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Según cifras del Registro Demográfico de Puerto Rico, si se compara la cantidad de personas que murieron en septiembre de este año y en el mismo mes de 2016, la diferencia son 472 personas. A pesar de esto, durante meses el gobierno de la isla insistió en que el saldo de víctimas mortales que había dejado el huracán María apenas llegaba a los 64.
Tras meses de presión, en los que su gobierno había calificado de “comentario irresponsable” las declaraciones que insistían en que la cifra oficial estaba errada, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosello ordenó al registro demográfico y al Departamento de Seguridad Pública que lleven a cabo una "revisión" e "inspección minuciosa" de todas las muertes ocurridas desde que azotó el huracán María, hace casi tres meses, "independientemente de lo que diga el certificado de defunción".
Las dudas alrededor de la cantidad de personas muertas tras el huracán empezaron a surgir a raíz de la investigación de los medios de comunicación. En un análisis publicando a comienzos de diciembre por el New York Times, se indica que, en los 42 días posteriores a la llegada del huracán habrían fallecido al menos 1.0523 personas. Por otro lado, la CNN contactó a 112 empresas fuenrarias en la isla, con lo que lograron identificar 499 muertes relacionadas con el huracán.
Las inundaciones, junto a los cortes del servicio de agua potable y el flujo eléctrico, se extendieron durante semanas tras el paso de huracán y habrían sido las principales causas de muerte durante los últimos tres meses. En su comunicado, Rosello admitió que la presión mediática fue una de las principales causas del llamado a realizar un reconteo: "hemos recibido un análisis de noticias recientes sobre la cantidad de muertes relacionadas al huracán, que alegan pueden ser más alta que el número oficial certificado hasta la fecha".
"Esos informes noticiosos utilizaron los datos que proveyó el Registro Demográfico de Puerto Rico; no obstante, el Gobierno necesita investigar si el aumento de las muertes se relaciona directa o indirectamente al huracán María", agregó el gobernador.
Durante los primeros días de octubre, cuando el presidente Trump visitó la isla, felicitó a Rosello por el modo en el que había gestionado la crisis: “Si vemos bien, en Katrina hubo cientos de personas muertas y acá hay dieciséis, dieciséis contra miles, pueden estar muy orgullosos”, le dijo al gobernador sentado a su derecha y antes de pegarle una palmadita en el brazo. Ante la posibilidad de que la cifra oficial de muertos multiplique varias veces la cifra oficial la palmadita y las congratulaciones del presidente parecen prematuras, pero no son el único escándalo que ha provocado la mala gestión de la crisis.
Solo hasta el 31 de enero llegarán a los transformadores eléctricos que se necesitan para reestablecer la energía eléctrica en la totalidad de la isla, un hecho del que Rosello responsabilizó a los ingenieros encargados de recibir los materiales para reestablecer el servicio:
“la tarea se le dio al Cuerpo de Ingenieros y ellos tenían que traer los materiales, están enseñando que están trayendo postes eso está bien, y está muy bueno, pero hay necesidad de otros componentes y la falta de visibilidad sobre este asunto es preocupante”.