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Una pena de dos años y 4 meses de prisión deberá pagar el exdirector de la selección Colombia femenina sub 17, Didier Luna, dentro del proceso que se adelantó en su contra por la denuncia que Carolina Rozo, entonces fisioterapeuta del equipo, hiciera en su contra por acoso sexual y laboral. El pleito jurídico dio un giro luego que Luna aceptara cargos y llegara a un preacuerdo con la Fiscalía en febrero pasado, por lo que su condena finalmente se dio por el delito de injuria por vía de hecho, que implica una pena menor que el delito de acoso sexual.
En ese sentido, Luna quedará en libertad ya que esta condena es menor a cuatro años, con un periodo de prueba de dos años. Como se recordará, este proceso inició luego que Rozo reportara que Luna era un “pervertido”, que a punta de comentarios morbosos le había generado un mal ambiente laboral y que, cuando ella alzó su voz para que su jefe cambiara esa conducta, Luna se dedicó a hacerle la vida imposible. Él, por su parte, siempre negó esos comportamientos. Aunque el 12 de febrero de 2020 cambio de postura, aceptó cargos y pidió perdón.
(En contexto: “Didier Luna es un pervertido”: Carolina Rozo)
“Pido disculpas a la señorita Carolina si en algún momento sintió que mi comportamiento transgredió su moral. Siempre he procurado basar mis actuaciones en el respeto al otro, especialmente a las mujeres”, dijo Luna. El exdirector técnico fue condenado por el Juzgado 15 del Circuito de Bogotá que también le impuso una multa de 20 salarios mínimos legales vigentes en audiencia virtual realizada este martes.
“Tanto la víctima como el señor Luna eran conscientes de las implicaciones del preacuerdo, debiendo hacer énfasis en que el acusado debía declararse culpable del acoso sexual como en efecto lo hizo a cambio de que la Fiscalía pidiera la condena por (el delito de) injuria por vía de hecho”, leyó el juez. En su determinación, el despacho judicial dejó en claro que hay suficientes evidencias de la responsabilidad de Luna en este caso.
(La intención de Carolina Rozo es desacreditarme: Didier Luna tras denuncia de acoso sexual)
“El acusado Luna, valiéndose de su superioridad, acosó sexualmente durante varios meses física y verbalmente a la señora Carolina Rozo, comportamiento que realizaba con claros fines sexuales no consentidos. La conducta desplegada por el acusado es agravada toda vez que esta persona era el jefe de la víctima, es decir, ejercía una autoridad sobre ella. Incluso, el señor Luna le recargó el trabajo de manera considerable luego que ella no quiso acceder a sus pretensiones sexuales”, dijo el juez.
El despacho judicial dijo que la conducta cometida por Luna fue dolosa, que fue realizada en diferentes lugares y aseguró que en este tipo casos, se hace necesario mandar un mensaje a la sociedad. “Debe considerarse que el sentenciado tenía una posición dominante frente a la víctima que aprovechó para ejercer presión sobre ella para solicitarle favores sexuales, lo que implica una gran intensidad del dolo por parte de Luna y un grave perjuicio para la tranquilidad emocional de la víctima”, dijo el juez.
“Se hace necesario enviar tanto al penado, Luna, como a la comunidad en general un mensaje de repudio total y absoluto al delito de acoso sexual en contra de las mujeres en cualquier escenario en que este se produzca (...) Este juzgado debe hacer un llamado a Luna y a toda la sociedad para eliminar de forma radical el acoso sexual en todo tipo de ambientes (...) La sociedad colombiana y en general los hombres, debemos emprender una verdadera revolución cultura de aprecio y valoración igualitaria de la mujer en todas las actividades diarias ”, agregó.
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La fisioterapeuta del equipo tricolor, Carolina Rozo, denunció penalmente al director técnico por el acoso no solo sexual sino laboral que sufrieron ella y algunas de las jugadoras de la selección nacional sub -17. La Fiscalía, en la recopilación de pruebas, llegó a la conclusión de que estos sucesos se presentaron entre diciembre de 2017 y marzo de 2018, tiempo en el que Luna se aprovechó de su autoridad, como él mismo acaba de reconocer.
El acoso, dijo el ente investigador, tuvo cinco etapas: Una primera fase en la que en una concentración en 2017, en la que Luna le hizo "cumplidos en el oído, contacto físico abrazándola con intensidad y fuerza hasta que llegó al restaurante del hotel, le tomó el rostro, le tomó el suyo y le intentó dar un beso en la boca", según el escrito de acusación. Una segunda, "mediante asedio en escenario informático por mensajes vía WhatsApp hacia diciembre de 2017 y enero de 2018"; una tercera, durante una concentración en enero de 2018 en la que Luna incluso llegó a advertirle a la fisioterapeuta que "no se descuidara en cuanto la iba a besar".
Ninguno de estos comportamientos fue consentido por Rozo y por eso decidió hacerlos parar, pero eso solo agravó su situación. La cuarta etapa del acoso fue la retaliación: “El escenario fue el Hotel Factory Inn, escenarios reiterados que se ubican entre el 11 de febrero y marzo de 2018, empezando a gritarla, insultarla, a anular su participación en las reuniones, a retirarla del campo y a sobrecargarla laboralmente”, dijo la Fiscalía. Y, por último, la quinta fase fue durante la Copa Suramericana de San Juan, Argentina, en marzo de 2018, en donde Luna sobrecargó a Rozo de trabajo y buscó anular su participación en el campo. Finalmente, Rozo renunció.