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Todo es confuso en Siria, país que lleva siete años en guerra y cuyo territorio se convirtió en un tablero de ajedrez en el que casi todas las potencias, grupos terroristas e intereses están en juego. Sin embargo, los bombardeos entre Israel e Irán en territorio sirio (justo después de que Donald Trump se retirara del histórico acuerdo nuclear firmado con Teherán) hacen saltar las alarmas. El ejército israelí afirma haber destruido casi la totalidad de las infraestructuras iraníes en Siria. Esta podría ser la primera chispa de un conflicto que, advierten expertos, sería muy peligroso para toda una región.
Estos dos adversarios, explica la revista The Atlantic, se han involucrado en un conflicto de bajo nivel, principalmente fuera de sus propias fronteras, utilizando el caótico terreno del conflicto sirio. “La confrontación parecía estar contenida y una de las muchas guerras que se desatan entre varios combatientes está a punto de desbordar este campo de batalla. Esto significa que incluso cuando la Guerra Civil siria parece estar por terminar con el presidente sirio Bashar al-Asad recuperando el control, una crisis regional más grande y peligrosa puede estar intensificándose”.
Qué pasó
Israel dijo haber realizado decenas de bombardeos contra objetivos iraníes en Siria, en represalia por el lanzamiento de unos 20 cohetes de la brigada Al Quds, la fuerza élite de los Guardianes de la Revolución de Irán, contra la parte de los Altos del Golán ocupada por las tropas israelíes. “Irán cruzó la línea roja. Nuestra reacción fue consecuencia de ello”, explicó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó que el ataque contra posiciones israelíes en el Golán, cuyos autores no identificó, se llevó a cabo tras un “primer bombardeo israelí” en una localidad siria, según informó la agencia AFP. Para Nicolás Heras, analista del centro de reflexión estadounidense Center for a New American Security, “Israel está impaciente y quiere asestar un duro golpe a las fuerzas iraníes en Siria”. Los bombardeos de este jueves sobre blancos iraníes son los mayores ataques israelíes en Siria desde hace 70 años, según explicó Eran Etzion, exdirector adjunto del Consejo Nacional de Seguridad Israelí. La tensión crece y el mundo debe preocuparse.
El papel de Israel en Siria
Los enfrentamientos entre Israel, el régimen sirio y Hizbolá son frecuentes en los Altos del Golán. Israel ocupa desde 1967 unos 1.200 km2 de esta meseta siria, que anexó en 1981, una decisión no reconocida por la comunidad internacional. Cerca de 510 km2 siguen bajo control sirio. Es decir, técnicamente Israel y Siria están en guerra desde entonces. Dos años después de que estallara la guerra en Siria, en 2011, Israel realizó numerosos ataques en Siria contra objetivos del régimen de Bashar al Asad o de sus aliados, el Hizbolá libanés e Irán. El primero fue el 30 de enero de 2013, pero a estos los han seguido 18 ataques más. Explican analistas que el objetivo de Netanyahu es impedir que el primer ministro iraní, Hasan Rohaní, consiga consolidar la llamada “media luna chiita” o “corredor iraní”, la zona de influencia iraní en Oriente Medio, que va desde Irán al Líbano, pasando por Irak y Siria. Funcionarios israelíes temen que la presencia de Irán en Siria le dé un territorio para atacar a Israel más fácilmente.
Irán en Siria
Cuando el Estado Islámico comenzó a ganar terreno en Siria e Irak, Irán respaldó a su aliado, el presidente Bashar al Asad. Sus fuerzas se instalaron de forma permanente en Siria y lograron detener a los terroristas, para molestia de Israel y del principal enemigo de Irán en Oriente Medio: Arabia Saudita. La brigada iraní de Al Quds está muy activa en Siria, con bases a lo largo y ancho del país. “La República Islámica también está involucrada en todos los otros conflictos regionales importantes: en Irak respalda a los aliados chiitas, incluidas las milicias; en Yemen está involucrado en una guerra de poder con Arabia Saudita, y en el Líbano respalda a Hizbolá. Hasta hace poco se había apartado de los movimientos abiertamente agresivos contra los intereses israelíes u occidentales, pero se ha vuelto cada vez más audaz al respecto, incluyendo el envío de un avión no tripulado a espacio aéreo israelí. El día que Trump se retiró del acuerdo con Irán, Israel puso a sus tropas en alerta máxima luego de detectar lo que llamó actividad irregular de las fuerzas iraníes dentro de Siria”, señala “The Atlantic”.
Trump y el acuerdo
Donald Trump anunció que se retiraba del pacto nuclear con Irán acusando a este país de estar trabajando para conseguir la bomba nuclear. Una afirmación que nadie puede demostrar. Trump se basó en un informe que presentó Israel a partir de documentos de 1999 y 2003. Según Netanyahu, esas pruebas demostrarían que Irán sigue teniendo un programa nuclear secreto. Explican expertos que la última intención de Trump es evitar que Irán se dote con la bomba atómica. La razón del retiro es preservar la hegemonía militar de Israel en Oriente Medio. “Trump pretende negociar un nuevo acuerdo para limitar los misiles balísticos convencionales de Teherán, un tema que no está en el acuerdo. La gran amenaza para Israel es que Irán tenga armas convencionales de largo alcance”, explica el periódico español “La Vanguardia”. EE. UU. fue el primer país en respaldar los recientes ataques de Israel contra posiciones iraníes en Siria. “EE. UU. hace un llamado para que todas las naciones digan que las acciones del régimen iraní son una amenaza para la paz y la estabilidad”, pidió la Casa Blanca.
Y Rusia... mediador
El gran beneficiado va a terminar siendo Vladimir Putin, quien tiene buenas relaciones con Irán e Israel. Rusia llamó a la contención a los dos países. “Hemos establecido contactos con las dos partes, llamándolos a la contención”, dijo el viceministro ruso de Exteriores, Mijáil Bogdanov. Nitzan Nuriel, exdirector de la Oficina Antiterrorista israelí, le dijo a AFP que “Irán debe decidir si quiere intensificar la fricción (...) A no ser que Rusia (que al igual que Irán respalda al gobierno de Al Asad) intervenga y desempeñe el papel de árbitro, el riesgo de la escalada es muy real”. Irán inicia hoy una gira diplomática.