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El Vaticano publicó este jueves el muy esperado “manual de instrucciones” para tratar casos de abuso a menores en la Iglesia. Este documento había sido anunciado por el papa Francisco durante la cumbre de 2019 que reunió a los líderes de las conferencias episcopales de todo el mundo para abordar el escándalo de los abusos sexuales que sacudió a la institución.
El documento, que consta de una lista de pautas técnicas a seguir durante un caso de abuso, no cambia la legislación del Vaticano sobre este delito. Su objetivo es simplemente ayudar a que las autoridades eclesiásticas comprendan mejor las exigencias de la justicia sobre este problema y cumplan con ellas.
“Sólo un conocimiento profundo de la ley y de su espíritu -dice el texto- podrá dar el debido servicio a la verdad y a la justicia, que se debe buscar con particular atención en la materia de delicta graviora por razón de las profundas heridas que infligen a la comunión eclesial”, reza la guía.
El llamado vademécum sobre procedimientos para tratar casos de abuso a menores consta de siete puntos esenciales: fuentes jurídicas de referencia para entender cómo se configura el delito; pautas de acogida, escucha y acompañamiento a las víctimas; derechos del acusado; procesos de verificación cuidadosa de toda la información; manejo del secreto de oficio y comunicados públicos, colaboración entre la Iglesia y el Estado; y finalmente una recomendación para evitar los traslados de los clérigos implicados en estos delitos, una de las prácticas que más se han criticado de esta institución.
Uno de los aspectos más destacados es el del secreto de oficio, pues informa que, si se produce una incautación judicial o una orden de entrega de los documentos por parte de las autoridades civiles, la Iglesia ya no puede garantizar la confidencialidad de la documentación adquirida. El documento resalta que “el trabajo de investigación (en casos de abuso) debe realizarse respetando las leyes civiles de cada país”.
El papa Francisco convirtió la lucha contra las agresiones sexuales en la Iglesia católica una de las prioridades de su pontificado. Desde hace varios años, la Iglesia católica se encuentra en plena tormenta con las revelaciones constantes de escándalos de agresiones pederastas cometidas durante décadas por sacerdotes o religiosos, a menudo cubiertos por la jerarquía en varios países, en particular Estados Unidos, Chile o Alemania.
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