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La UE espera "elecciones libres y justas", la "participación de todos los partidos políticos venezolanos" y "una composición revisada y balanceada del Consejo Nacional Electoral", indicó Mogherini en rueda de prensa, al término de una reunión de cancilleres del bloque en Bruselas.
Para la Alta Representante europea, para quien Venezuela vive "horas críticas", "todavía queda tiempo para tomar decisiones formales" para que "las cosas puedan ir en la dirección de garantizar unas elecciones creíbles".
La UE está inquieta por el deterioro de la situación en Venezuela, cuyo presidente Nicolás Maduro adelantó la elección presidencial al 22 de abril.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció su marginación por considerar que no existen garantías de transparencia, aunque dejó la puerta a participar si mejoran las condiciones.
Fuentes de la MUD confirmaron el sábado a la AFP que se mantienen reuniones con representantes del gobierno para intentar mejorar las condiciones electorales, lo que incluiría postergar la votación.
En este sentido, la UE, que adoptó sanciones contra altos cargos venezolanos e impuso un embargo de armas, "está lista para adoptar decisiones y reaccionar dependiendo de los desarrollos en el terreno", apuntó Mogherini.
Los europeos llevan expresando su preocupación por la situación en el país desde la oleada de protestas entre abril y julio pasados, que dejaron 125 muertos, si bien la elección de una Asamblea Nacional Constituyente supuso el punto de inflexión.
"La situación venezolana es una situación espantosa a nivel humanitario, político y diplomático", resumió el secretario de Estado británico Mark Field, a su llegada a la reunión en Bruselas.
Tras una reunión de cancilleres en julio, Mogherini había urgido a la suspensión de la elección de esta Asamblea y advirtió, preguntada por la posibilidad de sanciones europeas, que "todas las opciones" están sobre la mesa.
En noviembre, la UE aprobó su primer paquete consistente en un embargo de armas y de material susceptible de usarse para la "represión interna".
Y, en enero, impuso una prohibición de visados y congelación de activos para siete altos cargos del país, entre ellos el número dos del oficialismo venezolano, Diosdado Cabello.
Los eurodiputados urgieron recientemente a sumar a esta lista de sancionados a Nicolás Maduro y sus allegados.