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Las elecciones que tendrán lugar mañana en Estados Unidos, en las que se renovará la Cámara de Representantes, parte del Senado y 36 de las 50 gobernaciones del país, sin duda cambiarán el panorama político en ese país. ¿Pero tendrán algún impacto en Colombia? Arlene B. Tickner, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, explica los efectos del resultado que arrojen las urnas este martes en ese país.
Actualmente, los republicanos tienen las mayorías en el Congreso. ¿Ese panorama puede cambiar con las elecciones de mañana?
En este momento todos los pronósticos de páginas de análisis estiman que es muy probable que los demócratas recuperen el control de la Cámara, pero que es muy difícil que adquieran la mayoría en el Senado. Ya que en el Senado, cada dos años, se eligen 35 escaños; y en estas elecciones 26 de esos 35 son de demócratas. Entonces, por simples números, es mucho más difícil que los demócratas, además de preservar los que tienen, se ganen dos puestos más, que es lo que necesitarían para tener mayoría.
¿Por qué son clave estas elecciones?
Siempre las elecciones de mitad de término constituyen una especie de plebiscito sobre el comportamiento de quien ocupa la Casa Blanca. Y, en estas, dada la presidencia tan controversial de Trump, se esperaría que los votantes se pronunciaran en contra o a favor del mandatario, quien actualmente tiene unas tasas de aprobación más altas de las que se esperaría, con cerca del 42 %. Un porcentaje bajo para un presidente que lleva muy poco tiempo, pero alto en relación con lo escandalosa que ha sido su presidencia. Además facilitan o dificultan las agendas de gobierno al cambiar el balance del poder en el Congreso. Le puede interesar: Trump y la forma cínica de hacer política
¿Cree que el Congreso actual, encabezado por republicanos, ha eludido su deber como vigilante del presidente y sus funcionarios?
Sí, es clarísimo. Estamos hablando de un presidente que, además de que posiblemente ha cometido actos ilegales, ha transgredido una cantidad de normas de conducta establecidas para alguien que ocupa semejante posición pública. Y el Partido Republicano, evidentemente, ha sido reacio a condenarlo y a manifestarse públicamente en contra de algunos de estos actos, como el apoyo abierto a grupos extremistas y sus conductas antisemitas.
¿Y el Partido Demócrata se rindió frente a Trump?
Lo que pasa es que el bipartidismo en Estados Unidos transita por una crisis profunda, los dos partidos han perdido un poco su norte. En el caso de los demócratas, la estrategia frente a Trump no ha sido la invisibilidad, sino el ataque frontal, y esa estrategia no ha sido efectiva. Entonces el Partido Demócrata está en mora de empezar a evaluar su propia agenda y, en lugar de dedicarse a atacar al mandatario y al Republicano, dedicarse a proponer alternativas. Cuando los demócratas se limitan a criticar los actos de Trump, lo que sucede, en algunos casos, es que genera un efecto contrario de reforzar el apoyo al mandatario y a su partido.
Una encuesta señaló que el 91 % de los seguidores de Trump creen todo lo que dice y apenas el 11 % le creen a los medios. ¿Se equivocaron los medios con Trump?
El problema es más complejo que eso, porque lo que ha sucedido con los medios en Estados Unidos y en otras partes del mundo es que, ante la proliferación de fuentes de información, cada individuo puede ser selectivo en lo que consume. Entonces la tendencia es ir a información mediática que confirme las convicciones ya existentes. Frente a esto, lo que tenemos en Estados Unidos es una polarización entre los medios que es reflejo de la polarización en la sociedad, en la cual tienes desde The New York Times hasta Fox News, que reportan sobre dos realidades completamente distintas.
Si bien hay medios que hacen estas denuncias, su misión no se cumple a cabalidad, ya que el electorado republicano fiel a Trump no consume esas fuentes de información y las considera diseminadoras de fake news. Por eso, la estrategia de Trump de ataque a los medios, tristemente, ha sido muy efectiva.
¿Qué pasaría con Colombia si llegan al Congreso republicanos más radicales que los de ahora?
Más radicales no hay posibilidad. Estamos en un escenario de control de la extrema derecha, sobre todo en la Casa Blanca. Sin embargo, considero que no va a cambiar mucho la posición de Estados Unidos frente a Colombia a raíz de estas elecciones, porque la relación binacional desde el Congreso ha sido de un respaldo bipartidista importante. Ha sido el Congreso, por ejemplo, el que ha frenado los intentos de Trump de reducir los apoyos a Colombia y a otros países del mundo.
¿Qué pasará con el tema de la coca?
Sin duda el tema de drogas y de los cultivos ilícitos en Colombia va a seguir encabezando la lista de inquietudes que tiene Estados Unidos y, sobre todo, el Gobierno de Trump. Uno podría especular que si los demócratas recuperan el control de la Cámara, la preocupación por temas como derechos humanos vuelva a adquirir cierta visibilidad, al menos en el discurso del Congreso.
Lo que estamos viendo ahora es la renovación de presiones en temas como fumigación de los cultivos ilícitos, que pone en riesgo algunos logros que se han tenido en el terreno nacional colombiano, en términos de negociación con las comunidades campesinas que cultivan hoja de coca, entre otras cosas.
En cuanto a la situación en América Latina, ¿cree que un Congreso más republicano llegaría a aprobar una intervención en Venezuela?
Presiones frente a Venezuela ha habido desde el año pasado por parte de Trump. Creo que en Estados Unidos no hay clima político para que ese país realice otras intervenciones unilaterales en cualquier parte de mundo. Sencillamente el desgaste por las distintas guerras en las que ha participado es muy grande. Y creo que esto explica por qué la insistencia desde el año pasado en discutir el tema con distintas contrapartes cercanas en la región, incluyendo Colombia. Es de esperar que, sin importar los resultados de las elecciones legislativas, las presiones de Trump sigan en pro de algún tipo de medida militar, pero no son muchos los países en América Latina que aceptarían este curso de acción, incluso después de la elección de Jair Bolsonaro en Brasil.
Otro de los temas abordados por Trump ha sido la caravana de migrantes centroamericanos. ¿Es esta una estrategia para conseguir votantes en las legislativas?
Sí, es obvio. Trump acudió con mucho éxito a una estrategia de miedo en su campaña presidencial y está utilizando nuevamente la misma con miras a tratar de asegurar el triunfo republicano en las elecciones de mitaca. Ha utilizado la caravana de migrantes para sembrar miedo entre ciertos sectores de la población estadounidense que ven la llegada de migrantes como una de las fuentes principales de los problemas de ellos y del país, y ha dicho que gente como George Soros está detrás de esto. Lo más preocupante son las insinuaciones de que hay criminales, terroristas islámicos y pandilleros entre las personas centroamericanas que están participando en la caravana, pero esa es la apuesta y parece ser que está teniendo algún tipo de resultado favorable para los republicanos en ciertas partes del país. Lea también: Cómo la caravana migrante se convirtió en una estrategia electoral de Trump
Si Trump logra buenos resultados en estas elecciones, ¿buscará la reelección?
Yo creo que él se va a lanzar a una reelección, lo que algunos esperamos es que los demócratas recuperen el control de la Cámara, en cuyo caso es casi que inevitable que traten de iniciar un proceso de impeachment, sabiendo que cuando este llegue al Senado, si hay mayoría republicana, se tranque. Pero esto establece un precedente político muy importante.
Creo que la decisión de Trump de buscar la reelección va a depender de hasta qué punto avancen los juicios en su contra o de que las revelaciones sigan enturbiando su imagen. Pero en este momento las cosas no le han salido tan mal y es aterrador y sorprendente. Todo dependerá entonces de cómo sigan las investigaciones, que no han logrado, pese a todo lo que lo han salpicado, conllevar a una sanción verdadera.
¿Qué figura demócrata podría llegar a hacerle contrapeso a Trump en unas futuras elecciones presidenciales?
En este momento es muy prematuro imaginar quién podría ser. Figuras como Bernie Sanders o Elizabeth Warren tienen demasiada edad para considerar lanzarse, y uno podría decir que, pese a su éxito electoral, difícilmente una candidatura que tire más hacia la izquierda va a poder ganar el número de votos necesarios para ganar una elección. Están ganando en primarias muchas mujeres, políticos de corte más progresista (liberal en la jerga gringa) y personas de color, lo cual recalca cambios en el partido, pero hay posibles dificultades para ganar nuevamente la presidencia en 2020 al marginar el voto de centro. La pregunta podría ser ¿qué republicanos están considerándose para reemplazar a Trump?, porque parte de la paradoja es que, pese a haber ganado y posibilitado que los republicanos recuperen el control en el Congreso, ha desviado y tergiversado totalmente la esencia de ese partido. Entonces también internamente hay cierta preocupación por la continuidad de alguien en el poder como él, que desdibuja la razón de ser y la identidad de ese partido.