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Este lunes continuaron las actuaciones que adelanta la Fiscalía para desenmarañar la madeja en que se ha convertido la investigación por el homicidio del ganadero Fernando Cepeda, ocurrido en 2003. Mientras la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe Silvia Gette asistió a audiencia preparatoria en el proceso que enfrenta por soborno, María Paulina Ceballos, la esposa de Cepeda, rindió indagatoria por las recientes declaraciones de exparamilitares que la señalan como autora intelectual del asesinato y de un supuesto montaje para incriminar a Gette.
Detrás de las idas y venidas del caso se encuentran las declaraciones de varios desmovilizados del frente José Pablo Díaz del bloque Norte de las autodefensas, que han señalado a distintas personas como responsables del asesinato, lo que ha terminado en la apertura de nuevas investigaciones por soborno, falso testimonio y fraude procesal. Dos grupos de ‘exparas’ se encuentran enfrentados en este polémico expediente. Por un lado, Édgar Fierro Flores, alias ‘Don Antonio’, y Jhonnys Acosta Garizábalo, alias ‘28’, quienes declararon que este último y otros miembros del bloque se reunieron con Gette para concertar el crimen y que fue ella quien pagó $150 millones por el homicidio de Fernando Cepeda.
Más tarde, ‘Don Antonio’ denunció que el abogado Arcadio Martínez Pumarejo le había ofrecido $1.000 millones para “sembrar una duda” sobre la participación de Gette y para declarar que Abelardo de la Espriella, el abogado de María Paulina Ceballos, había intentado sobornarlo para que enlodara a la exrectora. Fue así como se concertó una cita con Martínez para que, mientras se aprestaba a entregarle $250 millones a ‘Don Antonio’ a través de terceros, pudiera ser capturado en flagrancia por agentes del CTI. Esa situación le produjo nuevos enredos judiciales a Gette, a quien la Fiscalía le imputó el delito de soborno.
A este grupo se sumaron las declaraciones de los desmovilizados Rafael Velilla Delgado, alias el ‘Costeño’, que reconoció ser el autor material del asesinato de Fernando Cepeda. Según él, asistió a la reunión en la que Gette, acompañada de Juan Carlos Rada, jefe de seguridad de la Uniautónoma, les manifestó al paramilitar Pedro Soler Vellojín, conocido como ‘Aguas’, y a Jorge Palacios, abogado de paramilitares, que estaba interesada en asesinar a Cepeda. Además, Velilla y José Gelvez, alias el ‘Canoso’, declararon que el desmovilizado Rafael Julio Peña, alias ‘Chiqui’, les había ofrecido dinero, personalmente y a través de intermediarios, para desviar la investigación a favor de Gette.
Hasta ahí todo parecía oscuro para la argentina, también señalada como responsable de múltiples irregularidades en el manejo de las finanzas de la Uniautónoma. Sin embargo, un segundo grupo de ‘exparas’ le lanzó un salvavidas que hoy promete sacarla de prisión. El 15 de enero de este año, la investigadora de la Fiscalía Martha Lucía Pinilla reveló en un informe que recibió una “llamada del señor Rafael Julio Peña, alias ‘Chiqui’, que me indico que Eliécer Remón Orozco alias ‘Cochebala’ y Sergio Barrios alias ‘El Zaya’ tenían interés en ser escuchados por el Despacho Fiscal que adelanta la instrucción, que estas personas habían pertenecido al frente José Pablo Díaz y que se encontraban recluidos en la Cárcel Nacional Modelo de Barranquilla”.
En su declaración ante la Fiscalía, los dos desmovilizados dijeron que la responsable del homicidio no era Silvia Gette, sino María Paulina Ceballos. En igual sentido declaró Emiro Orozco Jiménez, que refirió haber pertenecido al mismo frente de las Auc. Según él, De la Espriella se había reunido con el ‘Costeño’ antes del homicidio de Cepeda para armar un complot contra Gette. Además, dijo que en una oportunidad había visto al ‘Costeño’ hablando con Ceballos y que, cuando le preguntó a ese exparamilitar por la relación que sostenía con esa mujer, este le habría respondido: “No preguntes más que te vas a ganar un pepazo”.
Pero el testimonio que quizá ha despertado más controversia es el del ‘Canoso’ que, aunque inicialmente dijo que querían sobornarlo para que ayudara a Gette, se retractó más tarde y aseguró que ‘Aguas’ tenía una relación sentimental con Ceballos para la época del crimen y que ese había sido el móvil del asesinato de Cepeda. Reveló, además, que había faltado a la verdad porque ‘Don Antonio’ lo había “amenazado”. A esa red de señalamientos se suma que las declaraciones de los desmovilizados son, en apariencia, inconsistentes, lo que ha contribuido a enredar cada vez más la investigación. Por ahora, el ente acusador continúa avanzando en las diligencias, al tiempo que de parte y parte persisten las acusaciones sobre presuntas “fuerzas oscuras” que intentan entorpecer el esclarecimiento de la verdad.