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En la tarde de hoy, el senador cordobés Musa Besaile y su abogado defensor, el exdirector del CTI Julián Quintana, se presentaron en el búnker de la Fiscalía, en el occidente de Bogotá, para radicar una denuncia contra el exfiscal Luis Gustavo Moreno. "Era un extorsionista profesional", dijo ayer Besaile sobre el exfiscal cuando, por primera vez en medios de comunicación, admitió que él había pagado $2.000 millones para evitar su captura en relación con el proceso de parapolítica que cursa en la Corte Suprema.
"Acutando en representación del senador de la República Musa Besaile Fayad, me permito interponer denuncia en contra del abogado Luis Gustavo Moreno Rivera por el delito de extorsión agravada (...) no sin antes aclarar que la presente denuncia se interpone a raíz de que hoy en día consideramos como defensa que existen las garantías para que se investiguen con total imparcialidad, objetividad y libres de presiones e influencias los hechos donde el abogado Moreno extorsionó a mi representado", dice el documento, radicado por Julián Quintana.
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Desde 2007, la Corte Suprema abrió una indagación preliminar contra Besaile por parapolítica. En nueve años largos, el caso no ha avanzado en ninguna dirección: ni se ha convertido en investigación formal ni se ha archivado por falta de pruebas. La versión que Besaile dio, no solo en medios sino ante la propia Corte Suprema este martes, es que Francisco Ricaurte le presentó a Gustavo Moreno como el abogado ideal para llevar su caso por parapolítica. Y, luego, que Moreno lo buscó hasta decirle que, si pagaba $6.000 millones, su "papá" (José Leonidas Bustos) evitaría su captura.
Besaile aceptó haber pagado un soborno de miles de millones de pesos para que se tomara una decisión a su favor en el expediente. Y, finalmente, él todavía no tiene ninguna investigación formal abierta. Ahora, su estrategia de defensa es que él fue víctima de una extorsión a gran escala. Y así lo explica: "Mi cliente decidió no acudir a los organismos competentes para ponerlos al tanto de estos hechos ya que las personas presuntamente involucradas eran los magistrados Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte (...) tenían influencias y poder en la Corte Suprema de Justicia".
Y no sólo en la Corte. Según la denuncia, tanto Bustos como Ricaurte tenían injerencia en la Fiscalía, la Cámara de Representantes y la Procuraduría. Por ello, dicen Besaile y su abogado, una denuncia contra Moreno en esa época (año 2015) "no tendría credibilidad ni transparencia, ya que es íntimo amigo no solamente de estos dos magistrados sino además de personas muy influyentes dentro de las mismas entidades ya mencionadas".
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En la denuncia se lee que Moreno "presionó, intimidó, atemorizó" Besaile "en varias oportunidades con el objetivo de que no se hiciera efectiva una orden de captura en su contra. Moreno argumentaba que tenía muy buenas relaciones en la Corte Suprema de Justicia, especialmente con el magistrado Leonidas Bustos. Así las cosas, Moreno le exige a mi cliente la suma de seis mil millones de pesos, después le exigió la suma de cuatro mil millones de pesos y finalmente la suma de dos mil millones de pesos".
Según el relato de la denuncia, las presiones de Moreno comenzaron en marzo de 2014 y culminaron hacia Semana Santa de 2015, cuando ya había sido capturado el congresista conservador Julio Manzur por una investigación por parapolítica. Manzur le contó a este diario que Moreno lo buscó desde antes de ser arrestado para "ofrecer sus servicios", oferta que él declinó. Para terminar, Besaile adjuntó la versión libre de este episodio que entregó en la Corte Suprema, la cual continuará el próximo martes.