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Miles de manifestantes tomaron en cuestión de minutos algunas de las principales calles de Bangkok para proseguir con sus demandas de reformas democráticas en el país y su desafío al gobierno de Tailandia, al que exigen la dimisión.
La Policía ordenó pasado el mediodía el cierre de al menos 20 estaciones de la red de transporte público que vertebra la capital para tratar de impedir una nueva jornada de protestas masivas, la quinta consecutiva.
Las autoridades, al igual que hicieran ayer con el cierre de todas las líneas, invocaron el decreto de emergencia “severa”, aprobado el jueves por el Gobierno, como medida “para mantener la seguridad” del Estado y el pueblo frente al “trastorno” que causan las protestas.
Pero una vez más, los organizadores de las marchas que discurren de manera completamente pacífica lograron eludir el bloqueo policial y mostraron de nuevo su músculo e inmenso poder de convocatoria coordinados a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería móvil.
“Si cierras la ciudad, nos vamos a las afueras. Si cierras las afueras, nos vamos a la ciudad. Te has metido con la generación equivocada”, publicó el grupo estudiantil ThammasatUFDT en claro desafió al Gobierno.
A wonderfully touching video by a #Thailand-born #Taiwanese, showing the unity and solidarity of our brave #Thai friends.
— Joshua Wong 黃之鋒 😷 (@joshuawongcf) October 18, 2020
We can get through this together. #MilkTeaAlliance #StandWithThailand #WhatHappensinThailand #ปล่อยเพื่อนเรา#หยุดคุกคามประชาชน pic.twitter.com/HWc1fiu4qK
Con carteles de los rostros de los líderes de las manifestaciones detenidos por la policía, los asistentes en la rotonda del Monumento de la Victoria reclamaron “libertad para nuestros amigos” y gritaron “fuera Tu”, en referencia al primer ministro, Prayut Chan-ocha, quien lideró el golpe de Estado militar de 2014 y retuvo el cargo en 2019 a través de unas controvertidas elecciones.
La jornada, cuyas manifestaciones fueron desconvocadas a partir de las 20:00 (hora local) , se desarrollo sin incidentes en un acto cívico donde los manifestantes en varias ocasiones tuvieron que formar un carril que abriera el paso a ambulancias con destino a un hospital cercano al punto de la protesta.
Wow. Massive crowd protesting in Bangkok, #Thailand today, taking over major streets in capital.
— Joyce Karam (@Joyce_Karam) October 18, 2020
This is fifth day of pro-Democracy protests. Video shot at 6:05 pm local: pic.twitter.com/edhOtWJufw
Además de en Bangkok, donde decenas de miles de manifestantes se congregaron en dos zonas de la capital, las protestas también se desarrollaron con una gran asistencia en unas 20 de provincias como Chiang Mai, Ubon Ratchathani, Samut Prakan, Nonthaburi o Hua Hin.
Actos de solidaridad con los manifestantes también se celebraron en Taiwan, Estados Unidos, Canadá, Suecia o Francia.
Detenciones por el decreto de emergencia
“Estoy alarmada por las informaciones de esta semana en Tailandia sobre detenciones y el uso de leyes draconianas contra defensores de los derechos humanos que ejercían su derecho a asamblea pacífica y expresar sus opiniones”, apuntó en Twitter la relatora especial de la ONU Mary Lawlor.
Desde el martes, las autoridades han detenido a más de 70 manifestantes, entre ellos casi todos los principales líderes del movimiento estudiantil prodemocrático, la mayoría por desafiar el decreto de emergencia que prohíbe las reuniones de carácter político de cinco o más personas.
La orden de emergencia fue aprobada la madrugada del jueves y tiene vigencia hasta el 13 de noviembre con el objetivo de sofocar el movimiento antigubernamental e impedir la publicación de noticias que afecten a la seguridad nacional, entre otras medidas.
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Las autoridades, que han preparado un campamento militar en la provincia de Chonburi como centro de detención, pueden arrestar por hasta 30 días sin presentar cargos a cualquier persona que vulnere el decreto de emergencia.
Pero la orden no ha amedrentado al movimiento prodemocracia al igual que la dura represión policial del viernes, cuando los antidisturbios cargaron y usaron cañones de agua contra la desarmada y pacífica muchedumbre.
El gobierno decretó el estado de emergencia “severo” después de que una protesta masiva desafiara y se plantara el miércoles a escasos metros de la caravana de coches donde viajaban la reina Suthida y el príncipe Dipangkorn, un gesto de rebeldía inédito en la nación.
La principal demanda del movimiento estudiantil, que comenzó en julio y ha ido cobrando fuerza, es la dimisión Prayut, la disolución del Parlamento y una nueva Constitución, ya que la actual fue redactada por la extinta junta militar (2014-2019), además de reducir la influencia del Ejército y la monarquía en la política.
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