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El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cumplió esta semana una de sus promesas de campaña y anunció la instalación de una comisión de investigación para esclarecer el sonado caso de 43 estudiantes desaparecidos en 2014, conocido como Ayotzinapa.
El izquierdista, ampliamente conocido por sus iniciales como AMLO, ha prometido una ruptura con el pasado, y la inició con una nueva investigación de un caso que es una de las manchas más oscuras del gobierno de su antecesor Enrique Peña Nieto.
"Con la firma de este acuerdo iniciamos el proceso de búsqueda de los jóvenes de Ayotzinapa. Ese fue nuestro compromiso y estamos empezando a cumplir nuestra palabra", dijo López Obrador tras firmar el decreto que crea la comisión investigadora.
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"Espero que pronto conozcamos la verdad, se haga justicia y se ponga un ejemplo para que nunca más se violen derechos humanos en nuestro país", agregó.
Según la hipótesis que manejó la fiscalía bajo Peña Nieto, los 43 estudiantes de la escuela de Ayotzinapa para maestros rurales estaban en Iguala, en el sureño estado de Guerrero, apoderándose de autobuses para sus movilizaciones políticas cuando fueron baleados y detenidos por pistoleros y policías locales.
Los uniformados corruptos los habrían entregado a narcotraficantes, quienes los habrían asesinado para luego incinerar sus cuerpos y arrojar las cenizas a un río.
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Sin embargo, el gobierno de Peña Nieto fue fustigado por la Defensoría del Pueblo de México -que lo acusó de difundir información falsa o parcial del caso-, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la ONU y otras organizaciones de derechos humanos.
La nueva comisión se conformará formalmente en 30 días hábiles y estará integrada por los padres de los estudiantes y miembros del gobierno, así como expertos y técnicos profesionales.
Retomará las investigaciones y recomendaciones emitidas por el ombudsman y otros organismos, según informó el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas.
"Todo el gobierno va a ayudar en este propósito y les aseguro que no habrá impunidad, ni en este caso tan triste ni en ningún otro", añadió López Obrador.
"Gánese la confianza de todos los mexicanos, como usted ve, ya no confiamos en nadie, pero tenemos un poco de esperanza en que usted como ser humano sea más ser humano", le dijo María Martínez, madre del estudiante Miguel Hernández, a López Obrador.
"Es bien difícil sentarse a la mesa y ver que hay una silla vacía", continuó Martínez.