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La política ha inspirado mucha música. Buena música. Desde la canción protesta en América Latina hasta el punk en el Reino Unido. Tantas canciones inspiradas por (el descontento causado por) Margaret Thatcher o Ronald Reagan. Pero ha llegado una nueva musa o, mejor, antimusa: el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump. Desde antes de ser presidente ya se habían compuesto varias canciones en su honor (o mejor: en su desgracia). En octubre del año pasado, varias artistas lanzaron una iniciativa llamada 30 días, 30 canciones. La idea era publicar diariamente una canción contra Trump. Hasta completar 30 el día de las elecciones: el 9 de noviembre, cuando Trump se impuso a su rival, Hillary Clinton.
"Como artistas, estamos unidos en nuestro deseo de hablar contra la campaña ignorante, divisiva y llena de odio de Donald Trump. […] El simple hecho de que sea candidato es una mancha negra para la nación. […] Y lo más preocupante de todo, durante el pasado año, el país se ha acostumbrado a las imponentes muestras de vilezas tanto en su retórica como en sus actos, sus ataques a las mujeres, los mexicanos, los musulmanes y la gente con discapacidad. Pero tenemos que recordar estos actos y actuar en contra de ellos", dijeron los organizadores de la iniciativa en un comunicado.
Bandas como Death Cab For Cutie, Aimee Mann, Franz Ferdinand y R.E.M. hicieron parte de la iniciativa. Y entonces Trump se impuso el 9 de noviembre. No pasaron 24 horas para que hubiera una respuesta. La hizo la banda de rap Run The Jewells con la canción 2.100. Luego bandas como Green Day y Arcade Fire siguieron su ejemplo. La primera lanzó un sencillo el pasado 16 de enero, precisamente, el día en el que en Estados Unidos se conmemora el legado del activista y Premio Nobel Martin Luther King. Se trataba de un mensaje evidente. El más reciente en unirse a la lista de artistas antitrump son los raperos Eminem y Big Sean con su canción No Favors. En este, ambos raperos, originarios de Detroit, arremeten contra Trump y lo acusan de racista. Ambos critican, a su vez, a algunas figuras conservadoras como la columnista Ann Coulter.
Y apenas han pasado dos semanas desde la llegada de Trump al poder. Puede que el presidente estadounidense acabe con el mundo pero, por lo menos, va a haber muy buena música gracias a él.