brasil Popular. Y pues, además de Lula, concurren en las elecciones presidenciales otros dos candidatos: Guillermo Boulos, del PSOL, y Manuela Dávila, del PCdoB. ¡Tenemos que guardar el pesimismo para días mejores!

Por Jesús Mesa

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