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El 6 de noviembre de 1985 es una fecha que quedará marcada en la historia de Colombia por los estragos que dejó el holocausto del Palacio de Justicia. Por coincidencia, ese día comenzaba el octogonal final del fútbol colombiano, una Liga que tenía como favorito a Millonarios: Funes y el Guajiro Iguarán comandaban un equipo al que los títulos se le habían hecho esquivos. Se enfrentaba al Unión Magdalena con algunos nombres conocidos: Gamero y Radamel. Ese partido de fútbol perdura en la memoria colectiva de los colombianos. Hasta hoy la versión no oficial señala que fue utilizado para distraer al país mientras el Palacio de Justicia ardía y con él la posibilidad de un acuerdo de paz con el M-19.
El Espectador reconstruyó esa día y habló con sus protagonistas. Tres décadas después de estos hechos la pregunta sigue rondando la memoria del país: ¿Quién ordenó que se transmitiera por televisión ese partido de fútbol, mientras a una cuadra de la casa de Nariño, en plena Plaza de Bolívar, el Ejército y la guerrilla libraban una guerra a muerte que dejó casi 100 víctimas mortales y 12 personas desaparecidas?
Las versiones sobre esta decisión siguen dividiendo a los colombianos, pero todavía no es claro quién ordenó transmitir el evento deportivo. Sin embargo, periódicos de la época le atribuyen a la ministra de Comunicaciones de la época, Noemí Sanín, la autoría de una comedida carta invitando a los medios de comunicación a callarse.
También puede ver el documental “El día que el fútbol ocultó el holocausto” en YouTube. Algunos de los jugadores de la época, la ministra de Comunicaciones, Noemí Sanín, y René Guarín, hermano de Cristina del Pilar Guarín, una de las desaparecidas, recuerdan aquel fatídico día de esta manera.