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El pasado 21 de abril, un juez de Cartagena permitió a la embarcación Da Dan Xia zarpar a Cuba. El buque chino permaneció retenido durante un mes y medio, luego de que la Policía Antinarcóticos encontró 15 contenedores con explosivos mimetizados entre cajas de cereal. Argumentando que el material bélico era un riesgo para la gente, el juez autorizó la partida del barco a la isla. Sin embargo, el misterio ronda el caso, porque el capitán del barco está detenido en La Heroica porque no se destruyó el cargamento y porque desde hace casi una década se han incautado a bandas criminales mas de 12.000 armas chinas.
El barco había salido de Hong Kong a mediados de febrero con destino al puerto de Mariel en Cuba. No obstante, el viernes 27 de febrero atracó en aguas colombianas. El propósito, según explicó el capitán del buque, Wu Hong, era entregar un cargamento de tubos en Cartagena y luego pasar por Barranquilla para llegar a su destino final. Pero las cosas se empezaron a enredar cuando una inspección del navío en el puerto de la zona industrial de Mamonal detectó el arsenal.
El hallazgo del material explosivo en el buque Da Dan Xia no fue de poca monta. En los contenedores se encontraron 100 toneladas de pólvora, 2,6 millones de fulminantes, 99 núcleos de proyectil y cerca de 3.000 casquillos que se utilizan en la construcción de cañones de artillería. Una vez los inspectores encontraron el material bélico, le pidieron al capitán Hong y su equipo el soporte documental de las armas y concluyeron que los papeles mostrados no correspondían con los explosivos que transportaba la embarcación. Eso sí, el manifiesto de la motonave registró que llevaba 28.451 toneladas de cereales.
Dentro de los contenedores, la huella de que algo extraño estaba pasando era evidente. En sus puertas se mostraba que el proveedor del armamento es North Industries Group Corporation, que en el gremio de la seguridad es conocida como Norinco, el mayor productor de armas de China. Por su parte, el operador del buque es la empresa Cosco Shipping Co, filial del conglomerado China Ocean Shipping Group (Cosco), una compañía que funciona con el apoyo del gobierno chino. Y el destinatario del material era la empresa estatal cubana Tecnoimport.
La incautación del abundante material explosivo no declarado y detención de la embarcación en zona portuaria del Caribe colombiano adquirieron ribetes de escándalo internacional, al punto que el gobierno chino se vio obligado a pronunciarse. “Es una operación absolutamente normal de cooperación comercial y militar”, aseguró Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Por su parte, la empresa Norinco señaló que “los productos que enviamos esta vez consistían principalmente en materias primas para la producción de balas. Hemos sido siempre una empresa internacional responsable”.
Las explicaciones no fueron del todo aceptadas por la justicia colombiana y el domingo 8 de marzo un juez de Cartagena impuso medida de aseguramiento al capitán del barco. Luego de una audiencia de tres días, que se prolongó por dificultades para conseguir un traductor, la Fiscalía le imputó el delito de tráfico, fabricación y porte de armas de uso privativo militar. Un delegado diplomático chino en Colombia acudió en ayuda de su connacional y le ubicó un apartamento en Cartagena al determinar el juez la detención domiciliaria del capitán.
Pero quedaba pendiente otro “chicharrón” para las autoridades portuarias: ¿Qué hacer con los 15 contenedores repletos de explosivos y con un barco, que, para ese momento, ya completaba un mes retenido en Cartagena? La trascendental decisión quedaría entonces en manos del juez 12 de control de garantías de esa ciudad. En una breve audiencia del pasado 21 de abril que se inició a las 9:38 a.m. y que finalizó a las 10:58 a.m., el funcionario dio vía libre para que el barco zarpara a Cuba. “Este despacho ordena y autoriza, en aras de salvaguardar los derechos fundamentales, el zarpe de la embarcación Da Dan Xia y la salida de 15 contenedores en los cuales almacenan los materiales bélicos, previo el cumplimiento de las normas de seguridad para el conocimiento de las sustancias peligrosas”. Casi de inmediato el barco zarpó a Cuba, al tiempo que su capitán permanece detenido en Cartagena.
Esta semana el asunto tomó vuelo y llegó al Congreso. El representante a la Cámara Federico Hoyos citó a un debate al Gobierno y con mínima asistencia evidenció la que considera una medida apresurada. “Sorprende la incoherencia entre los argumentos de la justicia para dejar zarpar el buque cargado de armamento ilegal y lo que dice el Gobierno. Comprobamos con estudios técnicos de la capacidad del puerto de Cartagena y con las declaraciones del contraalmirante Pablo Romero y del viceministro de Defensa Jorge Bedoya que las Fuerzas Armadas tienen plena capacidad para manejar y destruir el armamento ilegal que venía en el buque”. Para Hoyos, el material debió ser destruido o entregado a las FF.MM.
Al respecto el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, respondió a la Comisión Segunda de la Cámara que el Comando de las Fuerzas Militares, previo concepto de la Dijín de la Policía, Interpol e Indumil, determinó que era imposible almacenar y custodiar el material explosivo encontrado en la embarcación Da Dan Xia, por seguridad nacional y por protección a la población civil. Además, reconoció que se han incautado fusiles y pistolas de la marca china Norinco en todo el país y que cuando se trata de armamento convencional incautado a las Farc, se destruye de acuerdo con los protocolos.
Por su parte, la canciller María Ángela Holguín respondió en un documento de seis páginas que el caso es de competencia de la Fiscalía, reconoció que Colombia es “un país profundamente afectado por el fenómeno del tráfico ilícito de armas” y destacó que el país ha tratado de liderar el tratamiento del tema a nivel global. A su vez, el contraalmirante Pablo Romero, director de la Dimar, indicó que nunca se tuvo información de que el material explosivo tuviera como destino el puerto de Cartagena.
Los 15 contenedores con los explosivos no reportados fueron entregados en el puerto Mariel de Cuba el pasado 28 de abril. El capitán Wu Hong espera nuevas decisiones judiciales, en un proceso que va para largo. Su abogado, Enrique del Río González, proclama su inocencia. El Gobierno argumenta que actuó en el marco de la ley y el juez ratifica que era material peligroso que ponía en riesgo a la gente. China se consolida como potencia productora de armas en el mundo.
Los negocios ilícitos de armamento chino en Colombia en la última década dan cuenta de significativas incautaciones por parte de las autoridades. Se trata especialmente del decomiso de fusiles. Entre 2007 y 2008 las autoridades expresaron su preocupación, y se lo hicieron saber al gobierno chino a través de diversos canales diplomáticos de la incautación de al menos 12.000 armas.
Según los reportes de la Dijín de la Policía, un arsenal estimado en 5.000 armas llegó al puerto de Turbo (Antioquia). Otro grupo de fusiles cercano a los 7.000 fue ingresado al país por el puerto de Buenaventura. Al parecer, se trata especialmente de material bélico fabricado en la empresa Norinco, bajo las referencias CQ 556 y Type 56, conocida como una versión china del AK-47 ruso.
La estrategia oficial para evitar el tráfico de armas
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, los preceptos para combatir el tráfico de armas que ha generado consenso a nivel internacional son la penalización del porte ilegal e ilícito de armas pequeñas y ligeras. Otro principio es la cooperación interinstitucional e internacional y el intercambio de información y la inclusión de la prohibición de la transferencia a actores no estatales.
La Cancillería señaló que además Colombia suscribió el Tratado sobre Comercio de Armas (ATT) y resaltó que China se abstuvo de votar en la Asamblea de las Naciones Unidas la adopción de ese tratado. La iniciativa a nivel local se tramita en el Congreso con ponencia del senador Jimmy Chamorro.