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Pese a la polarización e incertidumbre que atraviesa Estados Unidos al no conocer aún quién será el presidente de la nación, varias victorias se asomaron para la comunidad LGBT. Una de ellas: El número de legisladores abiertamente transgénero en el país casi se duplicó, pasó de cuatro a siete.
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Con todo y esto aún queda un largo camino para garantizar una mejor representación política que podría ser fundamental a la hora de mantener algunos de sus derechos ganados con tanto esfuerzo. Aquí le contamos por qué.
Triunfos
Arranquemos por las buenas noticias. Al menos 1,006 candidatos LGBT se postularon para cargos públicos en estas elecciones, lo que representa un aumento del 41 % respecto a las elecciones intermedias de 2018, de acuerdo con la organización LGBTQ Victory Fund.
“En lo que va del conteo, 189 de nuestros candidatos respaldados han ganado sus elecciones para cargos en todos los niveles de gobierno del país”, informó la organización en sus redes sociales. ¿Quiénes fueron elegidos?
Sarah McBride
Una de las grandes victorias fue la elección de la demócrata Sarah McBride, de 30 años, quien ganó un escaño en el Senado estatal en Delaware; McBride es la primera persona abiertamente transgénero en ser elegida para ese puesto. Luego de prestar juramento, será la funcionaria electa transgénero de más alto rango de Estados Unidos.
McBride dijo que esperaba que su victoria “le muestre a un niño LGBTQ que nuestra democracia también es lo suficientemente grande para ellos”.
I hope tonight shows an LGBTQ kid that our democracy is big enough for them, too.
— Sen. Sarah McBride (@SarahEMcBride) November 4, 2020
McBride hizo una pasantía en la Casa Blanca durante la administración de Barack Obama. En 2013 fue miembro de la Junta Directiva de Equality Delaware y presionó a la Asamblea General de ese estado para impulsar un proyecto de ley que garantizara los derechos de la comunidad LGBT.
Su iniciativa, que prevé un mayor castigo para quien agreda intencionalmente a un persona debido a su identidad de género, se convirtió en ley en junio de ese mismo año.
Todd Gloria
Todd Gloria ganó su carrera para la alcaldía de San Diego y es la primera persona homosexual y afrodescendiente elegida como alcalde de la ciudad. Cuando asuma el cargo, Gloria será el tercer alcalde de mayor rango en la historia de EE. UU. de la comunidad LGBT.
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En 2013 asumió las riendas de San Diego como alcalde Interino luego de la renuncia de Bob Filner. Fue autor del Plan de Acción Climática de San Diego que exige reducciones anuales en las emisiones de gases de efecto invernadero en la ciudad para el 2035. En 2016, Gloria fue elegido como miembro de la Asamblea del Estado de California para representar al Distrito 78. Fue reelegido por otro período de dos años en 2018.
Algunas de sus iniciativas: la construcción de viviendas más asequibles, la lucha contra la violencia armada y contra el cambio climático.
Stephanie Byers
Kansas eligió a Stephanie Byers, quien será la primera persona transgénero en servir en la legislatura estatal. Byers, quien es miembro de la nación Chickasaw, se postuló a un escaño en la Cámara de Representantes de Kansas luego de desempeñarse como maestra por 28 años en varias escuelas públicas de Wichita (Kansas).
Fue directora de comunicaciones de Wichita Pride, la organización local que organiza los eventos de orgullo LGBTQ, y ha sido voluntaria para varias otras organizaciones sin fines de lucro locales.
“Con cada elección, vemos que las distintas legislaturas estatales comienzan a parecerse cada vez más a los distritos electorales que representan”, dijo Byers a Vox. “En cada elección vemos más de nosotros mismos en las personas que elegimos para el poder”, agregó.
Si bien todavía hay votos por contar, otros vencedores en estas elecciones incluyen a Ritchie Torres y Mondaire Jones, respectivamente, los primeros hombres afrolatinos y homosexuales electos al Congreso.
“Tener personas LGBTQ visibles en posiciones de poder político es crucial para garantizar que las personas de esta comunidad en todo Estados Unidos sean defendidas”, dijo Eloise Stonborough, directora asociada de políticas e investigación de Stonewall, la organización LGBT más grande de Europa, a Reuters.
Grandes retos
“Se estima que el 5 % de la población de EE. UU. se identifica como lesbiana, gay, bisexual, transgénero o queer, y solo el 0,17% de los funcionarios electos en todos los niveles del gobierno estadounidense son LGBTQ”, de acuerdo con The Conversation.
El mismo medio explico que desde 2016, durante su administración "Trump ha debilitado las protecciones trans-inclusivas en las escuelas, intentó eliminar las protecciones LGBTQ de la atención médica y propuso permitir que los refugios para personas sin hogar rechacen a las personas transgénero”, se lee en el análisis.
Esto sin contar con que es probable que la Corte Suprema se enfrente a esfuerzos para limitar el alcance o revertir decisiones históricas que protegen los derechos de las personas LGBT, como Obergefell v. Hodges, que estableció que las parejas del mismo sexo disfrutan de los mismos derechos matrimoniales que las parejas de distinto sexo, advirtió Human Rights Watch (HRW) luego de la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg.
“Incluso si esta decisión no fuera revocada por completo, una nueva justicia puede estar considerando desafíos destinados a permitir que los estados discriminen a las parejas casadas del mismo sexo”, agregó la organización.