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La falta de alimentos en la cárcel de Vista Hermosa, en el estado Bolívar, hizo que Alejandro Manuel Mago Coraspe, de 41 años, se comiera dos ratas que le provocaron una complicación estomacal la semana pasada.
El hombre fue trasladado al Hospital Ruiz y Páez luego de presentar náuseas, vómito y distención abdominal. Según medios locales, el estado de salud del reo fue producido por una obstrucción en el píloro, estructura baja del estómago, causado por los huesos y cartílagos de los roedores. Lea también: Unión Europea debate este lunes sobre Venezuela
Aunque las autoridades no se han pronunciado sobre el tema, la ONG Una Ventana a la Libertad, quien difundió la historia en redes sociales, aseguró que el prisionero no registra familiares en el estado Bolívar. En el video difundido en internet, Mago asegura que no es el único prisionero que ha recurrido a esta medida desesperada para mitigar el hambre.
El caso de Mago es una evidencia de la falta de alimentos que también ha empezado a afectar el suministro en las cárceles, que se agrava por la desnutrición y al hacinamiento en las instituciones penitenciarias de este país.
Humberto Prado, según el medio digital venezolano Caraota Digital, dijo el año pasado que las muertes de los presos por desnutrición y su hacinamiento son pruebas de las graves violaciones a los derechos humanos en las cárceles nacionales. Lea también: El pueblo venezolano está sufriendo: Juan Manuel Santos
La situación de escasez también ha golpeado el suministro del sector salud. Este fin de semana, un conductor de bus de 78 años, Pedro Fernández, quien padecía de cáncer de próstata, se quitó la vida lanzándose al vacío desde un piso 12 en la ciudad de Catia La Mar, estado Vargas.
Según el medio local La verdad de Vargas, el hombre dejó una nota diciendo que tomaba la decisión debido a que no había las medicinas necesarias para tratar su enfermedad.