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Durante los últimos 25 años, varios escándalos de pederastia han sacudido a la Iglesia católica. Sin embargo, el que se destapó en Pensilvania (Estados Unidos) la semana pasada evidenció que la jerarquía de la Iglesia ignoró durante décadas el problema, el cual tiene ahora a Francisco en el ojo del huracán. Desde que comenzó su papado, en marzo de 2013, decidió tomar cartas en el asunto. Sin embargo, cinco años después, las investigaciones denuncian que pocas cosas han cambiado y que necesitan más acción de parte del Vaticano.
Con esta sombra y la convicción, después de varias investigaciones, de que la Iglesia incluso desarrolló medidas para encubrir a jerarcas con el fin de evitar escándalos, en vez de proteger a las víctimas, Francisco llega hoy a Irlanda. El papa participará en el Congreso Mundial de Familias, pero como ha ocurrido en varios países a los que ha ido, tiene una cita obligada: se reunirá con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes. Estos son los casos más graves que Francisco tiene sobre su escritorio.
Estados Unidos
Una investigación en Pensilvania encontró evidencia contra más de 300 sacerdotes que abusaron durante los últimos 70 años de más de 1.000 víctimas menores de edad. Reveló también un encubrimiento sistemático de los abusos por parte de la jerarquía católica.
(Le puede interesar: Más de 1.000 niños habrían sido abusados por sacerdotes en Estados Unidos)
El informe pone en evidencia que los sacerdotes emplearon rituales religiosos, como la confesión, para tocar, abusar y violar a los menores. No es el único escándalo: a finales de julio, el papa aceptó la dimisión del cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, acusado de abusar de un adolescente. Otros altos prelados tuvieron que dimitir por haber encubierto los casos. Entre 1950 y 2013, la Iglesia recibió denuncias de aproximadamente unas 17.000 víctimas de abusos cometidos por unos 6.400 miembros del clero.
“Fui uno de los escogidos para ser monaguillo. A los 10 años (el padre) me tocó, a los 11 ya me había violado”. “No creo en el Dios que la Iglesia católica me enseñó. Dios no estaba a mi lado cuando fui violado. Grité pidiendo ayuda y no acudió”. John Delaney, abusado en 1980.
De los 300 casos, sólo dos curas han sido acusados.
Chile
En el 2010 estalló el caso del obispo Fernando Karadima, quien fue acusado de abuso sexual en el 2004 por crímenes cometidos en los años 80 y 90, pero continuó celebrando misas, pese a que las víctimas hicieron público el abuso. Este año, la Iglesia volvió a verse envuelta en un escándalo sexual, en el que un grupo de 14 sacerdotes denominados La Familia llevaban 10 años cometiendo prácticas sexuales contra menores.
En Chile fueron tantas las denuncias presentadas contra los miembros de la Iglesia que la Fiscalía decidió actuar allanando la sede del Tribunal Eclesiástico de Santiago y el obispado de la ciudad de Rancagua. Encontró que 100 curas eran investigados por abuso sexual a menores desde 1960.
“Un día (el padre) me pidió que me quedara en la parroquia durante la noche. Me dio un sándwich y una bebida, pero me empecé a sentir mal y me dijo que me recostara en la cama. Me desvanecí y sólo me desperté al oír un jadeo. Me estaba abusando. Yo traté de mover los brazos y las piernas y no pude. Me dijo: ‘Tranquilo que aquí no ha pasado nada’”, contó Mauricio Pulgar a la BBC.
Treinta y cuatro obispos miembros del episcopado chileno presentaron su renuncia.
México
El caso más conocido en este país es el del padre Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo. En esta congregación, los niños eran separados de sus familias y llevados a países lejanos, donde estaban bajo el control de Maciel. Desde 1948 hasta los años 70, Maciel abusó sexualmente de esos menores.
Pese a las múltiples denuncias, Maciel fue promovido por el papa Juan Pablo II como Líder de la Juventud. Y la Iglesia se encargó de repartir dinero para comprar el silencio de las víctimas.
(Ver más: Los demonios de la Iglesia católica en Chile)
“A mí me planteó que tenía los dolores esos que supuestamente le provocaban una involuntaria retención del esperma. Luego que necesitaba un masaje. Éste comenzaba en la parte baja del abdomen, después bajaba la mano hasta que me llevaba a hacerle directamente una masturbación. Después afirmaba: ‘Lo que has hecho es un acto de caridad’”. Alejandro Espinosa, sobrino y víctima de Maciel.
Tras la publicación de los documentos probatorios contra Maciel, los jerarcas terminaron invitándolo a retirarse a la vida privada para hacer oración, hasta su muerte en 2008. Y apenas en 2010 reconocieron públicamente los delitos cometidos por él.
Australia
Después de décadas de denuncias, el gobierno australiano decidió crear en 2012 una comisión de investigación sobre los crímenes dentro de la Iglesia, la cual reveló que 4.500 menores habían sido abusados por 1.880 miembros de la institución entre 1980 y 2015.
Uno de los casos más recordados es el del cardenal George Pell, arzobispo de Adelaida y quien se convirtió en 2014 en el tesorero del Vaticano. Pell ha sido el jerarca con más alto cargo en ser condenado por encubrimiento y en ser sometido a juicio por múltiples cargos de abuso sexual. Durante su arzobispado en Melbourne pagó 8 millones de euros a las víctimas a cambio de que no hablaran de los asuntos que él ayudaba a encubrir.
“El padre me pidió que me desvistiera hasta quedar desnudo y que me arrodillara en el piso mientras él se masturbaba frente a mí. Después él, con la presión de su dedo y su pulgar en la parte de atrás de mi cuello, me presionaba para continuar masturbándolo hasta que eyaculara”. Peter Creigh.
El cardenal Pell fue acusado de encubrimiento en junio de 2017 y el papa Francisco le dio permiso para impugnar los cargos en su país natal.
Irlanda
Irlanda se ha caracterizado en los últimos años por su distanciamiento de la Iglesia católica debido a las múltiples heridas que han dejado sus representantes. El país ha enfrentado casos de abuso a menores, maltrato, venta ilegal de bebés (cuando las niñas quedaban embarazadas fuera del matrimonio), esclavitud en los negocios de las monjas y abortos. La jerarquía católica encubrió los hechos.
(Ver más: Obispos chilenos viajarán al Vaticano a declarar por escándalo de pederastia)
Una investigación reveló que al menos 2.500 menores fueron víctimas de violencia sexual y abusos por parte de 400 religiosos y religiosas. En 2014 se halló una fosa con 800 esqueletos humanos, supuestos hijos de las madres solteras “acogidas por las religiosas”. El padre Brendan Smyth, quien dirigía una institución educativa donde residían 70 niños, tenía denuncias desde 1958, en las que 55 víctimas afirmaron haber sido objeto de abuso.
“Todo lo que quería hacer era escapar. Había una cama doble con una cabecera que tenía pequeños cajones en el cuarto. Yo sólo quería ser lo suficientemente pequeña para esconderme ahí y que él no pudiera verme”. Helen McGonigle, abusada desde los seis años. Denunció luego del suicidio de su hermana.
Cerca de 15.000 adopciones por parte de monjas en Irlanda fueron ilegales.