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El presidente de la República, Juan Manuel Santos, firmó en las últimas horas la extradición a Estados Unidos del esmeraldero Pedro Nel Rincón Castillo, alias Pedro Orejas, detenido el pasado 17 de octubre de 2017 por el delito de tráfico de narcóticos, tras el pedido de extradición solicitado por una Corte del Distrito Sur de Florida. (Le podría interesar: Justicia de EE.UU. pide en extradición a 'Pedro Orejas' y a otros cuatro esmeralderos)
En este caso, la Corte Suprema ya había emitido un concepto favorable. En su decisión, citó el testimonio de uno de los colaboradores del esmeraldero quien dijo que “(Rincón Castillo) era el líder de la organización traficante de cocaína, que incluía a Omar Josué Rincón Castillo, Gilberto Rincón Castillo, Triana Romero y Nieto Molina”. Igualmente, existen otros declarantes y hechos que dan cuenta de que Rincón, además de exportar narcóticos, contaba con sus propios laboratorios. (Lea: El 'Pekinés' y la guerra verde)
Pedro Orejas fue detenido junto con un primo en 2016, señalados de ser los autores del homicidio de Julio Rincón Pinilla, un escolta de la familia Rincón Castillo. La investigación señala que, en mayo de 2014, en la mina de esmeraldas conocida como La Pita, ubicada en Maripí (Boyacá), el escolta Julio Rincón recibió varios disparos. Su cuerpo fue hallado tres días después en el puente del río Piache de Zulia, entre los municipios boyacenses de Pauna y Maripí. (Lea también: Corte Suprema dio luz verde a la extradición de “Pedro Orejas”)
Por estos hechos, Pedro Nel Rincón paga una condena en Colombia, lo que otorga la facultad de aplazar la entrega a las autoridades estadounidenses. Sin embargo, el Gobierno precisó: “en atención a la discrecionalidad que establece la normatividad mencionada para decidir sobre el momento de la entrega de la persona requerida, no considera procedente diferir o aplazar la entrega del ciudadano colombiano Pedro Nel Rincón Castillo, con ocasión de la condena que le falta por cumplir y por el contrario, ordenará que se lleve a cabo la misma”. Es decir, las horas del esmeraldero en Colombia están contadas. (Le sugerimos: La pesadilla de la guerra verde)