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La sibutramina y Laura Acuña

De cómo la destacada modelo y presentadora fue utilizada como imagen de un producto que resultó objeto de medidas, porque genera efectos renales y cardíacos advertidos por Estados Unidos desde 2010. Ya empezó el trámite para rescindir el convenio.

Norbey Quevedo Hernández
27 de septiembre de 2015 - 03:14 p. m.
La sibutramina y Laura Acuña

En los últimos meses a la modelo y presentadora Laura Janneth Acuña Ayala se le ha visto muy activa. Pese a que sus compromisos publicitarios y televisivos le dejan poco tiempo, está obsesionada con sacar adelante un nuevo proyecto. Quiere terminar los estudios de derecho que comenzó en la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Por eso desde junio acude a la oficina del penalista Jaime Granados Peña, en donde apoya algunas tareas de los abogados.

Sin embargo, desde hace dos semanas, Acuña pasó súbitamente de estudiante de derecho en práctica a cliente de ese bufete. El asunto es que la modelo era la imagen para promocionar el suplemento dietario Zero Xtreme, un producto que el Invima retiró del mercado hace 12 días por contener sibutramina. Se trata de una sustancia que desde 2010 fue prohibida por la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos) y acogida por el mismo Invima porque causa desde afecciones renales hasta cardíacas.

La encrucijada jurídica que puso a Acuña a buscar soluciones legales de choque, en calidad de víctima, se originó en la firma de un contrato que pactó con la sociedad Zero Xtreme el pasado 24 de marzo. Ese día se acordó que por un año fuera la imagen del producto dietario en campañas por diversos medios. En un país con al menos 20 millones de obesos el suplemento resultaba interesante y necesitaba una figura pública para promocionarlo frente a una dura competencia que ha llegado a ofrecer hasta 3.000 productos similares.

El dueño de la idea es Juan David Cabrera León, un caleño que luego de vivir 23 años en Estados Unidos retornó a Colombia con el propósito de hacer empresa con la venta de productos para la salud. Aficionado a los deportes de velocidad, Cabrera relata que cuando estaba en Nueva York hubo un momento en que se subió de peso a tal punto que su abdomen no le permitía maniobrar su motocicleta. Fue entonces cuando allí conoció a una compatriota que le vendió unas pastillas que lo bajaron de peso.

Desde entonces, dicen sus allegados y luego de la crisis económica que se vivió en el país del norte entre 2005 y 2010, retornó ese año a Colombia con el propósito de convertirse en el zar de los suplementos dietarios. Sin embargo, desde entonces es objeto de polémica. “Cabrera ha copiado sistemáticamente los productos de la marca Ultra ZX, que cuenta con gran prestigio y reconocimiento en el mercado de los suplementos dietarios naturales”, resalta uno de sus detractores que desde finales del año pasado solicitó que se le investigara al argumentar que contrataba a personalidades para que promocionaran sus productos que no bajaban de peso.

Y fue justamente en 2014 que empezó a tomar forma la iniciativa empresarial de Cabrera. El 20 de agosto de 2014, el Invima le concedió el registro sanitario a la sociedad Zero Xtreme S. A. S., ubicada en Cali, para fabricar los productos Zero Xtreme, Body Xtreme y Xtreme ZX. Según sus promotores, una mezcla de 16 ingredientes entre linaza, té verde, soya, berenjena, chitosan, en dosis mínimas diarias de dos cápsulas, hacen el milagro de adelgazar rápidamente.

No obstante, dos meses después de la aprobación del registro sanitario comenzaron los problemas. Laura Valencia, directiva de la empresa, denunció ante la Policía de Cali que la empresa había sido víctima de uso indebido de la marca. Responsabilizó a la firma Actyon X Slim, indicó que venía suplantando la compañía y advirtió que no se hacía responsable por la comercialización del producto y los efectos derivados de su consumo.

Una segunda denuncia fue interpuesta ante el propio Invima. Esta vez la misma directiva evidenció que se había terminado la relación comercial con el Laboratorio Fitocol, con el que estaba previsto que se fabricaría el suplemento dietario. “Desconocemos la razón de por qué el producto Zero Xtreme recién certificado por el Invima se está comercializando en Colombia con el nombre del fabricante Laboratorio Fitocol”. En la misma queja se informó que el producto se estaba ofreciendo por los medios sin autorización de la empresa. Desde entonces la fabricación del producto pasó a Laboratorios Herbaplant en Medellín.

De manera casi simultánea comenzaron las denuncias ante el Invima de anónimas consumidoras del producto. En ese organismo radicaron una decena de escritos, en donde ponían de manifiesto los efectos nocivos del suplemento dietario. El rumor se había regado como pólvora, especialmente en los gimnasios de Cali, Medellín y Bogotá. Estaban vendiendo un producto que bloqueaba el apetito, cuyo componente era la sibutramina. Los usuarios del producto al ingerirlo reportaron a la entidad dolores de cabeza frecuentes, mareo y taquicardia.

Pese al polémico entorno judicial, la empresa Zero Xtreme S. A. S., continuó con su labor y persistió con la modelo Laura Acuña, quien no fue informada de lo que estaba pasando y luego de varias conversaciones aceptó ser la imagen del producto firmando el contrato con Julio César Naranjo, representante de la sociedad. “Al respecto del lío ella no tiene nada que ver. Ellos se portaron siempre muy profesionales, pero el tema de imagen va asociado con la comercialización y si el Invima la suspende no queda mucho por hacer”, señaló David Espinosa, abogado de la presentadora.

Ante las denuncias empezó el trabajo para establecer cómo se estaban fabricando o vendiendo los productos Zero Xtreme y, lo esencial, probar que tenían sibutramina. Hace dos meses profesionales del Invima viajaron a Medellín, a donde el fabricante del producto. En Laboratorios Herbaplant no lo detectaron, mucho menos etiquetas o empaques.

Luego fueron al antiguo fabricante, Laboratorio Fitocol en Cali, con resultado similar. Al día siguiente llegaron a dos locales en esa capital y la única información que recibieron fue que el producto es una marca que se maneja internacionalmente en Panamá, Estados Unidos y Colombia. Según el registro del Zero Xtreme, se podía comercializar en cajas de 30, 60 y 90 cápsulas duras, cuyo precio máximo llega a los $100.000.

Cuando el desconcierto rondaba a los funcionarios del Invima, porque tenían las quejas y el producto no aparecía por ninguna parte, fueron advertidos de que no muy lejos de las instalaciones de la entidad “podría estar la bolita”. Ya era agosto y el 21 de ese mes se estaba celebrando con bombos y platillos la Feria de la Belleza y Salud en el Centro de Negocios y Exposiciones Corferias en Bogotá.

En ese lugar, voluptuosas impulsadoras promocionaban el producto como la panacea para adelgazar y advertían a los asistentes al evento que era el tratamiento que tenía con medidas perfectas a la presentadora Laura Acuña. Los funcionarios ingresaron al estand, ubicado en el segundo piso de Corferias, registrado a nombre de la empresa Xtreme Colombia S. A. S. Allí encontraron un lote significativo del producto y el responsable señaló que “estos productos los adquirió al titular del registro en Cali”.

Con las muestras en el laboratorio del producto encontrado en Corferias, el análisis físico-químico reflejó que: “Resultado positivo en la identificación del principio activo sibutramina clorhidrato, ingrediente no autorizado dentro del registro sanitario otorgado por el Invima y sustancia prohibida en el mercado colombiano debido a los efectos adversos provocados en la salud de los consumidores”.

Adjuntando el resultado positivo, los investigadores se desplazaron de nuevo al Laboratorio Herbaplant en Medellín en búsqueda de nuevas evidencias. Allí detectaron que la empresa Zero Xtreme, dueña del registro, realizó la primera orden de pedido el 27 de julio de 2015. En Bogotá también repitieron la visita al local de Corferias, en donde un empleado confesó que la comercialización de los productos se hace a través de la página web www.naturalamarketcolombia.com y es de dominio de la empresa Xtreme Colombia, pero que los adquiere directamente del titular del registro Zero Xtreme, que contrató los servicios de Laura Acuña.

Luego vino el decomiso del producto, en una nueva visita al laboratorio en Medellín el 11 de septiembre, en donde se detectó un pedido de 5.000 unidades. De éstas, una parte fueron enviadas a Juan David Cabrera León, el dueño de la empresa en Bogotá que retornó de Estados Unidos para montar su negocio. Cuatro días después el Invima decomisó y congeló los productos en Medellín y Cali. También suspendió su comercialización hasta tanto se supere la situación de riesgo en salud pública generado, según decisión del director de la entidad, Javier Guzmán.

Hoy la empresa Zero Xtreme S. A. S., dueña del producto, dice que no tiene sibutramina y que fueron otros los que les falsificaron el suplemento dietario. Para demostrarlo contrataron de urgencia un dream team jurídico encabezado por el abogado Abelardo de la Espriella. El Invima se mantiene en la decisión de seguir sacando del mercado los productos que contengan la nociva sustancia. La modelo Laura Acuña está terminando el contrato por mutuo acuerdo y aprendiendo derecho con su propia historia. Y el mercado para bajar de peso sigue inundado de todo tipo de productos que ilusionan con superar el peor mal en salud de los últimos años en Colombia: la obesidad.

Versión de la empresa afectada por las medidas

La empresa Zero Xtreme se define como un motor transformador de hábitos y estilos de vida saludables. Destacan sus propietarios que más que un producto, es un grupo interdisciplinario que se dedica al desarrollo de las mejores alternativas del mercado para el cuidado y bienestar del cuerpo. Precisan que el Zero Xtreme no es solamente el suplemento dietario, sino una línea de suplementos alimenticios para hombres y mujeres. Descartan que sus productos tengan sibutramina y, por el contrario, en comunicación con El Espectador, que su producto fue adulterado. “Fue tal nuestra sorpresa, que antes de salir al mercado ya nos habían falsificado el producto y en todas las ciudades de Colombia se podían encontrar miles de presentaciones diferentes a la original”.

En su versión la compañía indica que han tenido una fuerte lucha por la competencia desleal, porque otras marcas han querido imitarlos, han usurpado el nombre y han sacado versiones mejoradas del suplemento. El abogado Carlos Sánchez destacó que los recursos de la empresa son lícitos.

Un fármaco que sigue causando controversia

La sibutramina es un fármaco utilizado para tratar la obesidad. La FDA de Estados Unidos y la mayoría de países del mundo lo suspendieron. Se trata de un supresor del apetito que actúa regulando centros cerebrales específicos. Refleja un perfil antidepresivo, que favorece el control de la ansiedad y la inhibición de los impulsos. El fármaco está indicado en conjunto con una dieta hipocalórica, o baja en calorías, y un estilo de vida con ejercicio y hábitos saludables.

Su consumo puede producir efectos como aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, sequedad de boca, rubor, sudoración, dolor de cabeza, insomnio, náuseas y también depresión.

Paradójicamente, al tiempo que el Invima sancionó al titular del registro sanitario el pasado 4 de septiembre le autorizó a la misma empresa dos registros dietarios de similares características. Esta semana este instituto suspendió la fabricación de los suplementos dietarios Metafast Revolution 1 y Duo Slim Line por contener sibutramina.

Por Norbey Quevedo Hernández

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