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En menos de un mes el exsecretario de Salud de Bogotá Héctor Zambrano fue sancionado a 16 años de inhabilidad para ejercer cargos públicos y condenado a 13 de cárcel por su confesa participación en el carrusel de la contratación, específicamente en las irregularidades que llevaron a que el contrato para la prestación del servicio de ambulancias en Bogotá, valorado en $67 mil millones, terminara en manos de la Unión Temporal Transporte Ambulatorio Bogotá, controlada por el carrusel.
Ayer, la jueza 16 de conocimiento de Bogotá condenó a Zambrano a 13 años de prisión después de que el exsecretario de Salud —en su momento, mano derecha del exalcalde de Bogotá Samuel Moreno, actualmente preso por estos hechos— reconociera haber incurrido en los delitos de cohecho, interés indebido en la celebración de contratos y celebración de contratos sin requisitos legales, en virtud de un preacuerdo con la Fiscalía que lo convirtió en testigo estrella de este movido caso, a cambio de beneficios jurídicos.
Para las autoridades es claro que Zambrano fue la ficha clave para que el contrato quedara en manos del carrusel y para la posterior repartija de coimas. De hecho, el pasado 4 de junio Zambrano —en declaraciones dadas a representantes del Ministerio Público, luego reveladas por la revista Semana— confesó que recibió $5.180 millones de este contrato y los repartió “en varias entregas, como al señor Emilio Tapia, a quien le entregué en su propio apartamento $2.790 millones. Al concejal Hipólito Moreno le entregué $600 millones, igualmente al concejal Jorge Ernesto Salamanca, $ 600 millones; al concejal Ómar Mejía le entregue $120 millones y al hoy exconcejal Wilson Duarte, $80 millones, entre otros concejales”.
El hoy exconcejal Salamanca dice que está analizando “si negocio o voy a juicio” (ver página 15).
De la misma forma, dijo que le entregó “al entonces subsecretario de Salud Juan Varela, $150 millones; al expersonero de Bogotá Francisco Rojas Birry, $350 millones; al excontralor Miguel Ángel Moralesrussi, $350 millones; así como $90 millones que le entregué personalmente en su casa al senador Iván Moreno Rojas”.
En el curso del proceso hubo testimonios sólidos contra Zambrano. De hecho, el 12 de diciembre de 2012 el exsubdirector jurídico del IDU Inocencio Meléndez dijo que “Zambrano, para quedarse en la Secretaría de Salud Distrital, hizo acuerdo con Samuel Moreno, Iván Moreno, Julio Gómez y el apoyo de Emilio Tapia a cambio de que adjudicara este contrato de ambulancias (...) Dentro de la adjudicación de tareas a Zambrano le correspondía garantizar que el adjudicatario del contrato fuera la empresa que dijera Julio Gómez, Emilio Tapia, e Hipólito Moreno”.
Otro de los testigos claves en este proceso, el empresario Emilio Tapia, sostuvo el 7 de marzo de 2013 que la función de Zambrano en toda esta maraña criminal era que “amañara o armara dentro de la Secretaría de Salud todas las modificaciones que hacía el señor Federico Gaviria. Esa garantía consistía en que la comisión pactada para el exconcejal Hipólito Moreno y para Zambrano, del 10% del valor del contrato, se cumpliera, ya que el manejo de los pliegos debía darse como lo exigía Federico Gaviria”.
Por estos hechos, el pasado 6 de febrero, el Tribunal Superior de Bogotá condenó a seis años y medio de cárcel al exconcejal Hipólito Moreno por los delitos de cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos. Delitos que él mismo confesó. Por su parte, Federico Gaviria fue sentenciado a dos años y medio de cárcel en diciembre del año pasado.
La sentencia de ayer fue apelada por el mismo Zambrano, por lo que se espera que el caso pase al Tribunal Superior de Bogotá. Por ahora, el exsecretario de Salud permanecerá en la cárcel La Picota, donde se encuentran recluidos otras ‘perlas’ del carrusel, entre ellas el exsenador Iván Moreno, que —según Zambrano— lo ha amenazado en reiteradas ocasiones. Este es el ocaso de un funcionario que fue varias veces alcalde encargado de Bogotá y terminó repartiendo coimas a diestra y siniestra.