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La masacre de la familia Turbay Cote: un capítulo sin verdad ni justicia

Este capítulo de violencia ocurrido hace dos décadas en el Caquetá está hoy bajo estudio en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP). Junto a Diego Turbay Cote, fue asesinada su madre Inés Cote y cuatro acompañantes más.

Cortesía del Diario del Caquetá
29 de diciembre de 2020 - 07:52 p. m.
Diego Turbay Cote y su madre Inés Cote de Turbay fueron asesinados hace 20 años por hombres del Frente 14 de las Farc. / Foto: tomada de Twitter de @luciabastidasu
Diego Turbay Cote y su madre Inés Cote de Turbay fueron asesinados hace 20 años por hombres del Frente 14 de las Farc. / Foto: tomada de Twitter de @luciabastidasu
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Hace 20 años, en la mañana del 29 de diciembre de 2000, se consumó uno de los hechos de violencia de mayor impacto en la historia del Caquetá. En el sitio La Gallera, en la vía hacia el municipio de Puerto Rico, hombres del Frente 14 de las Farc detuvieron una caravana de tres vehículos en la que se movilizaba el presidente de la Comisión de Paz de la Cámara, Diego Turbay Cote y, minutos después, el congresista fue asesinado junto a su madre y cinco acompañantes más.

Este hecho se produjo en momentos en que, a pocos kilómetros del lugar, la guerrilla de las Farc adelantaba diálogos de paz con el gobierno de Andrés Pastrana. Hoy se recuerda que, cuando la caravana fue detenida, confiado en la situación imperante en la región y en el país, Diego Turbay Cote dijo a sus acompañantes: “Tranquilos muchachos, yo soy el presidente de la Comisión de Paz de la Cámara”. Sin embargo, sin discusiones, los guerrilleros procedieron a asesinarlo.

Constanza Turbay Cote, su hermana, quien tuvo que vivir varios años en el exilio en Suiza, recuerda que la necropsia de su hermano Diego constató que recibió 57 impactos de bala. También murieron en la execrable acción, su madre Inés Cote de Turbay, el arquitecto Jaime Peña Cabrera, Edwin Angarita, Mail Bejarano, Dagoberto Samboní y el conductor Rafael Ocasiones. Dos personas más resultaron heridas en un suceso que causó revuelo nacional por la gravedad de lo sucedido y su contexto político. (Lea también: Farc prometen devolver la hacienda de los Turbay Cote)

El recuerdo de estos hechos todavía ensombrece a Colombia y convoca la memoria de los caqueteños. Por esta razón, no solo se recuerda hoy lo que significó Diego Turbay Cote para el Caquetá, sino que también se reconocen los efectos que tuvo esa agresión para la guerra, como un atroz acontecimiento de raíces políticas. Se sabe que en la actualidad es un episodio priorizado en la Justicia Especial de Paz (JEP), y que las Farc han pedido perdón por el error cometido hace 20 años.

Sin embargo, de alguna manera la historia del Caquetá está ligada a la familia Turbay. Desde los tiempos del líder político Hernando Turbay Turbay, de la misma familia del expresidente Julio César Turbay, quien echó raíces en la región en su hacienda Guacamayas, en San Vicente del Caguán. Durante largo tiempo, mientras la guerra se expandió por el departamento, Turbay representó el liderazgo liberal con vocería permanente en el Congreso y un muro de contención a la expansión de las Farc. Tras su retiro, entró a la escena política su hijo Rodrigo Turbay Cote.

Sin embargo, cuando éste lo hizo, después de la constituyente de 1991, ya el Caquetá era territorio abierto para la guerra. El 16 de junio de 1995, Rodrigo Turbay fue secuestrado por el Frente 15 de las Farc. Dos años después, tras un penoso cautiverio en el que la guerrilla fue renuente a cualquier opción de libertad, apareció muerto en el caserío Cristales de Cartagena del Chairá, el 3 de mayo de 1997. Sin mayores explicaciones, las Farc se limitaron a decir que se había ahogado en el río Caguán. (Le puede interesar: Detalles de los casos que la Corte Suprema le entregó a la JEP)

Este suceso precipitó que su hermano Diego Tiurbay Cote, que se había formado en Bélgica y tenía una carrera promisoria en el mundo económico, entrara a la política para regentar el legado de la familia Turbay. Aunque perdió en su aspiración a la alcaldía de Florencia, en 1998 fue electo representante a la Cámara y, gracias a su activo liderazgo y carisma personal, rápidamente cobró protagonismo frente a las perspectivas de paz de la era Pastrana, razón por la que entró a presidir la Comisión de Paz.

“Fue un hombre inteligente que desarrollaba una importante tarea política cuando lo asesinaron”, comentó el congresista Plinio Olano. El exfiscal y exprocurador Alfonso Gómez Méndez, manifestó que bien pudo haberse quedado en Europa, pero regresó por su compromiso con el país, y después promovió la paz desde el poder legislativo, con lo que eso significaba en momentos de tensión política y de guerra, a pesar de la existencia de una zona desmilitarizada de distensión para negociar.

Además de una Eucaristía en Florencia para recordarlo, el Directorio Liberal del Caquetá rindió homenaje a su memoria exaltando sus condiciones, su liderazgo, y sus buenas ideas para favorecer a las regiones de la Colombia profunda. En esa reconstrucción de evocaciones y memoria, se exaltó, por ejemplo, que regiones como Solita, Solano o Cartagena del Chairá, tuvieron en un proyecto de Diego Turbay para favorecer las zonas no interconectadas en materia energética, su manera de entrar en el progreso. (Noticia relacionada: Condenan al responsable del asesinato del congresista Turbay Cote)

Como sucede en tantos otros episodios de la vida nacional enmarcados en el horror de la violencia, nuevamente se exalta el perdón como el aporte de unos y otros para pasar la página. Pero la familia Turbay, sus amigos y conocidos, y quienes conocieron el entorno directo de Diego Turbay, saben que hace 20 años las Farc impunemente cercenaron vidas sin piedad alguna, y que el capítulo del exterminio del turbayismo en el Caquetá está por escribirse y deberá ser mencionado en la Comisión de la Verdad.

Por Cortesía del Diario del Caquetá

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Luís(5356)30 de diciembre de 2020 - 08:39 a. m.
Quienes por décadas permitieron el crecimiento de los terroristas desde patraña viejo,luego la corrupción por ser gamonal ladrón y ahora la impunidad a tanta barbarie,es una película de de terror
pablo(19382)30 de diciembre de 2020 - 02:55 a. m.
Los sicópatas de las farcs asesinaron a esta familia y ahora piden perdon por el error; secuestraron y asesinaron a los 11 diputados del valle y tambien piden perdon por el error, volaron el club El Nogal y tambien piden perdon por el error y la santa JEP acepta el perdon y cuenta nueva. Los cuerpos de estas personas ocupando lotes en los cementerios y sus asesinos ocupando curules en el congreso
  • Luís(5356)30 de diciembre de 2020 - 08:40 a. m.
    La JEP.es una entidad creada para dar impunidad y gastar 400mil millones al año
UJUD(9371)30 de diciembre de 2020 - 12:22 a. m.
La locura de cualquier guerra, si ya reconocieron que se equivocaron y pidieron perdón, ahora que la JEP se pronuncie.
Carlos(362)29 de diciembre de 2020 - 09:27 p. m.
Hoy se dan golpes de pecho algunos familiares pero Colombia entera vio a la loca esa de nombre Constanza Turbay Cote dandose un abrazo muy fuerte con alias FABIAN RAMIREZ el que masacro al hermano y la mamá. Me imagino que fue dandole las gracias por tan cruel acto terrorista. Esa tonta piensa que esas bestias de la farc tienen corazon. Cuando esas hienas lo unico que tienen es maldad. Pudrase
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