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El presidente maliense, Ibrahim Boubacar Keita, anunció su dimisión y la disolución del Parlamento y del gobierno en una alocución difundida en la madrugada del miércoles por la televisión nacional, ORTM, unas horas después de haber sido detenido por militares rebeldes.
“Querría en este momento preciso, al tiempo que agradezco al pueblo maliense su acompañamiento a lo largo de estos largos años y su caluroso afecto, anunciarles mi decisión de abandonar mis funciones, todas mis funciones a partir de este momento”, con “todas las consecuencias que se derivan: la disolución de la Asamblea Nacional y la del gobierno”, dijo Keita.
El presidente maliense y su primer ministro, Boubou Cisse, fueron detenidos el martes por la tarde por militares rebeldes, quienes fraternizaron con manifestantes que piden hace meses la salida del jefe de Estado y de su gobierno.
El presidente y el primer ministro “fueron llevados por los militares amotinados en vehículos blindados a Kati”, donde está el campamento Sundiata Keita, a unos 15 km de Bamako, donde se inició la rebelión al comenzar el día dijo Boubou Doucoure, director de comunicación del gobierno.
President and Prime Minister of Mali taken into custody, possible military coup underway.
— Africa story Live (@AfricaStoryLive) August 18, 2020
A step to end France influence on Mali pic.twitter.com/6l7Uvxwm3l
Los militares rebeldes tomaron el control del campamento y las calles adyacentes, antes de dirigirse en convoy hacia el centro de la capital, según un corresponsal de la AFP.
La Comunidad de Estados de Africa occidental (Cedeao), mediadora en Mali, expresó en comunicado seguir “con gran preocupación” la situación, “con un amotinamiento surgido en un contexto sociopolítico ya muy complejo”.
La organización regional pide a “los militares regresar a sus cuarteles” y “subraya la firme oposición a cualquier cambio político anticonstitucional”, invitando a los “militares a continuar en una postura republicana”.
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Los líderes y cerebros de la intentona golpista, identificados como el general Cheick Fanta Mady Dembélé y los coroneles Diaw y Mama Sekou Lelenta, guardan silencio. Al parecer, una parte del ejército se ha mantenido fiel a la legalidad y no se han sumado al golpe, por lo que la situación es muy confusa.
Los medios oficiales malienses, que durante horas han retransmitido programas enlatados y de música, sí se han hecho eco del intercambio de disparos en la base de Kati, pero sin hablar de golpe de Estado.
Estados Unidos subrayó a través del emisario para Sahel, Peter Pham, que “se opone” a cualquier cambio de gobierno por fuera del marco legal, “sea por quienes están en la calle como por las fuerzas de defensa y seguridad”.
“Militares furiosos tomaron las armas en el campamento de Kati y dispararon al aire. Eran muchos y estaban muy nerviosos”, explicó a la AFP un médico del hospital de la ciudad. Las razones de su actuación no estaban aun claras. Un militar de los que tomaron el control del campamento afirmó a la AFP que en sus manos hay “varios militares de alto rango, detenidos por los rebeldes”.
Varias cancillerías occidentales registraron la detención de personalidades políticas, entre ellos ministros, pero esas informaciones no pudieron ser confirmadas de fuente oficial.
En Bamako, los vehículos militares que se vieron en varias calles de la capital han sido acogidos entre aplausos por grupos de jóvenes salidos espontáneamente a recibirlos, lo que parece mostrar un cierto apoyo a la intentona golpista.