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Las palabras del empresario Federico Gaviria sobre el escándalo Odebrecht se sumaron a las versiones de los demás señalados. Luego de haber sido capturado en julio de este año, busca beneficios con la justicia y es por eso que ha comenzado a destapar posibles cartas que no se habían tenido en cuenta antes para atar los cabos de los posibles involucrados.
Una de estas fue la del grupo denominado en el escándalo como ‘los Buldócer’, es decir, el grupo de congresistas entre los que se encontrarían Armando Benedetti, Antonio Guerra, Musa Besaile, Bernardo ‘Ñoño’ Elías y Álvaro Ashton. Esta semana la Fiscalía compulsó copias para que la Corte Suprema investigue al grupo, que como dijo el testimonio de Federico Gaviria publicado por EL TIEMPO, “le puso Luiz Bueno el nombre de ‘los Buldócer’, un poco describiendo la característica que esta máquina tiene: lo que aparezca lo tumba”.
(En contexto: Fiscalía pide a la Corte investigar a Armando Benedetti por el escándalo de Odebrecht)
Como contexto se tiene el acuerdo que firmó Odebrecht en 2012 de establidad jurídica para no someterse a la reforma tributaria que estaba a punto de entrar en vigencia y regirse por los términos acordados originalmente en 2010. En el testimonio, se narra cómo el entonces presidente de la firma brasilera se habría contactado con Federico Gaviria para exigirle un acuerdo antes del 31 de diciembre de ese año (2012): “Cuando se definieron las condiciones económicas para hacer dicha gestión, quedó pactado un valor de dos millones de dólares para el grupo de senadores gestionados por Otto Bula; quinientos mil dólares para el señor Bula y quinientos mil dólares para mí (...). Odebrecht se comprometió a pagar en enero, máximo febrero del 2013, dicha gestión”.
Dicha operación quedó en el aire con el cambio en la presidencia de Odebrecht a Eleuberto Martorelli, quien según el testigo “recibe la presión del grupo ‘los Buldócer’, liderado por el señor Otto Bula, para que se efectúe el pago por la gestión”. El plan mencionado por Federico Gaviria consistió en hacer giros por no más de 300.000 mientras que el senador Otto Bula “con su grupo de senadores, buscó cuáles empresas podrían ayudarle a recibir dichos recursos en Panamá”, señaló Gaviria, y dio los nombres de las empresas”.
(Lea también: La relación de Federico Gaviria con Odebrecht)
Posterior a esto y con la Ruta del Sol II entre los ojos de la firma brasilera, el testimonio de Federico Gaviria aseguró: “En el primer trimestre del año 2013, el señor Bula y su grupo de senadores amigos le enviaron diferentes razones al señor Martorelli para ofrecer la gestión de ellos para acelerar la adición de Ocaña- Gamarra (...). Inicialmente el señor Martorelli no quiso abrir esa puerta, pero al cabo de poco tiempo prácticamente no tuvo otra opción”, señaló tras afirmar que Martorelli “ofreció el uno por ciento del valor de la obra y Otto pedía el cinco por ciento, esto se concretó en el 4 por ciento del valor de la obra”.
Una de las declaraciones de Federico Gaviria que llaman la atención se concentra en el hecho que Otto Bula se habría vendido como un experto en este tipo de operaciones, por lo que “no era la primera vez que lo hacía”.