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La Sala de Instrucción de la Corte Suprema llamó a versión libre al senador de Cambio Radical Arturo Char por el entramado de compra de votos “Casa Blanca”, el mismo caso por el que fue condenada la exrepresentante a la Cámara y prófuga de la justicia, Aida Merlano. El congresista tenía una indagación abierta desde septiembre del año pasado, luego de que el alto tribunal encontrara que había indicios de posibles actividades ilegales en la alianza que hizo la casa Char con los Gerlein, auspiciadores de Merlano, quien hoy está en Venezuela.
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Según reza la sentencia que condenó a Merlano, luego de que Roberto Gerlein declinara su aspiración al Senado y se decidiera en su casa apoyar a Merlano como su relevo, “hicieron coalición con la familia Char con miras a obtener votos en otros departamentos como Bolívar y Magdalena, con el compromiso de que Aida Merlano apoyara a Lilibeth Llinás como su fórmula a la Cámara de Representantes por el partido Cambio Radical”. Ahora bien, Merlano, como lo hizo Gerlein toda su vida política, aspiraba por el partido Conservador.
Según La Silla Vacía la fórmula se pactó “por debajo de la mesa porque ambas estaban avaladas por partidos diferentes y podían caer en doble militancia”. Esa versión la siguió también la Corte Suprema, pues en la sentencia condenatoria a Merlano se relata que uno de los hombres que participó en el entramado de corrupción electoral dio fe de haber presenciado el pacto. “En concreto (el testigo) hizo referencia a una reunión que tuvo lugar a finales de octubre de 2017 en la sede política de la acusada (Casa Blanca), con participación de ella y Arturo Char”.
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Según encontró el alto tribunal, fue en ese encuentro que “se concertó el apoyo que ofrecerían los dos clanes políticos (Char y Gerlein) para que la aforada (Merlano) llegara al Senado y a la Cámara de Representantes, Lilibeth Llinás”. Sin embargo, para la Corte, cada una de las más de 15 personas involucradas en el entramado que se descubrió al allanar Casa Blanca jugó algún rol en el esquema de compra de votos, ¿cuál fue el supuesto rol de Arturo Char? Eso está por definirlo la justicia.
Lo que sí se sabe es que la Corte definió muy bien todo el entramado y su organización jerárquica: “En la cúspide de la organización se encontraban particulares y funcionarios públicos, la mayoría políticos; luego figuraban los coordinadores y líderes de la comunidad quienes se encargaban de conseguir los votantes dispuestos a recibir dinero por el sufragio para los diferentes cargos de elección popular; y por, por último, los didactas y punteadores, dedicados a ilustrar a los electores de cómo sufragar y controlar el número de votos obtenidos”, dice la sentencia que condenó a Merlano.
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