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La dirigente estudiantil Rafaela Requesens se encontraba con su hermano, el diputado Juan Requesens, en su apartamento cuando 10 funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) los abordaron por sorpresa y los llevaron a la prisión de El Helicoide el pasado 7 de octubre.
Aunque esa misma noche la joven de 26 años pudo salir de la cárcel política más temida de Venezuela, en la que la semana pasada murió el concejal Fernando Albán en extrañas circunstancias, su hermano no corrió con la misma suerte y desde entonces han pasado más de 70 días en los que su familia no sabe nada de él.
Rafaela no espera pronto la liberación de su hermano. Tampoco cree que el gobierno desista de incriminarlo en el supuesto atentado en contra de Nicolás Maduro, ocurrido el 4 de octubre. En entrevista con El Espectador, la presidenta de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela habló sobre la detención de su hermano, lo que significa para el movimiento estudiantil y lo que hará para buscar la libertad del parlamentario.
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¿Cuándo fue la última vez que habló con su hermano?
El 7 de agosto, el día que nos secuestraron. Pero no fue una conversación, sino el momento en el que me despedí de él cuando estuvimos en el Helicoide. En ese momento me dijo que mucha fuerza, que siguiera para adelante.
¿Qué recuerda del momento de su detención?
Eran aproximadamente las 12 de la noche y estábamos en el apartamento de Juan. Sonó el timbre y bajamos porque a mí me venían a buscar y Juan decidió acompañarme. Pero cuando bajamos ahí estaban 10 funcionarios del Sebin, encapuchados, con armas largas y sin identificación. Cuando nos vieron se lanzaron contra nosotros. A Juan lo golpean y ahí es cuando nos llevan sin explicación a dos vehículos con dirección a el Helicoide.
¿Qué les sucedió dentro de la prisión?
Nos quitaron los celulares y nos pidieron las contraseñas. A mí me revisaron el bolso y luego a Juan le amarraron las muñecas, lo apartaron de donde yo estaba y le dijeron que no fuera a decir nada. Nos reseñaron como si fuésemos delincuentes y nos tomaron fotografías con un cartel. Luego me dijeron que me fuera, pero que mi hermano se tenía que quedar. Me amenazan para que no diga nada porque era peor para Juan. Que si yo hacía eso, ellos se iban encargar de buscarme y llevarme al Helicoide.
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¿Ustedes sabían que esto tenía que ver con el supuesto atentado a Maduro?
No, pues nuestro secuestro sucedió tres días después. Juan preguntó porque estábamos allí y nunca nos dieron explicación. Asumíamos que probablemente estaba relacionado con una intervención de Juan ese día, en la que fue muy frontal en contra del gobierno y preguntó por el exilio de José Olivares, un diputado de la Asamblea.
¿Por qué cree que el gobierno apresó a su hermano?
Porque es joven y la juventud es frontal. Juan fue cabeza del movimiento estudiantil y siempre lo han perseguido y lo han golpeado. El año pasado mi hermano en las calles, protestando como millones de venezolanos y los colectivos le abrieron la cabeza durante una manifestación. Pero a pesar de eso, Juan va de frente sin filtro porque él representa a la juventud venezolana.
El gobierno venezolano publicó el 11 de agosto un video en el que Juan Requesens supuestamente confesó. Foto: AFP
Días después de haber sido apresado, el gobierno publicó un video en el que Juan supuestamente confiesa su participación junto con Julio Borges. ¿Qué tiene que decir de eso?
Es un montaje, algo que el régimen de Maduro ha hecho antes por ejemplo con Leopoldo López. Médicos y especialistas que trataban a Juan vieron el video y nos dijeron que posiblemente le aplicaron una sustancia. Así como a Juan, a Julio, por ser del mismo partido, les han acusado de diferentes cosas, entre ellas la de este supuesto atentado que no es más que un montaje. Es la estrategia de Maduro, ir sacando rivales para perpetuarse en el poder. Este caso es un caso político, porque jurídico no tiene ni pies ni cabeza.
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¿Qué estrategia tiene la defensa para el caso de su hermano?
Estamos haciendo todo lo que dicta la constitución. Vamos a todas las instancias, a los ministerios, a la fiscalía, agotando todas esas vías, aunque ya no creamos en ellas.
Usted hace parte del movimiento estudiantil. ¿Cómo está actualmente?
El movimiento estudiantil históricamente siempre ha sido protagonista de la lucha para buscar la libertad. Sin embargo, después de lo que pasó el año pasado, en el que cientos de jóvenes, en su mayoría estudiantes, fueron asesinados por protestar. Otros fueron presos y eso causa miedo. Y más después de lo que le pasó a Juan, porque eso es un mensaje para la juventud. Así como le pasó a mi hermano, que es un diputado, le puede pasar a cualquiera. Además, ha sido muy difícil organizarnos porque muchos jóvenes se han ido del país.
¿Cree que vuelva a haber manifestaciones como las del año pasado?
No sé si como el año pasado, precisamente por lo que sucedió: porque este régimen mató al venezolano sin importarle. Pero que en las calles seguiremos, seguiremos. Protestar es también hacer asambleas y hacer juntas y otras cosas. Buscamos que en Venezuela más allá de protestas esporádicas haya una Unión Real.
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Foto: Cortesía Rayner Peña - El Pitazo
¿A qué se refiere cuando habla de una Unión Real?
Cuando uno habla de la Unión Real es que la dirigencia de la oposición entienda que cada uno es necesario. Que entiendan que esta lucha tiene que ser en conjunto con los distintos gremios, estudiantes, trabajadores y demás. Por eso esta lucha tiene que ser en conjunto, porque si vamos divididos no vamos a generar un cambio. El gobierno, aunque tiene muchas fracturas internas, a la luz pública, son una misma masa, y ellos van a seguir pisando a quien sea con tal de mantenerse en el poder.
Es decir, ¿cree que la oposición ha cometido errores para unificar el rechazo a Maduro?
No, porque todos los venezolanos estamos reaccionando a algo que no conocíamos. Empezamos con protestas, fuimos a elecciones, luego no quisimos ir a votaciones… hemos estado en todos los escenarios posibles. No creo que sea justo criticar a la oposición porque todo esto es nuevo, más bien debemos buscar la forma de unificar todo este descontento.
¿Se ha sentido el éxodo venezolano en la comunidad estudiantil?
Ha sido difícil por lo menos en mi universidad ver los salones vacíos, porque los jóvenes somos el presente y el futuro. Este éxodo ha hecho muy difícil congregar las diferentes fuerzas estudiantiles porque muchos se están yendo o ya se fueron. Pero no es que hayan dejado de apostarle a un cambio, sino que la situación es insostenible para muchos de ellos. Acá tiene que haber una ayuda internacional, porque esto ya no es solo un problema de Venezuela, sino de toda la región.
¿Y esta presión internacional sí ha servido?
Todos los pronunciamientos o las sanciones siguen exponiendo al régimen. Saben que están muy quebrados, saben que no tienen apoyo internacional y que los millones de dólares que se gastaron en lobby fue dinero desperdiciado, porque ningún país los reconoce. Esto nos da mucha esperanza para seguir con nuestras presiones internas.