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Al exsenador Plinio Olano, la Corte Suprema de Justicia lo acusó de tener vínculos con el escándalo de corrupción de Odebrecht. En febrero del año pasado, el alto tribunal ordenó su captura y seis meses después, presentó oficialmente el escrito de acusación en su contra en donde detalló uno a uno los testigos y cargos por los que respondió durante un año de juicio. Sin embargo, hoy este mismo alto tribunal lo absolvió.
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La noticia llegó esta mañana a su sitio de reclusión en Bogotá. Pese a que la Procuraduría había pedido su condena, el alto tribunal decidió absolverlo, teniendo en cuenta que desde el comienzo del juicio, la defensa de Olano señaló que había varias inconsistencias en la acusación que hizo la Corte Suprema, especialmente con lo que testigos dijeron sobre la supuesta participación del exsenador en el entramado de corrupción.
La acusación fue emitida el 13 de agosto de 2018 por la Sala de Instrucción 3 de la Corte, compuesta por la magistrada Patricia Salazar (ponente del caso), José Francisco Acuña Vizcaya y Eugenio Fernández Carlier. En ese documento, de 138 páginas, el alto tribunal recopiló testimonios de personas claves en este escándalo para acusar a Olano de los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho propio y tráfico de influencias de servidor público.
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Según la Fiscalía, el director de la Federación Nacional de Departamentos hacía parte de los buldócer que, de acuerdo con las investigaciones, estaba compuesto por senadores y representantes quienes habrían presionado y recibido sobornos para que Odebrecht se quedara con el contrato de la adición del tramo Ocaña-Gamarra a la Ruta del Sol 2. La Corte explicó en la acusación que, mediante presiones en debates del Congreso, Olano habría beneficiado a la multinacional.
Sin embargo, ninguno de los testigos claves que utilizó la Corte para acusar a Olano, señaló un vínculo directo con el excongresista y los brasileños. Así se lo aclararon a los magistrados en una audiencia en marzo de este año. Gabriel García Morales, por ejemplo, exministro de Transporte y ya condenado en este caso, señaló ante los togados que no le constaba que Olano hubiera intervenido en la adjudicación del contrato e insistió en que el soborno para esa misión solo lo recibió él.
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En la acuasción de la Corte Suprema, que se conoció en agosto del año pasado, el alto tribunal detalló uno a uno los “compromisos ilegales” que habría adquirido Olano, como uno más de los congresistas que habrían sido cooptados por la multinacional para varios trámites: el contrato principal de la Ruta del Sol 2, adjudicado en 2010; el proyecto de concesión vial de la ruta Duitama-Charalá-San Gil; la ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Salitre de Bogotá, y el contrato de adición al proyecto de la Ruta del Sol (el sonado caso Ocaña-Gamarra).
Para acusarlo de ser una ficha más de Odebrecht, la Corte tuvo en cuenta otros testimonios, como el de Luiz Bueno, exdirector de Odebrecht en Colombia; el de Juan Sebastián Correa, funcionario de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI); el de Luis Fernando Andrade, expresidente de la ANI; el de excongresistas vinculados al caso, Otto Bula y Bernando Ñoño Elías, y el del empresario Federico Gaviria, también investigado por el escándalo. Pero con el tiempo, la historia fue cambiando de rumbo.
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El único que se mantuvo con la versión de que Olano era de Odebrecht fue Gaviria. Sin embargo, los abogados del excongresista le explicaro a la Corte una a una las inconsistencias de su testimonio (dio dos versiones diferentes de cómo conoció a Olano, por ejemplo). Sobre el resto de testigos, el exsenador señaló que nadie, ni siquiera Bula ni García Morales que ya confesaron haber sido hombres de Odebrecht, ni el propio Luiz Bueno, quien relató cómo fue que pagó el soborno a García Morales, lo relacionaron con el pago de coimas.
Bueno fue pragmático al respecto: “Tenía muy claro que la única persona con poder para adjudicar la contratación era García Morales, por la posición del director del Inco, por ser el viceministro… no necesitaba de ningún intermediario”. Sobre los argumentos que utilizó la Corte Suprema para acusar a Olano, el Ñoño Elías hizo varias precisiones en su intervención en el juicio pues el alto tribunal escribió en el documento que él había vinculado al exsenador con los brasileños. “Eso es una conclusión que saca quien escribe la acusación”, dijo Elías.
El mismo exsenador Elías cuestionó que solamente un puñado de senadores y empresarios estén presos, que el escándalo se haya quedado en el contexto de qué hicieron los congresistas, con especial énfasis a los de Sahagún (Córdoba), y que la justicia no haya alcanzado todavía a otros exministros y altos exfuncionarios gubernamentales. El exsenador terminó su declaración con esta frase: “En este proceso hemos caído los bobos. Que no paguemos tres lo que hicieron 40”.
Por sus presuntos vínculos con Odebrecht, de los que hoy es absuelto por la Corte Suprema de Justicia, Olano enfrentó un proceso más. El Consejo de Estado decretó le declaró muerte políticas por esas supuestas relaciones ilegales con los brasileños. En julio de este año el alto tribunal confirmó esa decisión, sin que estuviera en firme la decisión que se conoce hoy por parte de la Corte Suprema.