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Venezuela estrenó billetes con menos ceros. De nuevo.
La medida es un viejo conocido del sistema económico en el vecino país, que ya la había empleado hace una década, cuando se deshizo de tres ceros en su moneda y la renombró bolívar fuerte. Ahora, la idea del presidente Nicolás Maduro fue deshacerse de cinco ceros en la divisa nacional y renombrarla bolívar soberano.
Las dos medidas responden, aunque con causas diferentes, al mismo problema, la inflación: el Fondo Monetario Internacional proyecta el indicador en 1.000.000 % para finales de 2018; las proyecciones para Colombia son del orden de 3 % o 3,3 %, dependiendo de quién haga el cálculo.
La inflación describe un aumento de precios para el consumidor que, en el caso de Venezuela, está relacionado con la escasez del aparato productivo (no se fabrican cosas localmente, o muy pocas) y la liquidez excesiva del país. El resultado es que las cosas cuestan mucho, la moneda se deprecia, no se puede importar lo que se necesita y hay un desabastecimiento, que termina elevando aún más los precios de las mercancías locales.
Ver más: Así amanece la Venezuela del Bolívar soberano
Paralelo a esto, el gobierno creó el petro, una criptomoneda que está atada al precio del petróleo (de ahí su nombre) y que está respaldada por las reservas petroleras del país; esto, en teoría, la vuelve un activo más sólido frente a la devaluación, pues está atada a un bien preciado que se cotiza bien y cuya existencia está probada. Además, el gobierno se ha comprometido a emitir solamente 100 millones de petros: abstenerse de hacer nuevas emisiones ayuda a no repetir el problema de exceso de liquidez del bolívar.
Pero los analistas e inversionistas ven con reservas el petro, porque el gobierno venezolano no ha hecho públicos los mecanismos con los cuales fue diseñado este activo, por lo que puede crear razones de mercado para dudar de su desempeño financiero.
Así mismo, la industria petrolera venezolana pasa por uno de sus momentos más negros. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, la producción de este país (que ya está en los niveles más bajos en décadas) podría caer otros 550.000 barriles diarios, o sea un 40 % extra.
“Las medidas cambiarias son simbólicas nada más si no hay una política encaminada a generar un enfoque diferente de la producción nacional, además de un mayor nivel de concertación política. Sin estos elementos en unos años tendremos un bolívar soberano con muchos ceros, pues no hay confianza y el valor de las monedas, por estos días, depende netamente de la confianza que haya en las instituciones”, dijo Diego Guevara, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional de Colombia.
En el caso de Venezuela se habla de hiperinflación, pues el indicador supone que hay un alza de precios en el mercado de 50 % en solo un mes.