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“Tiene el ADN del Clan del Golfo, en las manos de los estadounidenses quedó una pieza clave de Otoniel y que tiene mucha información de su círculo criminal más cercano”. Así fue como un alto oficial de inteligencia de la Policía catalogó a Diego Fernando Coca, alias Platino, considerado por la inteligencia de la Policía como la persona que durante muchos años se encargó del narcotráfico para la estructura del hombre más buscado por las autoridades colombianas: Dairo Antonio Usuga David, como realmente se llama alias Otoniel. Aunque fue capturado en agosto de 2018 su nombre ahora vuelve a sonar ya que se convirtió en el primer hombre de Otoniel en ser extraditado a los Estados Unidos.
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Aunque desde febrero de 2019 una Corte del Distrito sur de la Florida lo requería por decenas de toneladas que envió a ese país, solo fue hasta el pasado 3 de enero que en total silencio fue extraditado. También, Platino en los cerca de dos años que duró preso en Colombia también la Fiscalía lo procesaba por tráfico de armas entre otros delitos. Dos miembros de la fuerza pública que conocen e investigan las entrañas del Clan del Golfo dicen que Platino es uno de los hombres más cercanos a Otoniel. “Se conocen desde la época en que Otoniel junto a su hermano Giovanni integraron las filas del Bloque Centauros en los Llanos Orientales”, señala una de las fuentes.
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De ese grupo criminal, que aterrorizó principalmente al Meta, era integrado por alias Don Mario y Mi Sangre, jefes paramilitares que siguieron delinquiendo y fundadores del Clan del Golfo. Esa cercanía con las raíces del grupo criminal es un arma de doble filo para Platino. Durante su ascenso en el grupo criminal le sirvió para ser el principal encargado de los cargamentos de droga con destino a Europa y Estados Unidos. Ahora, que está en manos de las autoridades gringas, ser el depositario de los secretos del capo Otoniel le juega en contra. “Platino habla o durará mucho tiempo preso. De todas maneras, quienes son extraditados quedan bajo sospecha en su grupo mafioso”, dice una fuente de la Policía.
Platino, en pocas palabras, es un paramilitar puro, de acuerdo con las investigaciones de la Policía. “Perteneció a las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia en los años 90 y se desempeñó como testaferro encargado de contactar y negociar el estupefaciente con narcotraficantes del Valle y Antioquia.”, dice un documento reservado de la Policía conocido por este diario. Coca quedó más expuesto luego de que se diera la captura de alias Nicolás, un hombre que también era uno de los cercanos a Otoniel y que se le equipara a hombres como Chiquito Malo o Marihuano, actualmente considerados como los más fuertes de Otoniel en el narcotráfico.
Platino estuvo preso en 1999 en la cárcel de Quibdó y a los pocos meses se fugó. En 2017 también fue capturado por hombres de la Dijín y también recobró la libertad por orden de un juez y volvió a traficar droga para Otoniel. Es conocido por negociar los cargamentos con todo tipo de narcos en todo el país. La gente que le siguió los pasos a Platino señala que iba con sus socios mafiosos a las zonas de acopio bajo control del clan y allí alistaba los alijos de cocaína. “Otoniel cobra una parte por usar sus rutas y al mismo tiempo envía droga”, menciona un investigador de la Policía. Sobre Platino también se sabe que, en medio de esos negocios, secuestró a alias Nolasco por una millonaria deuda.
Este último narcotraficante, que no era cercano a Otoniel pero que hacía parte de su red de lavado de dinero, se entregó en 2015 a la DEA ya que la misma corte que pidió a Platino también lo requería por narcotráfico. “Platino también puede aclarar cómo es el nexo de Otoniel con alias Missi”, señalan las fuentes de la fuerza pública, haciendo referencia a un narcotraficante que fue capturado en agosto de 2020 y señalado de ser un hombre de confianza de Marihuano y Otoniel. También este diario supo que Missi sería uno de los próximos capos del Clan del Golfo que tocaría suelo estadounidense por sus negocios en el narcotráfico.
Una reciente captura que confirma que el Clan del Golfo tiene un origen paramilitar y no es simplemente son una confederación de narcos liderada por Otoniel, ocurrió el pasado 5 de enero. Ese día las autoridades detuvieron a alias Aquiles, otro viejo paramilitar del Bloque Centauros y que coordinaba una ruta narcotraficante en el Meta. Este episodio también fue catalogado como de alto valor para la fuerza pública porque este era otro de los pocos que se sentaba en la misma mesa con Otoniel desde hace años y portador de valiosa información. “Viajaba (Aquiles) cada tanto al Urabá para reunirse con él (Otoniel)”, señaló en ese momento el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas.
Para la entrante cabeza de la Policía Otoniel es una prioridad. Vargas lidera desde hace seis años la cacería que el estado colombiano le hace a este hombre por el que los Estados Unidos ofrecen US$5 millones por información que dé con su captura. Aunque gran parte de su familia está siendo procesada o lo fue por ser parte de ese grupo criminal y otros de sus hombres también están tras las rejas, la operación Agamenón no ha podido dar con su captura, quien tiene negocios con el cartel de Sinaloa y mafias europeas. La Policía dice que actualmente se esconde en el Nudo de Paramillo con al menos una decena de su escoltas, que no usa tecnología y se comunica con correos humanos.