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El cartel de la toga estalló con conversaciones que la agencia estadounidense DEA reveló entre el exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons; el exjefe de la unidad anticorrupción de la Fiscalía, Gustavo Moreno, y su mano derecha, el abogado Leonardo Pinilla. Lo que no sabían sus interlocutores, que hablaron a rienda suelta de sobornos y favores judiciales en la Corte Suprema de Justicia, es que Lyons estaba colaborando con la justicia de Estados Unidos. Por estos hechos Pinilla tenía un proceso pendiente en Colombia, pero este 30 de marzo fue condenado.
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Aunque ya había sido condenado en Estados Unidos por lavado de activos, Pinilla tenía pendiente en Colombia responder por su rol en el entramado de sobornos que ya salpica a exmagistrados, abogados y exfiscales, entre otros. Por eso, tras cumplir su pena en el país norteamericano fue deportado y recapturado por la justicia de nuestro país en mayo del año pasado, cuando ya tenía negociado un principio de oportunidad con la Fiscalía. Fue, con base en ese principio de oportunidad que este lunes el juez 47 penal de conocimiento de Bogotá lo condenó a cuatro años de cárcel.
La audiencia se realizó de manera virtual, por la pandemia del coronavirus que tiene cerradas la atención presencial en los juzgados. Pero con ella, se sella finalmente la colaboración de Pinilla en todas las pesquisas que adelanta el ente investigador por el cartel de la toga. Su versión es clave, se ha dicho judicialmente, por la cercanía que tenía con el exfiscal Moreno. Sin embargo, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá había tumbado el primer preacuerdo que firmó con la Fiscalía en noviembre de 2019, porque consideraba que Pinilla debió ser procesado como “autor” del delito y no como “interviniente”.
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Pinilla se dio a conocer porque inició su carrera litigando en diversos procesos que le confió Moreno cuando dejó su oficina privada para entrar a la Fiscalía. El monteriano estudió en la Universidad Sergio Arboleda, tiene 34 años y actualmente se encuentra detenido en la cárcel La Picota, al sur de Bogotá, desde que llegó a Colombia. Aunque inicialmente estaba recluido en la casa fiscal de la prisión, aduciendo razones de seguridad, fue trasladado a una celda del mismo penal luego de que en un operativo el Inpec encontrara en esa vivienda licor, celulares, computadores y otros elementos prohibidos.
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En los audios que reveló la DEA se escucha cómo Pinilla le exigió dinero al exgobernador Lyons, para beneficiarlo en las investigaciones que adelantaba la Fiscalía en su contra por los múltiples hechos de corrupción que hubo en su administración. Desde antes de ser condenado, el abogado cordobés se ha dedicado a encender el ventilador: ha hablado en contra del exmagistrado Francisco Ricaurte, en contra de políticos investigados por el cartel de la hemofilia, contra el abogado Luis Ignacio Lyons y el exsenador Musa Besaile, entre otras figuras salpicadas en este escándalo.