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EE le explica: ¿por qué Melania Trump quiere remodelar su jardín en medio de la pandemia?

Sí, la primera dama de Estados Unidos anunció un plan para renovar el mítico Rose Garden, ubicado en la Ala Oeste de la Casa Blanca, mientras el país enfrenta una pandemia y las protestas continúan en las calles. Sus planes hablan mucho de lo que será el último tramo de la carrera por la presidencia.

28 de julio de 2020 - 11:02 p. m.
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, vista sobre los alrededores del Rose Garden en la Casa Blanca.
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, vista sobre los alrededores del Rose Garden en la Casa Blanca.
Foto: AFP - afp

La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, ha sido muy criticada por presentar un plan de renovación del mítico jardín Rose Garden, ubicado en la Casa Blanca, mientras el país ve un aumento alarmante de los casos de COVID-19 y continúa sin superar los enfrentamientos violentos en las calles entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Pero más que generar una profunda inconformidad por las circunstancias en las que surge la remodelación, el plan de la señora Trump ha molestado a los críticos del presidente por la agenda secreta que estaría persiguiendo la familia presidencial con los cambios en el mencionado jardín. ¿Cuáles son sus objetivos? El Espectador le explica.

¿Por qué es tan famoso ese jardín?

El Rose Garden, ubicado en la Ala Oeste de la Casa Blanca al borde de la Oficina Oval, fue establecido en 1913 por la esposa del presidente Woodrow Wilson, Ellen Louise Axson Wilson, pero fue hasta la llegada de la familia Kennedy que esta área de la residencia presidencial se hizo realmente famosa.

El presidente John F. Kennedy (JFK) estaba obsesionado con el jardín y fue el artífice de su gran remodelación en la década de 1960. Desde ese entonces, el Rose Garden se ha usado como un espacio para reuniones informales de gran envergadura, como la boda de la hija del presidente Richard Nixon, Tricia, o el recibimiento de los astronautas del Proyecto Mercurio, el primer programa de vuelo espacial de humanos, por parte de JFK.

Pero este lugar, sobre todo, se ha usado para que el presidente haga declaraciones públicas importantes, como la firma de la declaración de paz entre Israel y Jordania en julio de 1994, y para darle un impulso a las campañas a la reelección. Es una especie de telón de fondo dramático con el que el presidente les dice a sus electores que está trabajando a fondo desde su residencia. Cuando un presidente se presenta mucho desde este jardín es porque está buscando una imagen de trabajador incansable, con un objetivo claro en las urnas. A eso se le conoce como ‘Estrategia Rose Garden’, y es precisamente lo que Donald Trump ha venido haciendo.

¿Por qué Melania Trump quiere hacerle arreglos al jardín?

El plan de la primera dama, que llega a solo tres meses de las elecciones, no se trata solo de embellecer su entorno con flores más hermosas, sino de acomodarlo para que sea el espacio desde donde Trump le hable a sus votantes de cara a las elecciones del 3 de noviembre.

Quedan menos de 100 días para los comicios y el presidente continúa bajando en las encuestas. Los mítines políticos para reconectarse con su base probaron ser un fracaso con el episodio en Tulsa, Oklahoma. Además, el aumento de casos en todo el país le ha impedido reactivar su campaña como él esperaba viajando por todo el país. Solo le queda continuar hablando a través de los anuncios oficiales en la Casa Blanca.

El proyecto de Melania Trump incluye nuevos arbustos y flores de color rosa junto a más accesibilidad a las personas con discapacidad. Pero, sobre todo, lo que llama la atención sobre los planes de remodelación son una actualización de las instalaciones eléctricas y mejoras para las apariciones en televisión. Todo indica que el presidente tiene pensado continuar hablando desde este lugar, como lo ha hecho en los últimos dos meses.

Analistas políticos de Estados Unidos coinciden en que Trump ha llevado lo de la “Estrategia Rose Garden” a otro nivel. A diferencia de sus predecesores, el actual mandatario no tiene tapujos para convertir sus conferencias de prensa oficiales en ataques a sus opositores y en alabanzas a su actual gobierno.

“Usa una conferencia de prensa que se supone que se trata de un anuncio oficial sobre Hong Kong, y en su lugar se toma el 90 por ciento del tiempo para atacar a su oponente político, esa no es la forma en que los presidentes anteriores han hecho las cosas en el pasado”, dijo Norman Ornstein, académico residente del American Enterprise Institute sin fines de lucro, a Voice of America.

¿Es legal que Trump se tome los espacios oficiales para hablar de su campaña? ¿No debería hablar solo de los asuntos del Gobierno?

Como explica Adav Noti, exabogado general asociado de la Comisión Federal de Elecciones y jefe de personal del Centro Legal de Campaña a la NBC, “las reglas son muy borrosas. Literalmente, se han hecho llamamientos durante décadas para aclararlos. Los presidentes anteriores han tenido cuidado de errar por el lado de la precaución y demarcar claramente su actividad de campaña de la actividad del titular de su cargo. Esta administración no”.

Trump incumple con los modales de presidentes anteriores a él, pero parece importarle poco. Lo que podemos esperar en estos tres meses es al republicano hablando mucho más desde este lugar y usándolo como una plataforma para promover su campaña a la reelección.

¿Y dónde está el rival de Trump mientras él acapara la televisión?

La estrategia de Joe Biden, quien se presume es el candidato del Partido Demócrata para la presidencia, ha sido la de “menos es más”. El exvicepresidente de Barack Obama se ha movido con mucha cautela y ha hecho apariciones medidas que le hacen contraste a lo que hace Trump, como con el uso de la máscara facial. ¿Le ha funcionado? En palabras del candidato, lo peor que puede hacer Trump es hablar.

“Cuanto más está Donald Trump fuera, peor lo hace. Creo que es maravilloso que salga. Estoy siendo un poco gracioso porque es peligroso lo que está haciendo en sus manifestaciones. Pero míralo, sus números han caído por el suelo”, señaló Biden.

Los asesores de la campaña del exvicepresidente señalan aspectos positivos de sus pocas apariciones. Pero, por otro lado, entre menos aparezca el candidato, más podrán aprovechar los aliados de Trump y el propio presidente para dibujarlo como un hombre tímido y poco exitoso.

“Aquí hay un tipo que no habla. Nadie lo escucha y cada vez que habla no puede juntar dos oraciones”, declaró Trump sobre su rival.

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