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Este martes, un juez especializado de Bogotá, en los términos de Ley 600 (antiguo código de procedimiento penal), condenó a 108 meses de prisión (9 años) a Jaime Rodríguez Mondragón, María Teresa Quazua Espinel, Amparo Arbeláez Pardo, María Fernanda Rodríguez Arbeláez, Juan Miguel Rodríguez Arbeláez, Julio César Muñoz Cortés, Juan Carlos Muñoz Rodríguez y Rafael Guillermo Arjona Alvarado, por el delito de receptación, legalización y ocultamiento de bienes provenientes de actividades ilegales. (En contexto: La reaparición de Miguel Rodríguez Orejuela ante la justicia colombiana).
En Colombia, la Fiscalía adelantó un proceso en contra de los ocho familiares de los excapos del Cartel de Cali, por las presuntas irregularidades que se presentaron en la venta de la empresa Drogas La Rebaja, la cual, pese a la negociación con la justicia norteamericana, habría seguido en poder de estos.
En su momento, los jefes del temido cartel de Cali, Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, llegaron a amasar una fortuna de US$12 mil millones, de acuerdo con estimativos de la DEA. (Le puede interesar: Drogas La Rebaja siempre ha sido de los Rodríguez Orejuela).
En su momento, en el desarrollo de una audiencia virtual, desde Estados Unidos, Miguel Rodríguez Orejuela reconoció que junto con su hermano Gilberto firmaron un convenio con el gobierno de los Estados Unidos para pagar una condena de 30 años de prisión por los delitos de narcotráfico y lavado de activos.
Aclaró que tanto él como su hermano aceptaron el convenio para que no involucraran a sus 28 familiares en nada que tuvieran que ver con su actuar delictivo. El acuerdo también prevé que todos los bienes serán objeto de extinción de dominio, en especial, los adquiridos con dineros provenientes del narcotráfico.
El exjefe del cartel de Cali también aseguró que la Fiscalía General en Colombia colaboró en la confección del acuerdo, pero en ningún momento firmó algún documento.
Según Miguel Rodríguez Orejuela, el compromiso con la justicia de los Estados Unidos era que ninguno de sus familiares entraba a figurar en la llamada Lista Clinton.
Agregó que en ningún momento ni él ni su hermano habían dejado bienes a sus hijos y familiares para convertirlos en testaferros, tampoco para que sus familiares convirtieran en testaferros a los trabajadores de las empresas, como en el caso de Drogas La Rebaja y laboratorios Klesfor .