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El tormento que afronta la madre de Juliana López

Los hermanos de Nubia Sarrazola, madre de Juliana López Sarrazola, le piden que siga trabajando para que se distraiga. Ella no come, casi no duerme y busca por todos lados recursos para viajar a China y poder ver a su hija.

Redacción Judicial
30 de julio de 2015 - 03:36 a. m.
Juliana López, la joven detenida en China desde el pasado 18 de julio, y su mamá Nubia Sarrazola. / Instagram de Juliana López
Juliana López, la joven detenida en China desde el pasado 18 de julio, y su mamá Nubia Sarrazola. / Instagram de Juliana López

Quizá China se convierta en el primer destino internacional que pise Nubia Sarrazola, quien por cuenta de la tragedia de su hija está adelantando un proceso contra reloj para obtener el pasaporte, la visa, un abogado y un traductor. Nubia nunca ha salido del país, pero su hija lo ha hecho varias veces: su familia insiste en que ninguno de sus viajes fue para algo ilegal. Hace unos años viajó a Panamá y el año pasado se dio la oportunidad de ir al otro lado del mundo, en ambas ocasiones para traer mercancía y venderla en Colombia. Entre sus compañeros de trabajo y de universidad tuvo suficientes clientes para los productos que trajo. Por eso, cuenta su familia, viajó nuevamente hasta el gigante asiático.

Nubia Sarrazola no sabía muy bien cuántas horas hay de diferencia entre Colombia y China, y menos cuánto podría tardarse Juliana en tener una conexión para comunicarse con ella y avisarle que ya había llegado. Sin embargo, dos días después del último reporte que recibió desde Francia, se preocupó por no tener ninguna señal de su hija, ni llamadas, ni mensajes a través de redes sociales. Primero fue a la Fiscalía, luego se comunicó con la Cancillería y finalmente con la Embajada de Colombia en China. El 21 de julio le confirmaron que Juliana había sido detenida por, supuestamente, llevar droga dentro de un computador portátil, el mismo que su familia dice no puede pertenecer a ella, porque el suyo lo dejó en la casa.

“Estamos agobiados”, declaran los familiares de Juliana López dos días después de que el país conociera la noticia de su detención en Guangzhou, Cantón (China). Los comentarios, las hipótesis y las teorías sobre lo que pudo haber sucedido el pasado 18 de julio vienen y van y la familia se sumerge en un mar de llamadas de conocidos, amigos y medios de comunicación que impiden que la tragedia pueda asumirse con un mínimo de calma. David Muñoz, esposo de Olga Sarrazola, tía de Juliana, asumió la vocería de la familia.

Muñoz sabe que contar con el apoyo de los medios en este momento es importante para darle visibilidad al caso. También lo es explicar sus razones para mitigar las especulaciones y conseguir el respaldo de todos los allegados que quieran aportar para que Nubia Sarrazola se embarque en un vuelo que la lleve a China y contrate un abogado que acompañe el proceso jurídico de su hija. Aun así insiste en lo desgastante que está siendo sobrellevar tanta tensión, principalmente para su cuñada, quien ha pensado también en vender su casa para financiar parte de los gastos jurídicos.

La mamá de la joven, que hace parte del equipo Las Divas del Fútbol, presenta un programa de música en el canal local CNC y está terminando su pregrado en contaduría, optó por guardar silencio. Quiere escuchar de la boca de su hija, o por lo menos a través de una carta, la versión precisa de por qué, según ha dicho la policía china, se encontró droga en su equipaje. Nubia Sarrazola lleva diez días dándole vueltas al caso, no cree en la responsabilidad de Juliana en el delito que se le atribuye. “Está muy consternada, no duerme bien, no come, se siente incapacitada”, explica David. Su cuñada se mortifica cada vez que piensa o escucha algo sobre la severidad de la justicia china en la aplicación de penas relacionadas con tráfico de drogas.

Carlos Mario López, el papá de Juliana, viajó a Medellín inmediatamente fue confirmada la noticia. Estuvo toda la semana en la ciudad preguntando, consultando, indagando qué se puede hacer. La respuesta que encontró es que “esto va a tardar”. La cónsul Juliana Ortega, desde China, les ha explicado que pueden pasar meses antes de que puedan visitar o hablar por teléfono con Juliana. Carlos Mario regresó a su residencia, por fuera de Medellín, porque tiene que seguir trabajando. Según David Muñoz, Nubia, que es vendedora, también está trabajando algunas horas del día, pues sus hermanos le piden que lo haga para distraer la mente.

Ayer se conoció que Juan Esteban Marín fue detenido en China dos días después de Juliana y por los mismos motivos. Pero, contrario a lo que ha pasado con el caso de la joven modelo, la familia del joven no quiere pronunciarse sobre su situación. Amigos de Juliana han dicho que Marín, estudiante de relaciones internacionales en la misma universidad de ella (San Buenaventura) en Bello (Antioquia), es su exnovio. Sin embargo, lo único confirmado hasta ahora es que un ciudadano colombiano con ese nombre también fue detenido en China y que la Cancillería está realizando el mismo acompañamiento a la familia, que a propósito, ha pedido total discreción.

Por Redacción Judicial

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