Macron rompe el silencio sobre caso Benalla

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se pronunció finalmente sobre el caso de su guardaespaldas, Alexandre Benalla, quien agredió a unos manifestantes durante una protesta el pasado mes de mayo. El mandatario se declaró como el único responsable por el acontecimiento.

/AFP
25 de julio de 2018 - 08:05 p. m.
Emmanuel Macron, presidente de Francia. / EFE
Emmanuel Macron, presidente de Francia. / EFE
Foto: EFE - CHRISTOPHE PETIT TESSON
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El presidente francés, Emmanuel Macron, asumió la responsabilidad por el caso de uno de sus responsables de seguridad que fue filmado golpeando a manifestantes el pasado 1° de mayo en París. Sin embargo, no logró acallar las críticas que este miércoles seguían denunciando su gestión del denominado "Benallagate".

"El único responsable de este caso soy yo, solo yo", declaró Macron la noche del martes, rompiendo el criticado silencio que mantuvo desde que el miércoles pasado se destapó el escándalo que salpica a Alexandre Benalla, un encargado de la seguridad del jefe de estado.

Benalla, quien fue su guardaespaldas durante la campaña presidencial de 2017, fue despedido el viernes luego de que se filtraran imágenes de él, portando un caso y un brazalete policial, golpeando a dos manifestantes durante una protesta en la capital francesa.

"Lo que pasó el 1 de mayo [...] es grave, serio y para mí fue una decepción, una traición", declaró Macron durante una visita sorpresa, el pasado martes, a un acto organizado por diputados de su partido, La República en Marcha (LREM), en el que no hubo presencia de la prensa.

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El guardaespaldas recibió inicialmente una suspensión de dos semanas sin salario y fue despojado de sus funciones en materia de organización de la seguridad de los desplazamientos del presidente, pero el Elíseo no llevó el caso ante la justicia, como lo estipula la ley.

Fue solo después de que el diario Le Monde publicara el caso que la presidencia despidió a este colaborador, quien fue imputado el domingo pasado por violencia en reunión y usurpación de funciones.

Por el caso ya habían sido interrogados el ministro del interior grancés, Gérard Collomb, y el jefe de la policía de París, Michel Delpuech, el pasado lunes. Ambos afirmaron haber sido informados sobre la existencia del video que circulaba en las redes sociales el 2 de mayo. Mientras que Macron no se había pronunciado, hasta la noche del martes.

De igual forma, la policía llevó hoy un registro en el despacho de Benalla en el Palacio del Elíseo, en presencia del interesado, según informó la presidencia.

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¿Gobierno de Macron en crisis?

El escándalo de Benalla desplomó la popularidad del mandatario hasta llegar a un 32% en sus 14 meses de gobierno. Por esto, decidió pronunciarse para afirmar que no quiso esquivar el caso, como han afirmado sus críticos.

"Si quieren un responsable, este está delante de ustedes. Que vengan a buscarlo. Yo respondo al pueblo francés", dijo desafiante.

Pero su intento de desactivar este escándalo no convenció a la oposición, que afirmó hoy que el jefe de Estado hubiera tomado la palabra sólo frente a su partido y no ante todos los franceses.

"Hubiera preferido que se dirija a Francia y a los franceses. El presidente de la República no debe hablar ante los diputados de LREM, solo entre ellos, sino ante los franceses, que son quienes le dieron su legitimidad", estimó el presidente del Senado, Gérard Larcher.

El presidente del partido conservador Los Republicanos en el Senado, Bruno Retailleau, denunció por su parte lo que considera como un "corte de mangas a la oposición, a la prensa y a los franceses". "Que reserve la primicia (de sus declaraciones) solo a los suyos es algo muy desconcertante", opinó.

El portavoz del gobierno Benjamin Griveaux aseguró este miércoles que el gobierno "sacará todas las lecciones" de este caso, pero negó que se tratara de un "escándalo de Estado", como asegura la oposición.

"Construir una República ejemplar", como prometió Macron al asumir el poder, "no significa haber prometido una República infalible", agregó.

Esta crisis política es la más grave a la que se enfrenta Emmanuel Macron desde su elección en mayo de 2017.

"Un colaborador del jefe de Estado golpeando a manifestantes es la verticalidad del poder en su manifestación más cruda, sobre todo cuando inicialmente el macronismo defendía una horizontalidad de la sociedad civil", apuntó el historiador Christophe de Voogd en una entrevista con el diario Le Figaro.

"Pensábamos que el Elíseo con Macron era un modelo de organización eficaz y descubrimos de golpe enormes problemas de funcionamiento", abundó el politólogo Bruno Cautrès.

Este caso "marcará un antes y un después para Emmanuel Macron", sentenció este politólogo del Centro de Investigación Política del centro universitario Science Po.

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Por /AFP

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