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La Fiscalía General, en conjunto con Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y peritos de laboratorios farmacéuticos, decomisaron más de una tonelada y media de medicamentos falsos y descompuestos que pretendían salir al mercado nacional. Esta mercancía, según el ente investigador, superaría los $1.000 millones. (Le podría interesar: Sistema de salud dejará de financiar estos 44 productos, procedimientos y medicamentos)
Entre los medicamentos se encuentran antibióticos, analgésicos, anticonceptivos, diuréticos, antihipertensivos, tratamientos oncológicos, leche para recién nacidos, sueros, dispositivos y medicinas para enfermedades como neumonía, bronquitis, infecciones oftalmológicas, afecciones en la piel, problemas hormonales, entre otras patologías. La mercancía quedó decomisada para ser sometida a inspecciones y después será destruida.
La Fiscalía realizó 29 allanamientos en Medellín e Ipiales. En estos sitios, con el apoyo del Ejército, capturaron 18 personas que harían parte de esta organización que aparentemente se dedicaba a la falsificación y contrabando de medicamentos. Estas personas tendrán que responder por los delitos de concierto para delinquir, corrupción de medicamentos, ilícita explotación comercial y usurpación de derechos de propiedad intelectual. (Lea también: Invima aprobó 24 nuevos medicamentos en el 2017)
Los integrantes de esta organización, aseguró la Fiscalía, vendían los medicamentos a droguerías o distribuidores que se encargaban de exhibirlas en dispensarios y centros de salud. Los productos eran obtenidos a través tres modalidades. La primera consistía en ingresar las medicinas ilegalmente al país desde Venezuela y Ecuador y, según la investigación, al cruzar la frontera eran recibidos por un grupo de personas que se encargaba de empaquetarlos y camuflarlos en encomiendas que eran transportadas en buses de servicio público hasta Medellín.
Estas personas igualmente modificaban los empaques, borraban las fechas expiración y fabricación, así como los nombres y características del medicamento para remarcarlos con nueva información para venderlos como nuevos. La segunda modalidad, de acuerdo con la Fiscalía, era la falsificación de las cajas de los medicamentos para dar apariencia del producto que vendía. Y, por último, esta red le habría pedido a empleados de varias EPS que les facilitaba medicamentos de uso exclusivo. (Le sugerimos: Estos fueron los cinco medicamentos más prescritos por fuera del Plan de Beneficios en el 2017)
“Esta actuación ilegal representaría una defraudación a los recursos que el Estado provee para la atención de los afiliados, en el entendido que las medicinas eran comercializadas por una organización ilegal”, preciso la Fiscalía que dijo además que la venta de medicamentos se coordinaba telefónicamente y las entregas se realizaban a domicilio. Los precios de los medicamentos falsos, según la investigación, eran los mismos que los originales para no generar sospechas.
Asimismo, la Fiscalía confirmó que en las diligencias fueron incautados $200 millones en efectivo que corresponderían a las ganancias por la venta de estos productos ilícitos y confirmó, por otro lado, que estas investigaciones continuarán para detectar a otras personas que podrían estar involucrados a este negocio.