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Desde que asumió la presidencia, Donald Trump, se dedicó a gobernar vía Twitter: @realDonaldTrump que tenía más de 60 millones de seguidores. Según relataban varios colaboradores, su hora favorita para enviar mensajes por esta red social era la madrugada.
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Sin embargo, era su trinchera para confundir. De acuerdo con The Washington Post hasta octubre de 2020 había dicho 15.413 afirmaciones falsas o engañosas: 14,6 mentiras al día. Después de su derrota electoral, la situación empeoró. Durante dos meses se dedicó a proclamar fraude electoral sin rninguna prueba, así que rompió todos sus récords.
En su entorno, critican la decisión de cancelarle su cuenta de Twitter. “La libertad de expresión murió y está controlada por jefes izquierdistas”, dijo Donald Trump Jr; hijo del presidente saliente.
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La decisión de Twitter fue tomada dos días después de que partidarios de Trump irrumpieran en el Capitolio de Washington en donde protagonizaron enfrentamientos con los agentes de seguridad y vandalizaron el edificio. Cinco personas, entre ellas un policía, perecieron a causa de los incidentes.
Facebook y otras redes como Instagram, Snapchat o Twitch suspendieron por tiempo indeterminado las cuentas de Trump.
Sus trinos más recordados
“¡Noticias falsas!”
En el poder por solamente unos meses, el multimillonario republicano publicó en julio de 2017 un montaje de video en el que se lo muestra asesinando a un hombre, su rostro reemplazado por el logo del canal CNN. La publicación fue compartida cientos de miles de veces.
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A través de tuits, el presidente denunciaría a lo largo de su mandato los medios de “¡Noticias falsas!” a los que acusa de liderar una “caza de brujas” en su contra.
“Botón más grande” que Kim
Durante el segundo año del mandato de Trump, el líder norcoreano Kim Jong Un advirtió en su discurso de Año Nuevo de 2018 que tenía un “botón nuclear” en su escritorio. Sin embargo, también expresó interés por el diálogo.
Furioso, Donald Trump escribió un tuit contra él en que lo llamó “Little Rocket Man” (“pequeño hombre cohete”): “El líder norcoreano, Kim Jong Un, acaba de decir que tiene un botón nuclear en su escritorio en todo momento. Infórmenle que yo también tengo un botón nuclear, pero es mucho más grande y más poderoso que el suyo, ¡y funciona!”.
“Sleepy Joe”
A lo largo de su presidencia, Trump utilizó Twitter para ridiculizar a sus oponentes y desarrollar los apodos más burlones para ellos: ¿El futuro presidente, Joe Biden? “Sleepy Joe” (Joe el dormido). ¿La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi? “Nancy la loca”. ¿Adam Schiff, fiscal jefe durante su juicio político? “Shifty Schiff” (Schiff el Engañoso).
A Elizabeth Warren, la otrora precandidata presidencial demócrata, le puso el sobrenombre de “Pocahontas”, en referencia a sus orígenes nativos americanos, reivindicados durante mucho tiempo, pero de hecho muy diluidos.
Por el contrario, para hablar por sí mismo, Donald Trump se autodenominó un “genio extremadamente estable”.
El más viralizado
Un mes antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 la campaña entre Donald Trump y Joe Biden estaba en pleno apogeo.
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A la una de la mañana, el inquilino de la Casa Blanca, septuagenario, anunció que había contraído el coronavirus. “Esta noche, la Primera Dama y yo hemos dado positivo por Covid-19”, tuiteó el presidente de la principal potencia mundial.
“Comenzaremos nuestra cuarentena y el proceso de recuperación de inmediato. ¡Lo haremos JUNTOS!”.
El tuit tuvo casi dos millones de “me gusta”, su mejor marca personal.
Trump permaneció hospitalizado durante tres días.
El último
Probablemente sin saberlo, Trump se retiró de Twitter el 8 de enero con el anuncio de que no asistirá a la juramentación de su sucesor, Joe Biden el próximo día 20.
“A todos los que han preguntado, no asistiré a la ceremonia de investidura del 20 de enero”.
Este mensaje, cargado de símbolos, fue el último en su cuenta, seguida por 88,7 millones de personas.