El testigo que involucra a “Julián Bolívar” con Los 12 Apóstoles

El exparamilitar Olguán de Jesús Agudelo Betancur reiteró que el exjefe paramilitar había sido parte de Los 12 Apóstoles, lo cual él niega.

Redacción Judicial
06 de febrero de 2018 - 02:00 a. m.
Alias “Julián Bolívar” estuvo ocho años en prisión por Justicia y Paz y quedó libre en mayo de 2015. / Cristian Garavito - El Espectador
Alias “Julián Bolívar” estuvo ocho años en prisión por Justicia y Paz y quedó libre en mayo de 2015. / Cristian Garavito - El Espectador
Foto: Cristian Garavito / El Espectador

La primera semana de testimonios en el caso del ganadero Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, terminó bastante agitada. El mayor (r) Juan Carlos Rodríguez, más conocido con el alias de Zeus, aseguró que el exfiscal Luis Gustavo Moreno le había revelado que el proceso de Uribe Vélez era un “montaje” de la Fiscalía de Eduardo Montealegre. El defensor de Moreno, Pedro Aguilar, le dijo a este diario que tal versión era falsa. Alexánder Amaya, un expolicía que denunció a Uribe desde 1996, llegó al estrado judicial sin memoria. Pero no todos los testigos fueron refutados u olvidadizos: el exparamilitar Olguán de Jesús Agudelo Betancur sí declaró.

Sus palabras eran esperadas porque él es uno de los paramilitares que pertenecieron a Los 12 Apóstoles. Está privado de la libertad desde el año 2000, ya cumplió una condena por paramilitarismo y homicidio y paga una sentencia de 16 años por extorsión. Agudelo fue de Los 12 Apóstoles “como patrullero, no mando”, aclaró él mismo, y contó que llegó al grupo armado por un ganadero de nombre Juan Fernando Ruiz. Admitió que nunca trató con Santiago Uribe, pero sí dijo que lo vio cuando asistió a una reunión en una finca llamada Moravia, ubicada en los Llanos de Cuivá: “En El Alto de Rocío, en la carretera a mano izquierda, viajando para Medellín, a 10 o 15 minutos a pie, está la finca”.

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Agudelo Betancur declaró que él no estuvo dentro de la reunión, pero contó que prestó seguridad en un anillo “más o menos a 10 metros de la casa”, desde donde vio a los asistentes. Entre ellos, resalta el nombre de Rodrigo Pérez Alzate, quien llegó a ser uno de los jefes paramilitares más poderosos de las Auc. Betancur habló de “Álvaro Vázquez; el Mono Rojas; Mauricio Piedrahíta, de nombre Carlos Alberto Piedrahíta Zabala, pero su chapa era Mauricio; Rodrigo Pérez Alzate, a quien le dicen Julián Bolívar; Aníbal Ruiz y Santiago Uribe”. Y detalló: “nosotros estábamos con armas y de camuflado, ellos llegaron de civil”.

Sobre Santiago Uribe Vélez, Agudelo Betancur dio una referencia de oídas: señaló que su comandante, Mauricio Piedrahíta, le contó que el ganadero no estaba de acuerdo con la mezcla de narcotráfico y paramilitarismo, lo cual, dijo, preocupó a algunos integrantes de Los 12 Apóstoles. A Julián Bolívar, Agudelo Betancur lo ubicó en tiempo y espacio: aseguró que empezó a ir a la zona, norte de Antioquia desde 1990, pero que a Los 12 Apóstoles se había unido hacia 1994. Con él, según dejó ver Agudelo Betancur, el contacto era más directo: “Hasta donde decía Rodrigo Pérez Alzate –no lo llamaban Julián Bolívar en esa época–, Santiago Uribe era el comandante del grupo”.

Ante el juez del caso, Olguán de Jesús Agudelo Betancur siguió contando lo que conoció. Dijo que en 1995 hubo otra reunión en la finca La Carolina, pero que a ella no asistió Santiago Uribe, y que Mauricio Piedrahíta sólo les informó que “las cosas se ponían feas para el grupo”. En esa reunión habrían estado los mismos que en la de un año atrás, y fue claro en volver a incluir a Julián Bolívar. Habló de que cuando la Fiscalía de Medellín llegaba a Yarumal, a ellos los escondían en la base militar Marconi. Agregó que “también se ocultaban en las fincas La Marranera, Las Palmas de Álvaro Vázquez, La Montañita de los Díaz, El Tabón de Tamayo” y que operaban en los potreros de la finca El Buen Suceso.

Esta última, dice, junto a La Carolina y La Marranera, “eran las bases o centros de comunicaciones. De esto nos enteramos porque Piedrahíta decía que cuando sucedía algo, tenía que comunicarlo en La Carolina, La Marranera o El Buen Suceso con los comandos mayores”. La Carolina es propiedad de la familia Uribe.

En su testimonio también dijo que cuando se quedaban en esa finca, el Ejército sabía que los paramilitares estaban ahí, pero no les decían nada. Que a Camilo Barrientos, el hombre por cuyo homicidio está hoy en juicio Santiago Uribe, le “dio de baja” la organización porque decían que era colaborador de la guerrilla y que la tarea se la dieron a alias Tolima, que era uno de los comandantes urbanos de Los 12 Apóstoles. A Tolima, relató Agudelo Betancur, lo mató después la misma organización. De Mauricio Piedrahíta informó que había desertado del grupo paramilitar en 1998, porque Carlos Castaño lo declaró objetivo militar, y se había ido para el lado de Macaco, donde se convirtió en el comandante David. Dijo que está libre.

Finalmente, Olguan Agudelo dijo que en la presidencia de Álvaro Uribe le mandó una carta al mandatario para decirle que estaba dispuesto a decir la verdad. “Eso fue por agosto de 2008 [...] yo le informé de lo que sabía”. Agudelo dijo que luego lo visitó un “antiguo DAS”, pero que no volvió a saber de él. Y luego agregó que cuando Álvaro Uribe era gobernador de Antioquia, “fue a una reunión un sábado en Yarumal y se reunió con Álvaro Vázquez, Mauricio Piedrahíta y Rodrigo Pérez Alzate”. A ese encuentro, afirmó el exparamilitar, él y sus compañeros le prestaron seguridad.

El nombre de Agudelo Betancur adquirió mucha relevancia el 11 de noviembre de 2017, cuando el periodista Daniel Coronell emitió una alerta en su cuenta de Twitter en la que pedía protección para él. Entonces se conoció que a Agudelo supuestamente lo iban a asesinar para evitar su testimonio. Santiago Uribe Vélez, por su parte, ha señalado desde siempre que él no participó en ningún grupo paramilitar, mucho menos liderándolo; que no conoció a Camilo Barrientos, el supuesto colaborador de la guerrilla que habría asesinado y por el cual está en juicio, y que, sin lugar a dudas, es inocente.

Por Redacción Judicial

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