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A partir de este jueves, los ojos del mundo se posarán sobre Canadá cuando Justin Trudeau cumpla una de sus principales (y más polémicas) promesas electorales: legalizar la marihuana recreativa en todo el país. Una apuesta que, dicen los canadienses, tendrá enormes consecuencias.
Una vez el Senado vote la Ley C-45, propuesta por Trudeau, será cuestión de días para que Canadá pase de la prohibición a ser uno de los mercados de cannabis más abiertos y, quizás, más lucrativos del mundo. Sería también la primera nación del G7 (el grupo de los países más industrializados: Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña y Japón) donde la marihuana será totalmente legal. Los cambios están programados para entrar en vigencia el día nacional de Canadá, el 1º de julio de 2018.
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¿Qué es lo que cambia?
Desde hace varios años los canadienses tienen acceso al cannabis terapéutico, mediante un sistema de salud que se convirtió en referencia mundial. Sin embargo, todavía existen leyes muy estrictas. De hecho, acceder a la hierba medicinal tiene varios requisitos: los pacientes deben estar registrados, contar con una receta médica y conseguir la droga por correo comprándosela a un productor autorizado por el Gobierno.
Trudeau ha defendido su propuesta desde el enfoque de la reducción de daños. Afirmó en The Huffington Post que “los adolescentes canadienses tienen acceso más fácil a la marihuana que al alcohol. Con una oferta de cannabis regulada de forma segura, los riesgos sanitarios en la preparación del producto se reducen”.
Cada país en el mundo que ha debatido la relajación de las leyes del cannabis tiene una prioridad: desde generar ingresos hasta desalentar a los carteles de la droga. “En Canadá, el énfasis ha estado en gran medida en la salud pública. La marihuana se venderá en envases bastante simples y generalmente a través de juntas administradas por el Gobierno que ya controlan las ventas de licores”, explica el periódico inglés The Guardian.
“No será como comprar cerveza o productos alcohólicos de marca”, dijo Steve Rolles de Transform, un grupo de expertos en políticas de drogas del Reino Unido. “Va a ser más como comprar productos farmacéuticos de un químico”.
¿En qué consiste la nueva ley y por qué es señalada como una de las más avanzadas? Propone reducir las penas para adultos por posesión de menos de 30 gramos de cannabis y establece la edad mínima para el acceso a la hierba en 18 años (estaba en 21 y en algunas provincias en 25). La venta y la regulación serán manejadas por el Gobierno a través de dispensarios con licencia estatal similar a la forma en que se vende el alcohol.
“Independientemente de las diferencias regionales (podrán modificar la edad mínima), se tendrán que cumplir estrictas normativas en cuanto a espacios y localizaciones, publicidad y empaquetado de los productos. También se permitirá que los ciudadanos canadienses cultiven hasta cuatro plantas en casa”, explica el diario The Globe and Mail. El diputado Bill Blair, exjefe de la Policía de Toronto, explicó que “nos hemos concentrado totalmente en cómo reducir los daños sociales y de salud asociados con el cannabis en su producción, distribución y consumo”.
Blair añadió que el gobierno canadiense estudió durante más de un año las experiencias de otras jurisdicciones que han legalizado el consumo de marihuana, como Colorado en Estados Unidos.
De acuerdo con analistas, esta nueva ley provocará un auge en el número de tiendas que venden marihuana. La consultora Deloitte dice que esto supondrá un gran negocio, “que generará más de 23.000 millones de dólares”. Canadá se convertirá en pionero en el cultivo de la hierba. Hasta ahora sólo hay un caso parecido: Uruguay, que legalizó la marihuana y creó un sistema de farmacias de cannabis, pero mucho más restrictivo. “La legalización del cannabis comercial en Canadá a nivel nacional es nueva. Envía una señal muy importante desde un país que manejaba el tema de forma muy restrictiva”, señaló Mark Ware, experto canadiense. Un mensaje importante para Estados Unidos y otros países que tienen muchos más temores sobre la legalización.
Aunque según explica The New York Times, los detalles de la legalización recaen en las provincias, lo cierto es que en lugares como Alberta, por ejemplo, el cannabis recreativo estará disponible en más de 200 expendios privados, mientras que en Ontario será cuidadosamente comisariada en sólo 40 tiendas estatales.
La mayoría de las otras provincias son una combinación de estos dos enfoques. En Terranova y Labrador, la hierba se podrá adquirir en tiendas oficiales. “Pocos de los dispensarios de marihuana que se han aprovechado de los vacíos legales sobrevivirán”, señala The New York Times.
Pero hay críticos. La consultora Deloitte dice que “la legalización causará un aumento del consumo de cannabis del 35 %”. Gran parte de ese incremento procederá de individuos de entre 35 y 54 años que en la actualidad no consumen marihuana y que lo harán de forma ocasional, predice el documento.
Los datos del informe son fruto de una encuesta elaborada entre el 6 y el 20 de marzo pasado con entrevistas a 1.500 adultos del país. El estudio calcula en 7.000 millones de dólares canadienses (US$5.390 millones) el valor del mercado del cannabis en el país una vez el consumo de marihuana sea legalizado.
Un asunto delicado para las autoridades canadienses es el precio: que sea suficientemente bajo como para erradicar las ventas ilícitas, aunque no tanto como para atraer a nuevos usuarios. El ministro de Finanzas, Bill Morneau, dijo que el objetivo es “mantener el cannabis fuera de las manos de los niños y fuera del mercado negro, y mantener impuestos bajos para salir de los criminales en el sistema”.
“Una señal de éxito será si Canadá no sólo desalienta las ventas clandestinas, sino que convierte a los vendedores ilícitos al nuevo sistema”, dijo Tim Boekhout van Solinge, criminólogo holandés.
Los especialistas calculan que el precio por gramo de la marihuana legal será 10 centavos más que el de la marihuana ilegal. El cambio se ve tan atractivo para la industria que los titanes del negocio se reunirán este fin de semana en Brunswick para discutir cómo comercializar su producto en un mercado legal y competitivo. El Congreso Mundial del Cannabis reunirá a 450 empresas y comenzará el domingo en Saint John, la capital provincial.
“Debido a que Canadá está yendo hacia un mercado recreativo legal antes que otros sitios en el planeta, somos vistos como líderes mundiales. El resto del mundo está interesado en lo que está ocurriendo aquí”, dice Dereck Reidle, editor de la revista Civilized, dedicada al tema de la marihuana.
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