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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se acerca a su primer año de mandato con seis de cada diez franceses en su contra, una cifra que a pesar del nivel de insatisfacción mejora la popularidad alcanzada por sus dos inmediatos antecesores, François Hollande y Nicolas Sarzkozy.
El sondeo efectuado por el instituto demoscópico Ifop-Fiducial entre los pasados 12 y 16 de abril, difundido hoy, indica que un 58 % de los ciudadanos están descontentos con el jefe del Estado, frente al 75 y 72 %, respectivamente, que reprobaron la acción de Hollande y Sarkozy en una fecha comparable.
La encuesta apunta, pese a todo, que el 57 % de franceses estiman que Macron ha cumplido los compromisos adoptados durante la campaña electoral, una cifra superior a la opinión que se tenía en abril de 2013 de Hollande (24 %) y de 2008 de Sarkozy (35 %).
Siete de cada diez franceses creen que el presidente es autoritario (73 %) y sabe hacia dónde va (67 %), pero solo un 30 % coincide en que es capaz de unir a la ciudadanía y está cercano a sus preocupaciones.
La mejor opinión de su balance la obtiene en las relaciones con la Unión Europea, con un respaldo ciudadano del 67 %, así como en la imagen de Francia en el extranjero (63 %) y en el crecimiento y el atractivo del país (56 %). Su acción en favor de la situación en los hospitales (18 %), el poder adquisitivo (26 %), la reforma de las pensiones (27 %) y el control de la inmigración (29 %) recaba en cambio el menor respaldo en estos doce primeros meses.
El sondeo se difunde la víspera de una nueva manifestación interprofesional convocada por los sindicatos en un mes marcado por huelgas sucesivas en el sector ferroviario, el educativo, el sanitario y el transporte aéreo. Para seis de cada diez franceses tanto el método utilizado por Macron para llevar a cabo sus reformas como la eficacia de las mismas y su manera de comportarse como presidente suponen un punto de inflexión respecto a los dirigentes precedentes.
En la forma de representar a Francia en el extranjero y en las relaciones con su gobierno y su primer ministro, Edouard Philippe, seis de cada diez encuestados piensan, sin embargo, que ha habido una continuidad.
La mitad de los franceses creen que si el ultraderechista Frente Nacional (FN), el Partido Socialista o el izquierdista La Francia Insumisa estuvieran en el poder lo harían peor, y un 49 % defiende que el conservador Los Republicanos actuaría igual.
Si la primera vuelta de las presidenciales se celebrara este domingo, un 33 % volvería a votar a Macron, un porcentaje que supera al 24 % recabado hace un año, y otro 23 % se decantaría por la líder del FN, Marine Le Pen, que en abril de 2017 pasó a la segunda ronda con el 21,3 %