Asesor de la ANI no aceptó cargos por caso Odebrecht

La Fiscalía le imputó cargos Juan Sebastián Correa, quien fungía como enlace de la ANI ante el Congreso, por los delitos de de tráfico de influencias, uso de información privilegiada, abuso de la función pública, amenaza a testigo y falso testimonio.

Redacción Judicial
25 de mayo de 2017 - 11:10 p. m.
Mauricio Alvarado - El Espectador
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La imputación de cargos contra el enlace entre el Congreso y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Juan Sebastián Correa Echeverry, una de las audiencias más esperadas en el caso Odebrecht, dejó al descubierto la estrecha relación que existía entre el funcionario de la ANI y el excongresista Otto Bula. Se detallaron mensajes por WhatsApp que envió Juan Sebastián Correa a una persona no identificada; las más de mil llamadas que intercambiaron Bula y Correa desde 2014 hasta enero de 2017; las declaraciones -algunas publicadas por El Espectador- de varios de los implicados, como Luis Fernando Andrade, presidente de ANI; y las supuestas amenazas a un testigo clave del caso: Harvey Carrascal Quintero. (Vea: Roberto Prieto tenía interés especial en Ocaña-Gamarra)

La Fiscalía ratificó la hipótesis del caso Odebrecht en la que Otto Bula, supuestamente, recibió en 2014 US$4,6 millones a través de una serie de contratos para lograr la firma de la adición del tramo Ocaña-Gamarra al contrato de la Ruta del Sol II. Según la investigación, Bula logró su objetivo al acercarse a funcionarios públicos gracias a sus relaciones con políticas, en especial, con el senador Bernardo Elías, más conocido como el Ñoño. Al parecer, el congresista fue quien le habría ayudado conseguir información en la ANI para interceder a favor de Odebrecht en temas de contratación, en los reclamos que hizo la constructora brasileña por los sobrecostos en la obra y en el cierre financiero de Navelena. La persona clave para acceder a estos dados casos fue Correa Echeverry.

A Juan Sebastián Correa -quien renunció hace casi dos meses a la ANI- le imputaron cargos por los delitos de tráfico de influencias, uso de información privilegiada, abuso de la función pública, amenaza a testigo y falso testimonio. No aceptó. Las pruebas en su contra, principalmente, se hallaron en el celular que le incautaron a Otto Bula cuando fue capturado los primeros días de enero. Encontraron una serie de pantallazos de conversaciones de WhatsApp entre varias personas. Entre ellas, Luis Fernando Andrade, el expresidente de Odebrecht en Colombia Eleuberto Martorelli, Ñoño Elías, Juan Sebastián Correa y una persona no identificada que aparecía con el nombre NN.

Para los investigadores, lo que sucedió fue que Correa asumió un rol que su función pública no le permitía: convertirse en informante de Otto Bula y en un intermediario de Odebrecht ante la ANI para conseguir información relevante. Además, la Fiscalía precisó que Correa le mintió a la Procuraduría y a la Fiscalía en sus declaraciones, que sirvió a los intereses del Ñoño Elías para lograr que Luis Fernando Andrade asistiera a su casa a reuniones y que intentó impedir que el excontratista de la ANI, Harvey Carrascal, les contará a las autoridades sobre un almuerzo al que asistió en 2015 al que lo invitó Correa y en el que estaba Otto Bula.

El celular de Bula

Los investigadores realizaron un análisis link, los cuales consisten en revisar las llamadas que se hacen desde un teléfono celular. Los investigadores cogieron las líneas de celular de Bula y de Correa, y descubrieron que entre enero de 2013 y enero de 2017 intercambiaron 1.043 llamadas y hablaron alrededor de 24 horas. Tras identificar los periodos de tiempos en los que se intensificaron las comunicaciones, la Fiscalía concluyó que tenía un propósito especial por conocer el estado de los negocios que manejaba Odecbrecht en la ANI y Cormagdalena. Asimismo, presentaron 16 pantallazos de conversaciones que aparecieron entre las imágenes guardadas en el celular de Otto Bula.

Ahí se lee, supuestamente, que Juan Sebastián Correa habla con NN sobre el manejo que se le está dando en la ANI a los reclamos de la Concesionaria Ruta del Sol, de la que Odebrecht era socio mayoritario, para negociar el pago de sobrecostos en la construcción del tramo Ocaña-Gamarra. Al parecer, Correa dio cifras de los montos que Luis Fernando Andrade, como presidente de la ANI, estaba dispuesto a entregar a Odebrecht. Según la Fiscalía, los chats son la prueba de la información reservada a la ANI que terminó en manos de Bula -a quien se referían como el Gordo-  y supuestamente le sirvió para cobrarle sus servicios a multinacional brasileña.

 

¿Testigo amenazado?

Lo que terminó sucediendo en 2015, fue que la ANI se negó a responder por los sobrecostos y se inició un pleito ante un tribunal de arbitramiento. Sin embargo, para la época en que se negociaban las reclamaciones, la Fiscalía relató que sucedió un episodio particular: un almuerzo entre Otto Bula, Correa y el contratista Harvey Carrascal, quien era el encargado de emitir un concepto frente a las reclamaciones de la ANI. Carrascal le dijo a la Fiscalía que simplemente accedió a una invitación de Juan Sebastián Correa, con quien poco había compartido, y que al llegar al restaurante conoció a Bula.

En ese almuerzo supuestamente se hablaron de “trivialidades” y Correa presentó a Bula como una persona cercana. El excongresista a su vez le dijo a Carrascal que quería ser su amigo, al punto que le dejó paga una cena en ese mismo restaurante para el día siguiente. Sin embargo, Carrascal no fue y sostuvo que nunca le aceptó una invitación a Bula, por lo que Correa le recriminó que debía ofrecer una disculpa, a la que terminó accediendo. El lío vino después, pues el propio contratista declaró ante la Fiscalía que Correa lo llamó a principios de 2017 -durante 2016 nunca hablaron- para enviarle una razón: que renunciara, se callara y que tuviera mucho cuidado con lo que decía a las autoridades y la ANI sobre Bula.

Harvey Carrascal relató que entendió el mensaje como una amenaza, pues terminó por renunciar a la ANI tras 10 años y 4 meses de trabajar con la entidad. Además, que el mismo Correa era vigilante de las reuniones a las que Luis Fernando Andrade lo citó para que explicara los hechos. El pasado 22 de mayo la fiscal del caso solicitó a la Dirección de Protección de la Fiscalía incluir en el programa de protección de testigos a Carrascal. A su vez, la defensa de Correa indicó que no entendía cuál era la prueba de la supuesta amenaza y mucho menos cuál era su relevancia de testigo, pues simplemente había estado en un almuerzo en el que nada se habló sobre Odebrecht y sus reclamaciones.

Las reuniones de Andrade y “Ñoño” Elías

La Fiscalía también hizo énfasis en tres reuniones que sostuvo el presidente de la ANI, Luis Fernando Andrade, con el congresista Ñoño Elías para demostrar que supuestamente el senador utilizó estos encuentros para sacarle información a Andrade y ayudar a Otto Bula. Asimismo, que las reuniones las logró gracias a la gestión de Correa Echeverry y que en ellas Elías presentó, por solicitud de Bula, a directivas de Afa Vías, la empresa portuguesa que compraría las acciones de Odebrecht en Navelena en 2015 y así lograr el cierre financiero del proyecto para recuperar la navegabilidad del Río Magdalena.

La Fiscalía presentó como prueba el interrogatorio que rindió el pasado 21 de febrero Andrade, el cual fue revelado por El Espectador hace casi dos meses. En su declaración, el director de la ANI confirmó los encuentros y explicó que eran reuniones para mantener buenas relaciones con el Congreso y escuchar propuestas de multinacionales que querían invertir en Colombia, como Afa Vías. Asimismo, que la vez que Eleuberto Martorelli estaba en casa del senador Elías para cenar, Andrade le pidió al congresista que le pidiera que se fuera pues no le parecía conveniente hablar con un directivo de Odebrecht sobre los reclamos que le estaban haciendo a la ANI.

Otra de las declaraciones que hizo pública la Fiscalía fue la de Otto Bula, quien no negó su relación con el Ñoño Elías, aunque si negó conocer a Luis Fernando Andrade. Bula relató que él le prestaba su chef al senador para que le cocinara en sus comidas, pero que desconocía los motivos de esos encuentros. Sin embargo, para la Fiscalía la realidad es que esas reuniones eran impulsadas por Otto Bula, para poder obtener información de la ANI y pasársela a Odebrecht. 

Con esta foto, en la que se ve a Otto Bula junto a los congresistas  Bernardo Elías y Edurdo José Tous en un estadio de fútbol en España, la Fiscalía busca demostrar la cercanía de Bula con el Ñoño Elías.

Con esta foto, en la que se ve a Otto Bula junto a los congresistas  Bernardo Elías y Edurdo José Tous en un estadio de fútbol en España, la Fiscalía busca demostrar la cercanía de Bula con el Ñoño Elías.

Las supuestas mentiras de Correa

Para la Fiscalía el testimonio que entregó Juan Sebastián Correa ante la Procuraduría es falso, pues bajo juramento negó tener una relación cercana a Bula, como lo demostraban las llamadas. “Me llamaba y yo siempre le sacaba el cuerpo”, declaró ante el Ministerio Público. Además, supuestamente dijo que nunca se reunió con Bula, contrario a lo que el mismo excongresista ha manifestado y también Andrés Giraldo, el hombre señalado de recibir un millón de dólares a nombre Roberto Prieto. Según Giraldo, fue el mismo Juan Sebastián Correa quien lo llamó para decirle que se reunieran con Bula para hablar de negocios, y que hasta él estuvo presente en ese encuentro, del que poco se habló en la audiencia.

La defensa de Correa sostuvo que la Fiscalía no logró demostrar el supuesto tráfico de influencias en el que incurrió el exasesor de la ANI, pues era una persona de menor rango y no tenía poder para tomar decisiones sobre el caso Odebrecht.  Además, que era un funcionario de menor rango que Luis Fernando Andrade, quien era la persona que debía firmar y decidir todo lo respectivo a los contratos con la constructora brasileña. Finalmente, argumentó que Correa nada tenía que ver con las presiones contra Carrascal y que el miedo de un testigo no puede ser interpretado como una amenaza.

La Fiscalía solicitó medida de aseguramiento en centro carcelario en su contra por posible obstrucción de la justicia, porque supuestamente sigue manteniendo contactos con Bula y puede presionar testigos. Según los fiscales, eso quedó demostrado con el mensaje que le envío a Harvey Carrascal, a quien le dijo que debí reunirse con un emisario de Bula para evitar inconvenientes. Aún se desconoce el nivel de riesgo de Carrascal, oriundo de Ocaña (Santander) y a quien no le han definido si entrará al programa de protección de testigos. La jueza 37 penal municipal de control de garantías suspendió la audiencia para tomar la decisión este viernes.

Por Redacción Judicial

 

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