Esta mañana, poco antes de las 10, la Unidad Nacional de Protección (UNP) lanzó una alerta: "Fue secuestrado en Suárez, Cauca, el compañero Fabián Eduardo Rivera, quien hace parte del esquema de seguridad del señor Bernardo Ciclos". El desenlace del plagio, acaba de notificar la misma entidad, fue el peor de todos. Rivera fue asesinado.
Con esta noticia, y luego de trascender que a lo largo de este 2 de noviembre se han presentado fuertes enfrentamientos entre el Ejército y hombres de la columna móvil Dagoberto Ramos (de disidencias de las Farc), Cauca vuelve a amanecer convulsionada. Una situación compleja y bastante difícil de manejar, tras la masacre de nueve personas esta semana.
Primero fue el martes 29 de octubre: cinco personas, incluida una gobernadora indígena e integrandes de la guardia indígena, fueron acribillados después de haber evitado el secuestro de dos personas en Tacueyó, zona rural del municipio de Toribío. El jueves vino un segundo hallazgo escabroso: cuatro hombres asesinados cuyos cadáveres fueron dejados en Corinto.
Los enfrentamientos de esta mañana se registraron desde las 7:00 en zona rural de Corinto, justamente el municipio que fue escenario de la segunda masacre que se cometió esta semana en Cauca. Los combates obligaron a unas 300 familias a permanecer en confinamiento, pues sus casas quedaron en medio del fuego cruzado.
“Son operaciones que estamos adelantando contra la estructura Dagoberto Ramos. Estamos haciendo unas maniobras y verificando la situación en esa zona de Corinto", le dijo a Blu Radio el general Wilson Chawez, comandante de la Tercera División del Ejército, cuya sede está en Cali (Valle del Cauca).
Sobre el escolta asesinado, el director de la UNP, Pablo Elías González, se pronunció: