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“No es ningún despropósito afirmar que Santiago Uribe Vélez, a través de Pedro Manuel Benavides, ha intentado controlar testigos como (Juan Carlos) Meneses o sobornarlos, como el caso de (Alexander de Jesús) Amaya”. Esa es otra de las conclusiones de la Fiscalía en el documento de 277 páginas, conocido por este diario, en el cual sustentó por qué ordenaba el arresto de Santiago Uribe Vélez, que se efectuó el pasado 29 de febrero en Medellín. El ganadero, hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, está siendo investigado por supuesto patrocinio del grupo paramilitar Los 12 Apóstoles en el Norte de Antioquia en los años 90, y por homicidio.
“(Un intendente) me llamó y me dijo que el coronel Benavides quería hablar conmigo, inclusive me lo pasó”, señaló Alexander Amaya, un exagente de la Policía que fue escolta del mayor (r) Juan Carlos Meneses. Según Alexander Amaya, el coronel retirado Pedro Manuel Benavides le dijo que conocía a un abogado que podía asesorarlo en su entrega pues, para esa época, Amaya ya planeaba presentarse ante las autoridades. Amaya, aseguró la Fiscalía, está condenado por el asesinato de Camilo Barrientos Durán, un conductor de bus de Yarumal (Norte de Antioquia) que fue acribillado el 24 de febrero de 1994.
Por ser uno más de los crímenes sistemáticos contra la población civil que habrían perpetrado Los 12 Apóstoles, la Fiscalía declaró imprescriptible el homicidio de Camilo Barrientos Durán. Ese es, justamente, el homicidio por el que está siendo investigado Santiago Uribe Vélez. “El análisis probatorio permite inferir que Santiago Uribe Vélez, copropietario de la hacienda La Carolina, en verdad, de manera consciente y voluntaria, organizó y promovió un grupo armado ilegal que operó en Yarumal y los municipios vecinos, el cual, con su conocimiento y participación, perpetró el homicidio de Camilo Barrientos Durán”, asegura la Fiscalía.
La relación del coronel (r) Pedro Manuel Benavides con esta historia es que, presuntamente, apoyó las actividades de Los 12 Apóstoles como comandante de Policía de Yarumal. Cuando salió de ese cargo, su sucesor en 1994 fue Juan Carlos Meneses, hoy principal testigo de la Fiscalía contra Santiago Uribe Vélez.
Para la defensa de Santiago Uribe Vélez, es un absurdo que la Fiscalía tenga en cuenta ahora el testimonio de Alexander Amaya cuando, en los años 90, la misma Fiscalía lo había descartado por “peligroso y nada creíble”. El abogado defensor de Santiago Uribe Vélez, Jaime Granados, lo ha calificado de “falso testigo”; ha asegurado que sus declaraciones son “falaces”; y ha resaltado que la última vez que declaró en la Fiscalía, el 22 de abril de 2014, él no tuvo la oportunidad de contrainterrogarlo “y por esa vía ejercer el derecho a la defensa”.
Alexander Amaya declaró por primera vez ante la Fiscalía el 9 de agosto de 1996, bajo reserva, identificado como “el número 001”. Desde entonces viene asegurando que Santiago Uribe Vélez y el grupo paramilitar Los 12 Apóstoles se reunían en la hacienda La Carolina, en donde se hablaba incluso de la financiación de ese grupo ilegal. Volvió a declarar el 22 de marzo de 2000 en la Dirección Seccional de Fiscalías Especializadas de Medellín y el 20 de noviembre de 2013, cuando rindió indagatoria por el asesinato de Camilo Barrientos. Al final, la Fiscalía levantó la reserva de su identidad.
La Fiscalía misma ha aceptado que el testigo ha tenido “ciertas incongruencias entre las distintas versiones”. Pero, al mismo tiempo, sostiene que sus declaraciones han sido “consistentes, convergentes y creíbles”. La defensa, por su parte, insiste en que es un testigo mentiroso y “de oídas”. Para Santiago Uribe Vélez, en general, todo el proceso en su contra se trata de un complot orquestado para afectar a su hermano, el expresidente Álvaro Uribe.