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“Esas son todas unas prostitutas, se venden por cualquier cosa”, “¿por qué tienen que venir a nuestro país? Que se regresen al suyo”, “como su país está vuelto mierda vienen aquí a tirarse el nuestro”, “malditos ladrones, sólo vienen a robar”, “¿nos invaden y nadie dice nada?”, “lárguense, no es suficiente ni para los que estamos”, “menos mal cerraron la frontera”, “regresen a su país, venecos de mierda”.
Al pasar al espacio contiguo, los asistentes del Estéreo Picnic se colocaban los audífonos y escuchaban los siguientes diálogos contrastantes: “qué difícil es empezar de cero, eres supervaliente”, “claro, te abrimos las puertas”, “hoy por ti, mañana por mí”, “seguro extrañas mucho a tu familia, pero fresco, para eso estamos los panas”, “antes eran ustedes los que nos recibían, ahora somos nosotros”, “más allá de las fronteras, todos somos humanos”. Estas frases fueron extraídas de venezolanos en Colombia.
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En pleno día del festival de música más famoso de Colombia se libraba otro tipo de encuentro. La primera actividad interactiva que realizaba la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), un llamado a que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio.
Las reacciones eran inmediatas y la conclusión obvia: todos podemos construir un ambiente mejor si establecemos empatía.
Esta iniciativa forma parte de Somos Panas Colombia, una campaña de solidaridad que invita a cambiar la perspectiva que existe sobre los venezolanos en el país. Regina de la Portilla, oficial de información pública de la Acnur, explica que detrás de cada rostro hay todo un camino de esfuerzo, y que debemos tender una mano a quien dejó su país para buscar un mejor futuro. “Las palabras pueden generar mucho odio, pero también pueden producir algo extraordinario”. La xenofobia se puede superar, pero hay que dejar el miedo por el que luce distinto, tiene un acento diferente o una cultura distinta, explica De la Portilla.
Esta búsqueda de un cambio de narrativas también se aplica en redes sociales, ya que son espacios en donde se incuba el odio. Somos Panas busca cambiar la opinión pública y crear un ambiente más positivo y receptivo para los venezolanos. Los xenófobos generalizan, clasifican y etiquetan a todos los individuos de una nacionalidad por el comportamiento de una sola persona. De la Portilla agrega que podemos vivir mejor si nos conocemos e intercambiamos nuestras historias.
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El sentimiento xenófobo aparece en todos lados: en conversaciones familiares, en la panadería, en el bus, en las noticias sobre venezolanos, en memes y en campañas políticas. Estos focos de xenofobia se deben a factores como la desinformación junto con la propagación de prejuicios y estereotipos. Por eso la Acnur publicó gratuitamente “Panas contra la xenofobia”, una guía rápida para reducir el odio y la discriminación, que se puede descargar en somospanascolombia.com.
Después de vivir la experiencia, los participantes escribieron mensajes de solidaridad en las paredes. Entre ellos se encontraba: “gracias por abrirnos los brazos, de un agradecido venezolano”.
* Periodista venezolana.