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La presencia de Ivanka Trump, hija del presidente estadounidense Donald Trump, en la cumbre de los países pertenecientes al G20 habría pasado desapercibida de no ser por una breve grabación de 19 segundos que hoy le da la vuelta al mundo. En el video se ve a la heredera del mandatario sonriente, tratando de integrarse en una conversación privada entre varios líderes mundiales, entre ellos el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la por ahora primera ministra de Reino Unido, Theresa May, y la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Ninguno de ellos parecía cómodo con su intervención —la cual fue ignorada—, al igual que muchos senadores estadounidenses y expertos que desde su país criticaron la escena.
“Puede ser chocante para algunos, pero ser la hija de alguien en realidad no es una cualificación profesional. Nos duele nuestra posición diplomática”, dijo la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, quien agregó que Estados Unidos necesita que su presidente trabaje en el G20 con diplomáticos calificados.
El intento de Ivanka Trump de integrarse sin éxito en una conversación de líderes mundiales fue recibido en internet con las burlas de quienes creen que no está a la altura de una “conversación en la mesa de adultos”. La Casa Blanca quiso responder a las críticas llevando el debate hacia el feminismo. “Es triste, pero no escandaloso, que los que odian a Ivanka eligen atacar cuando ella promueve los esfuerzos de Estados Unidos para empoderar a las mujeres a través de alianzas estratégicas con líderes mundiales”, dijo Jessica Ditto, subdirectora de comunicaciones de la Casa Blanca. Pero la verdad es que este debate no se da porque Ivanka sea mujer, sino porque, pese a toda la confianza que Donald Trump tiene en ella, no cuenta con las calificaciones necesarias para representar a su país en la delegación diplomática.
“Ivanka no está en el Consejo de Seguridad Nacional, no es una asesora en los temas que se están discutiendo, por lo tanto, su presencia socava el aspecto profesional de la delegación de Trump, tanto en otros países como a los profesionales de seguridad nacional en la administración Trump”, explicó Michal McFaul, antiguo embajador de EE. UU. en Rusia, a The New York Times. La razón de que esté ahí, según expertos como Aaron Rupar, del portal Vox, es que Trump está convirtiendo la Casa Blanca en “un asunto de familia” al integrar a sus familiares en los círculos más internos del gobierno. Esto podría ser catalogado como nepotismo y debería ser castigado.
Si bien la ley antinepotismo de 1967 prohíbe que la familia del presidente ocupe cargos federales, Trump nombró a su hija, que no contaba con experiencia para cargos en el gobierno, y al esposo de esta, Jared Kushner, como asesores de la Casa Blanca poco después de su posesión en el cargo. Para esquivar los problemas legales que estos nombramientos le podrían traer, Trump aseguró que ninguno de ellos cobraría un salario por sus servicios, por lo que no podrían considerarse puestos oficiales, aunque los dos ocupen oficinas en la Casa Blanca.
Así, desde 2017, la presencia de la pareja Kushner-Trump en Estados Unidos ha ido en ascenso. Durante el primer año del gobierno Trump, altos cargos de su gabinete, como el exsecretario de Estado Rex Tillerson o el exjefe de gabinete John Kelly, trataron de contener la influencia de la pareja. “Uno de los retos con los que creo que todo el mundo tuvo, o ha tenido, que aprender a lidiar fue el papel, la situación insólita, respecto al yerno del presidente y su hija siendo parte del equipo asesor de la Casa Blanca”, dijo Tillerson, quien agregó que esto es “inusual”. Pero los intentos de los funcionarios no tuvieron éxito.
No solo crecieron las participaciones de la pareja en eventos, así como sus relaciones con políticos y empresarios, también aumentaron sus consejos al presidente. “Desde la toma de posesión de Trump, Ivanka ha recibido crédito, de forma anónima, por alentar al presidente a lanzar ataques de represalia contra Siria por el uso de armas químicas y por recortar su política de separar a las familias migrantes en la frontera de Estados Unidos con México”, asegura Anthony Zurcher, corresponsal de BBC en Estados Unidos.
Para el exsecretario de Estado, uno de los asuntos más problemáticos respecto a Kushner fue su implicación en temas de política en Oriente Medio, especialmente en lo relativo a Arabia Saudita, dados los lazos personales que tiene con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán. Según Tillerson, Kushner planeó una estrategia global para las relaciones entre EE. UU. y Riad, que contemplaba la venta de armas y una hoja de ruta para los lazos bilaterales, de la que tuvo conocimiento el exsecretario de Estado en la parte final del proceso y de la que, según la CNN, parecía que el responsable no tenía muchos datos. Las relaciones de Kushner con Arabia Saudita han sido motivo de controversia, no solo por las acusaciones de que ha utilizado medios como Whatsapp para tratar asuntos oficiales, sino que también se ha aprovechado de su posición para impulsar negocios personales en ese país.
Otra sorpresa fue cuando Trump encargó a su yerno de buscar una solución entre israelíes y palestinos. La semana pasada, Kushner propuso una iniciativa, bautizada “De la paz a la prosperidad” y la presentó como “la oportunidad del siglo” para los palestinos, golpeados por una crisis económica crónica.
Conocido por su cercanía con Israel, Kushner advirtió a los palestinos, que la aceptación de este plan es una condición previa a todo acuerdo de paz, que está en la cuerda floja desde que Trump trasladó la embajada de EE. UU. a Jerusalén.
Expertos advierten que la decisión de Trump de poner a los miembros de su familia en los frentes de su gobierno es negativa para el país. “Espero que los estadounidenses no olviden lo extravagante que es tener a la hija de un presidente trabajando en la Casa Blanca, yendo a cumbres bilaterales con otros líderes y haciendo declaraciones sin contenido”, criticó el experto en política exterior Michael McFaul, embajador en Rusia con Obama. El papel de Ivanka Trump ha sido tan visible que incluso se especuló que podría ser la nueva embajadora del país ante las Naciones Unidas o propuesta como jefa del Banco Mundial. Otros sectores apuntan a que la joven empresaria sea candidata a la Presidencia en las elecciones de 2024.
“Parece que para el resto del mundo tenemos una monarquía constitucional. Es cada vez más problemático en términos de nuestra credibilidad. Esto les dice a nuestros aliados y a todos con quienes hacemos negocios que las únicas personas que importan son Trump y sus familiares”, agregó Christopher R. Hill, exembajador de Estados Unidos en Corea del Sur, a The Washington Post.
A Trump poco parecen importarle las críticas sobre el protagonismo de su hija o de su yerno. La pareja Kushner-Trump ha salido de las sombras y cada vez tiene más poder. El jefe interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, ha adoptado un enfoque diferente tratando de empoderar a la pareja: “La cartera en constante expansión de Kushner incluye desde la supervisión de las negociaciones que la Casa Blanca espera que conduzcan a la paz en Oriente Medio hasta la modernización del gobierno federal, mientras Ivanka maneja las iniciativas de empoderamiento de las mujeres en todo el mundo y, al parecer, la diplomacia”, escribe Aaron Rupar, reportero de Vox. “Es posible que el presidente no siempre haga lo que ellos le recomiendan, pero siempre parece escucharlos. Este tipo de poder informal va más allá del que ejercen la mayoría de sus asesores presidenciales”, concluye Zurcher.