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Ya son aproximadamente 400 los integrantes que actualmente conforman el frente primero, el grupo de disidencia más grande que dejó la exguerrilla de las Farc. Así lo aseguró el centro de investigación y análisis InSight Crime. Hasta el momento, las zonas en las que interviene este grupo armado ilegal son los departamentos de Guaviare, Vaupés, Meta y Vichada. Y su principal objetivo ha sido controlar las rutas de narcotráfico y las rentas criminales.
En el informe presentado por InSight Crime, Néstor Gregorio Fernández, alias Iván Mordisco; Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, y Géner García Molina, alias Jhon 40, fueron identificados como los principales comandantes del frente primero. La decisión de no acogerse al proceso de paz que se firmó entre la guerrilla y el gobierno nacional, se conoció desde julio del año 2016, cuando el mismo grupo fue quien informó ala Mesa de Conversación en La Habana que no se desmovilizaría. Para el momento, contaban con 150 hombres aproximadamente.
“Hemos decidido no desmovilizarnos, continuaremos la lucha por la toma del poder por el pueblo y para el pueblo; independientemente de la decisión que tomen el resto de integrantes de la organización guerrillera. Respetamos la decisión de quienes desistan de la lucha armada, dejen las armas y se reincorporen a la vida civil, no los consideramos nuestros enemigos”, señaló el grupo en la carta que enviaron a los negociadores de las Farc en la que les informaron que se retiraban del proceso.
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El informe de InSight Crime también señaló que el frente primero sería la principal organización dentro de varios frentes que también se han consolidado como disidencias. Los otros grupos disidentes con los que tendría alianzas son los frentes 14, 17, 40, 27, 44, 43, 42, 7 y 16. De igual forma, el centro de investigación señaló que, hasta el momento, las autoridades han podido registrar ciertas alianzas con otras bandas delictivas que operan en la zona, tales como Los Urabeños, con quienes negocian las rentas criminales, la extorsión y las rutas de narcotráfico.
“Esta disidencia será la que marque la pauta criminal en el sur del país, fortaleciendo el control de los cultivos de coca y el tráfico de cocaína. Además, se seguirá transformando en una organización con características más narcotraficantes, perdiendo a su vez los rasgos políticos que tenía cuando era parte de las Farc. Así mismo, se cree que fortalecerá las alianzas con los grupos disidentes de Meta y Caquetá, y que seguirá aumentando su pie de fuerza”, señalo InSight Crime.
El frente primero, así como los otros grupos de disidencia y el surgimiento de bandas de crimen organizado, han generado un panorama de desequilibrio en algunas zonas del país. Así como lo señaló la Fiscalía, en uno de los últimos informes presentados con relación al asesinato de líderes sociales, luego de la desmovilización de la exguerrilla de las Farc se incrementó el fortalecimiento de las organizaciones delincuenciales al servicio del narcotráfico, grupos que buscaron el control de las zonas liberadas por la exguerrilla.
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Mientras se sigue recolectando más información sobre el frente primero, para el centro de investigación InSight Crime, las relaciones que este grupo ha generado con la comunidad han sido muestras de su estrategia para seguir mostrándose como una guerrilla ideológica y no solo con un interés delincuencial.