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En unas semanas se abrirá la licitación para implementar el modelo zonal de recolección de basuras, un asunto que no es de poca monta, pues se trata de un negocio que, en ocho años, moverá casi $5 billones. En el marco de ese proceso han surgido cuestionamientos, pues la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), Beatriz Elena Cárdenas, encargada de sacar adelante este proyecto, ha sido señalada de entregar millonarios contratos de asesorías a personas con quienes trabajó e incluso podría aplicar un modelo que rechazaron en Cartagena. La funcionaria defiende sus decisiones.
El asunto es así. Cárdenas suscribió dos contratos que suman $1.008 millones con la firma consultora Econ “para brindar asesoría en planeación sectorial, regulación técnica, económica y financiera”; es decir, para diseñar el nuevo esquema de recolección de basuras. A simple vista, un contrato necesario, pero con un particularidad: el representante legal de la sociedad, Julio César del Valle, es viejo conocido de la directora de la Uaesp, ya que fue su jefe en la Comisión Reguladora de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA).
En la CRA, entre 2007 y 2011, Del Valle fue director ejecutivo y comisionado experto. Cárdenas, por su parte, fue, entre 2008 y 2011, directora de la Oficina Asesora Jurídica. Hoy, cinco años después, vuelven a trabajar juntos (ella como jefe y él como contratista) para definir el futuro esquema de recolección de basuras del país.
Ante la pregunta de si Del Valle estaría inhabilitado por haber trabajado con ella, en entrevista con El Espectador, Beatriz Elena Cárdenas explicó que, según el Estatuto Anticorrupción, la inhabilidad de su amigo y asesor en estos momentos habría terminado en 2013, dos años después de que dejó de ser uno de los cuatro comisionados expertos de la CRA.
Del Valle no es un novato en el sector. En Cartagena, una ciudad más pequeña y menos compleja que Bogotá, en 2014, presentó un proyecto para implementar el modelo de Áreas de Servicio Exclusivo (ASE), pero este fue rechazado por la Alcaldía de esa ciudad. Allí trabajó, hombro a hombro, con Yanlicer Pérez, quien hoy es subdirector de Recolección, Barrido y Limpieza de la Uaesp y mano derecha de Cárdenas.
Según certificados de la Alcaldía de Cartagena, a los que El Espectador tuvo acceso, Pérez y Del Valle fueron contratados el 24 de enero de 2014 como asesores de un “grupo interdisciplinario”, que debía definir si el modelo de Áreas de Servicio Exclusivo, que funcionaba para entonces en la capital de Bolívar, debía continuar o modificarse. Después del análisis, la administración decidió cambiar el modelo.
Otro asesor
Pero en este círculo de relaciones y contratos para definir en Bogotá el futuro del complejo tema de recolección de basuras, aparece otra firma: Coral Delgado & Asociados, cuyo representante legal es Alfredo Coral Triviño, quien también trabajó de la mano de Yanlicer Pérez y de Julio César del Valle, en el proceso en Cartagena.
Pero su cercanía con Del Valle y la actual directora de la Uaesp es de vieja data. También trabajó con ellos en la CRA y en el Ministerio de Telecomunicaciones (Mintic). Hoy Coral, por intermedio de su empresa, tiene contratos de asesorías con la Uaesp por $360 millones.
Esta amistad entre Cárdenas, Pérez, Del Valle y Coral se hace evidente a tan solo semanas de que se licite los contratos de uno de los negocios públicos más lucrativos en Bogotá: el de la basura.
En medio de esto surgen varias preguntas frente a la licitación 01 de 2016: ¿Por qué la Uaesp no empleó su planta de personas para diseñar el modelo de basuras? ¿La contratación de sus amigos como asesores no sería una contratación paralela? La explicación de estas asesorías la da la directora Cárdenas, quien manifiesta que se trata de un tema trascendental para la ciudad y el personal que está contratado en la Uaesp no tiene la experticia necesaria; incluso plantea que los requisitos de contratación de la entidad son muy simples y no tiene un equipo con altos grados de preparación.
Beatriz Elena Cárdenas está a la espera de que la Comisión Reguladora de Agua Potable (CRA) le apruebe el proyecto que montó en compañía de Del Valle, Coral y Pérez para que la recolección de basuras en Bogotá se divida por zonas, entregadas a distintas empresas.
El contrato de Doña Juana
Contratar personas de su círculo cercano no es el único proceso en el que hay preguntas. A estos se suman dos contratos, por $359 millones, con la empresa Hidrosuelos, para analizar la operación del relleno Doña Juana y plantear alternativas de mejora.
Esta empresa ha adelantado varios proyectos con Interaseo y Atesa, ambas pertenecientes al empresario William Vélez, uno de los grandes prestadores del servicio de recolección de basuras en Colombia. Vale recordar que, en 2012, este empresario perdió su participación en el negocio de las basuras en Bogotá, cuando el exalcalde Petro cambió el esquema de recolección de desechos.
Ante la pregunta de si no genera dudas la cercanía de Interaseo con Hidrosuelos, Beatriz Elena Cárdenas asegura que fue contratada para el manejo de rellenos sanitarios, pero no está relacionada con la licitación que ella espera abrir el 22 de noviembre.
Es claro que Atesa no será la única empresa que pujará por este millonario negocio, que, se calcula, moverá $5 billones en ocho años. Según la propia directora de la Uaesp, también estarán AseoCapital, del empresario Alberto Ríos; Interaseo, también de William Vélez; Ciudad Limpia, cuyo socio mayoritario es Fanalca, y Limpieza Metropolitana (LIME).