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La tensión en el Golfo Pérsico subió este lunes luego de que dos navíos de Arabia Saudita fueron objeto de "actos de sabotaje", según el gobierno saudita, aliado de Estados Unidos, y Emiratos Árabes Unidos, país cercano a la administración de Donald Trump. El domingo, Emiratos Árabes Unidos denunció también "actos de sabotaje" contra cuatro navíos comerciales de distintas nacionalidades en el este del emirato de Fuyaira, sin identificar a los autores, pero calificando de "grave" el suceso. Le recomendamos: Donald Trump, ¿un desastre diplomático?
"Dos petroleros saudíes fueron objeto de actos de sabotaje en la zona económica exclusiva de Emiratos Árabes Unidos, frente a las costas del Emirato de Fuyaira cuando estaban a punto de entrar en el golfo de Arabia", dijo el ministro de Energía Khalid Al Falih, citado por la agencia oficial SPA. Lea también: Hace un año EE. UU. se retiró del acuerdo nuclear con Irán y hoy las cosas están peor
La noticia encendió las alertas en la región. En Irán, las autoridades declararon como "preocupantes" los "actos de sabotaje" contra navíos frente a las costas de Emiratos y pidieron una investigación. "Estos incidentes en el mar de Omán son preocupantes y lamentables", dijo Abas Musavi, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores en Teherán, que pidió una investigación y advirtió contra el "aventurismo" de "actores extranjeros" en la zona para perturbar la navegación marítima.
Sin embargo, el gobierno iraní advirtió que esta situación puede tratarse de un “complot para perturbar la seguridad regional”. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Abas Musaví, pidió "la vigilancia de los estados regionales frente a cualquier aventura de elementos extranjeros". Musaví exigió que se aclaren "las dimensiones exactas" del incidente en el mar de Omán, que calificó de "alarmante y lamentable".
Aunque ni el Riad ni Abu Dabi han acusado directamente a Teherán, el incidente se produce en un momento de repunte de la tensión con Irán en el golfo Pérsico. Las autoridades iraníes han amenazado con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, si las sanciones impuestas por Estados Unidos tras retirarse del acuerdo nuclear de 2015 impiden sus exportaciones de petróleo, vitales para la economía del país. Lea también: EE. UU. sancionará a todo país que compre petróleo a Irán
Washington anunció en abril el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios (China, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía) para que siguieran comprando petróleo a Irán. Además, en la última semana, EE. UU. ha enviado al golfo Pérsico el buque de asalto anfibio USS Arlington, misiles Patriot, el portaaviones USS Abraham Lincoln y bombarderos.
Pese a este despliegue militar, los Guardianes de la Revolución de Irán aseguraron ayer que no ven probable una guerra con EE. UU. y que, en caso de ataque, tienen la capacidad de responder con firmeza.
El ministro saudita de Energía de Arabia Saudita aclaró que las acciones contra los petroleros saudíes no provocaron ni víctimas ni marea negra pero sí "daños significativos a las estructuras de dos navíos". Uno de los dos petroleros iba rumbo a recibir su carga de petróleo en el terminal saudita de Ras Tanura para una entrega a clientes estadounidenses, precisó el ministro.
Tanto Arabia Saudita como Emiratos Árabes Unidos hicieron un llamado a la comunidad internacional a "asumir las responsabilidades" de evitar tales acciones por parte de quienes intentan socavar la seguridad del tráfico marítimo, sin citar a ninguna parte en concreto, pero en posible alusión a Irán.