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Suecia, una laxa estrategia que parece haber controlado el COVID-19

La nueva normalidad está siendo muy controvertida en Suecia. A pesar de las criticas por no haber implementado medidas restrictivas, numerosos países parecen estar implementando su modelo.

Thomas Erdbrink
02 de octubre de 2020 - 02:00 a. m.
People sit on the steps of the Royal Dramatic Theater in Stockholm, Sweden, Wednesday April 22, 2020, keeping their distance amid the coronavirus COVID-19 outbreak. (Janerik Henriksson / TT via AP)
People sit on the steps of the Royal Dramatic Theater in Stockholm, Sweden, Wednesday April 22, 2020, keeping their distance amid the coronavirus COVID-19 outbreak. (Janerik Henriksson / TT via AP)
Foto: AP - Janerik Henriksson/TT
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La escena en Norrsken House, un espacio de cotrabajo en Estocolmo, irradiaba una normalidad extrema: los hípsteres con suéteres de cuello de tortuga socializaban en una esquina destinada a tomar café. Otros charlaban a su antojo, en ocasiones, bastante cerca unos de otros, en confortables salas de conferencias. Los cubrebocas no se veían por ningún lado.

Parecía que era el mes de enero, antes de la propagación del coronavirus en Europa, pero en realidad fue la semana pasada, cuando muchos países europeos endurecían las restricciones por la aparición de nuevos casos. En Suecia, los nuevos contagios, aunque con un ligero ascenso, seguían siendo sorprendentemente bajos.

“Al trabajar aquí, tengo potencialmente cientos de pequeñas interacciones”, afirmó Thom Feeney, el británico que administra este espacio de trabajo compartido. “Nuestra vida laboral no debe verse reducida a tan solo una pantalla frente a nosotros. A fin de cuentas, somos animales sociales”.La normalidad nunca ha sido más controvertida que ahora en Suecia. Los suecos son casi los únicos del mundo occidental que se negaron a imponer un confinamiento por el coronavirus en la primavera, cuando los principales funcionarios de salud del país sostuvieron que las restricciones limitadas eran suficientes y que era mejor proteger la economía de un colapso.

Fue un enfoque que convirtió a Suecia en un insólito pararrayos ideológico. Muchos científicos responsabilizaron a las autoridades de ese país por un repunte de fallecimientos, incluso cuando muchos libertarios que criticaban los confinamientos lo ponían de ejemplo a seguir. Durante una audiencia reciente en el Senado en Washington, Anthony Fauci, el principal especialista en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, y Rand Paul, senador republicano de Kentucky, tuvieron una fuerte confrontación relacionada con el tema de Suecia.

Por su parte, los suecos reconocen haber cometido algunos errores, sobre todo en los asilos de ancianos, donde la cifra de decesos fue abrumadora. De hecho, los análisis comparativos demuestran que la tasa de letalidad de Suecia en el pico de la pandemia durante la primavera superó por mucho las cifras de los países vecinos y que era de mayor duración. (Otros señalan que la tasa de letalidad general de Suecia es comparable con la de Estados Unidos).

Sin embargo, ahora la pregunta es si el reducido número de casos actual, en comparación con los pronunciados aumentos en otros lugares, demuestra que ha llegado a un equilibrio sostenible, algo que están buscando alcanzar todos los países a ocho meses de que inició la pandemia, o si las cifras recientes son solo una excepción momentánea.

“Parece algo positivo”, señaló Anders Tegnell, epidemiólogo del gobierno de Suecia que alcanzó fama y notoriedad en el mundo por no haber confinado a Suecia en marzo.

Con una población de 10,1 millones de personas, Suecia tuvo en promedio un poco más de 200 casos al día durante varias semanas, pese a que en los últimos días esa cifra ha aumentado a cerca de 380. La tasa per cápita es mucho menor que la de Dinamarca, su país vecino, o que la de los Países Bajos (aunque más alta que las tasas insignificantes de Noruega y Finlandia). Por el momento, a Suecia le está yendo mucho mejor que a España, con 10.000 casos diarios, y Francia, con 12.000.

Los detractores afirman que Suecia no realiza pruebas para detectar el virus tan exhaustivamente como muchos otros países (142.000 pruebas durante la semana que terminó el 13 de septiembre). Sin embargo, el Reino Unido, con aproximadamente seis veces más habitantes, solo realizó pruebas a 587.000 personas en la última semana, una cifra bastante menor per cápita que la de Suecia. Y el Reino Unido llevó a cabo muchas más pruebas que Francia, Alemania o España en ese período.

A principios de septiembre, en Suecia resultaron positivas el 1,2 % de las pruebas, en comparación con el 7 % en el noroeste de Inglaterra, la región más afectada del Reino Unido.

En respuesta a los recientes brotes, muchos países europeos están imponiendo nuevas restricciones. Pero los dirigentes políticos, deseosos de evitar confinamientos impopulares y desastrosos en términos económicos, están confiando principalmente en las medidas de distanciamiento social, al tiempo que intentan conservar cierto grado de normalidad al tener escuelas, tiendas, restaurantes e incluso bares abiertos. Algunos expertos afirman que, en el fondo, están adoptando de manera discreta el enfoque sueco.

“En la actualidad, todos los países europeos están siguiendo, en mayor o menor medida, el modelo sueco, combinado con las pruebas, el rastreo y los procedimientos de la cuarentena que han introducido los alemanes, pero nadie va a reconocerlo”, afirmó Antoine Flahault, director del Instituto de Salud Global de Ginebra. “En cambio, caricaturizaron la estrategia sueca. Casi todos han dicho que es un fracaso y la han calificado de inhumana”.

En la primavera, cuando otros países estaban imponiendo restricciones, con frecuencia vilipendiaban a Suecia por haber actuado de manera contraria. Sus fronteras permanecieron abiertas, así como los bares, restaurantes y escuelas. Los salones de belleza, estudios de yoga, gimnasios e incluso algunos cines siguieron abiertos, al igual que el transporte público y los parques. Prohibieron las reuniones de más de cincuenta personas, cerraron los museos y cancelaron los eventos deportivos; pero hasta ahí llegaron las medidas y los funcionarios dijeron que confiaban en el sentido común de los suecos de mantener su distancia y lavarse las manos.

Flahault elogió al gobierno de Suecia por ese aspecto de su enfoque. “Los suecos se confinaron solos”, comentó. “Confiaron en su pueblo para que aplicara por sí mismo las medidas de distanciamiento social sin tener que castigarlo”. Pero Flahault también alertó sobre lo que calificó como un error importante en el modelo sueco. “Siguen sin usar cubrebocas”, señaló. “Esa puede ser una gran desventaja de la estrategia de Suecia si resulta que los cubrebocas son eficaces y esenciales para combatir la pandemia”.

Es posible que Suecia solo esté teniendo una tregua entre los picos del contagio. Tegnell, el rostro público de las políticas del país para combatir el coronavirus, concuerda y dice que las cifras pueden aumentar, como acaban de hacerlo. Sin embargo, dicho esto, “Suecia ha pasado de ser uno de los países de Europa con la mayor propagación a uno de los que tienen el menor número de casos en Europa”, señaló en una entrevista reciente.

Algunos expertos creen que, en estos momentos, Suecia tiene controlado casi por completo el virus. “Existen señales de que los suecos han alcanzado cierta inmunidad a la enfermedad, lo cual, junto con todo lo demás que están haciendo para evitar que la infección se propague, es suficiente para que el padecimiento se mantenga en niveles bajos”, dijo en una entrevista Kim Sneppen, profesor de Biocomplejidad en el Instituto Niels Bohr, de Copenhague.

Por Thomas Erdbrink

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Julián(01107)02 de octubre de 2020 - 01:16 p. m.
Qué tontería de artículo. Parece hasta mal intencionado el titular! Suecia tiene en este momento 583 muertos por covid por cada millón de habitantes. Es parecido a Italia, con 592, país por el que entró la pandemia a Europa y que fue cogido completamente por sorpresa. En cambio entre sus vecinos, de condiciones simlares, Finlandia tiene 62, Noruega 50 y Dinamarca 112. Ver Suiza 239 Holanda 375.
Gvbnllnh. Bvc. Nm. N jn(98086)02 de octubre de 2020 - 11:23 a. m.
Titular falso mal intencionado: la respuesta de Trump ha sido laxa y vea donde están. Contrario a los insinúa el titular de que laxo es la clave para manejar una pandemia.
Alejandro(06897)02 de octubre de 2020 - 11:05 a. m.
Al artículo solo le hace falta mencionar la red de seguridad y bienestar social en Suecia, en donde si la persona se aísla voluntariamente al estar enferma o haber estado expuesta, recibe beneficios por parte del estado. Si queda desempleado, el estado le sigue pagando la mayoría del salario que recibía por casi un año. Le da subsidios para capacitación y así mejorar su perfil laboral. Detallitos.
Alejandro(60845)02 de octubre de 2020 - 10:05 a. m.
El caso sueco, parece considerar lo que sucedió con la llamada "gripe española" en 1918. En ese entonces la pandemia desapareció rápidamente al llegar la primavera de 1919. No hubo vacunas ni tratamientos, y murieron millones de personas. El virus llegó y en el otoño de 1918 (octubre como estamos ahora) más o menos, causó el mayor número de muertes; pero desapareció al llegar la primavera.
Mar(60274)02 de octubre de 2020 - 06:49 a. m.
O sea que los suecos mataron a todos los viejitos o a mucha parte de ellos!!!
  • Leonor(19900)02 de octubre de 2020 - 09:20 a. m.
    Por gente como usted, que no sabe leer y que no tienen compresion de lectura, es que estamos llevados en Locombia. Que conclusion tan ligera y sin bases la suya.
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