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Tras durar casi cuatro meses como prófuga de la justicia, Aida Merlano fue recapturada este lunes 27 de enero en Maracaibo, Venezuela. La excongresista, condenada a 15 años de prisión por delitos electorales, relacionados con una enorme maquinaria de compra de votos en la costa Caribe que involucraba a muchos otros políticos locales –incluido el empresario Roberto Gerlein–, se escapó justo el mismo día que su abogado radicó en la Corte Suprema la apelación de su fallo.
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Así lo confirmó el director de la Fuerza de Acciones Especiales de Venezuela, Miguel Domínguez, en su cuenta de Instagram:
La excongresista huyó el pasado 1º de octubre cuando estaba en una cita odontológica. Varias irregularidades dentro del Inpec se dieron para que ella pudiera terminar en un consultorio en el norte de Bogotá ese día. Por ejemplo, que a ella le redujeron el nivel de seguridad que requería para salir de la cárcel El Buen Pastor, lo que llevó a que, el día de su escape, ella solo estuviera con dos guardias del Inpec.
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Su huida fue una escena cinematográfica. Dentro del consultorio, donde la acompañaban sus hijos, se cambió de ropa y se vistió toda de blanco, amarró una cuerda a un mueble y descendió por ella desde un tercer piso hasta el primero, donde la esperaba un hombre en una moto con una caja de Rappi, como si fuera un mensajero de esa compañía. Merlano cayó aparatosamente al suelo, se levantó rápido, se montó en la moto y se esfumó.
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Su escape le costó la apertura de un proceso penal a su hija, Aida Victoria Merlano Manzaneda, y al odontólogo que la atendió el día que se fugó, Javier Cely, un militar retirado que ahora trabaja en la práctica privada. El día que se escapó, ella se estaba haciendo un diseño de sonrisa. Ocho funcionarios del Inpec empezaron a ser investigados disciplinariamente por el incidente, y la directora de la cárcel fue retirada de su cargo.