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La emergencia carcelaria declarada a inicios de la pandemia puso en relieve las problemáticas que, durante años, se hicieron normales en los centros carcelarios. Sin embargo, descongestionar los penales se convirtió en la primera premisa por cumplir. Hasta el momento el virus ha llegado a 31 cárceles del país generando todavía preocupación. No obstante, el Inpec revela que, a la fecha, 2.165 personas se han recuperado de COVID-19.
(En contexto: COVID-19 en las cárceles: hay 1.472 casos, 1.872 recuperados y ocho muertos)
El virus ha afectado no solo a los internos sino a los funcionarios del Inpec encargados de su custodia. De acuerdo con el Inpec, un total de 2.026 presos han dado negativo a las nuevas pruebas luego de que se les diagnosticara la enfermedad y a su vez, 139 funcionarios se curaron. Según el informe presentado por esta entidad, la clave ha estado en la detección del virus y las jornadas de desinfección como plan de contingencia. La entidad señaló que “muchos de los que ya están sanos, están recluidos y otros trabajando en las cárceles de Cali, Villavicencio, Leticia, Cartagena, La Picota, entre otras tantas”.
Durante la emergencia carcelaria, las condiciones precarias y el hacinamiento han puesto en jaque la situación de los penales. La cárcel de Villavicencio, el primer centro de reclusión a donde llegó la COVID-19, tuvo más de 900 casos confirmados. Asimismo, allí el hacinamiento llegaba al 49.4%, según cifras del Inpec para abril. Tres de las cuatro muertes reportadas en las cárceles por la enfermedad correspondieron a internos de este penal. Sin embargo, de acuerdo con las últimas cifras del Inpec, en la cárcel de Villavicencio 913 personas se han recuperado, dejando un saldo de 11 presos aún en observación.
La cárcel de Villahermosa en Cali, una de las más hacinadas del país, tuvo una dramática escalada de casos: de las 312 personas infectadas que se tenían confirmadas a principio de junio, la cifra ascendió a 528 a la mitad del mes, lo que significó 216 nuevos casos de COVID-19 en el penal. Allí las autoridades reportaron 510 personas recuperadas. En este momento, la Cárcel de Espinal (Tolima) es la más crítica. Allí los casos de contagio sobrepasan los 500 y solo 27 personas se han curado.
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La entidad explicó que “luego del trabajo mancomunado que el Ministerio de Justicia y del Derecho y el INPEC han realizado con la Secretaria Distrital de Salud, se ha logrado evitar y prever que muchos (as) de las personas que se encuentran tras las rejas, así como los funcionarios y contratistas que laboran en las mismas sean infectados por este virus”. A pesar de los esfuerzos, la cifra de contagiados por coronavirus en cárceles llega a los 1361, de estos casos, 150 son guardias de custodia y 1.154 son privados de la libertad.
De acuerdo con el Inpec, se han realizado 13.906 pruebas que han sido tomadas en su mayoría a la población carcelaria. Los 10.675 test tomados a los internos han sido orientados de esta manera: 281 mujeres, 10.394 hombres. Por otro lado, 2.624 pruebas han sido practicadas a mujeres funcionarias del Inpec y 607 hombres que trabajan para la entidad. “Para nosotros es de vital importancia garantizar tanto a los funcionarios como a los privados de la libertad, condiciones dignas por esta razón, seguiremos realizando las pruebas que sean necesarias en aras de evitar propagación”, reiteró el Inpec. Asimismo, el instituto indicó que las jornadas de desinfección no se han detenido en las 132 cárceles que hay en el país.