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Este jueves 30 de enero, la Corte Suprema de Justicia sorprendió con una decisión que, se temía, iba a demorar mucho más en llegar: la elección del fiscal general. Al escoger a Francisco Barbosa como sucesor de Néstor Humberto Martínez, la Corte demostró que a pesar de su quórum apretado (apenas hay 16 magistrados de los 23 que debería haber) puede tomar determinaciones de grueso calibre. “Es el mensaje que la Corte le envía a toda la sociedad y los estamentos que organizan al Estado colombiano: estamos cumpliendo y seguiremos en esa tónica”, señaló el magistrado José Francisco Acuña.
La semana pasada, al no poder ponerse de acuerdo para escoger a su presidente, el alto tribunal optó por nombrar a Acuña como vocero encargado mientras tanto. Por eso, hoy, fue él quien salió a hablar a los medios de comunicación tras conocerse la elección de Barbosa, quien derrotó a sus contrincantes Camilo Gómez –director de la Agencia para la Defensa Jurídica del Estado– y Clara María González –secretaria jurídica de Casa de Nariño– con 16 votos a favor. Es decir, por unanimidad, pues, precisamente por ese quórum apretado, no había de otra.
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Los reporteros quisieron saber cómo logró la Corte el consenso para escoger a Barbosa. Así respondió Acuña: “El principio fundamental de todo nuestro trabajo se basa en la comunicación (…) siguiendo la teoría de los sistemas comunicativos pues nosotros somos un sistema de comunicación y nos comunicamos para el entendimiento. Siempre que haya comunicación se llegará a algún entendimiento. Si la comunicación se rompe, no hay comunicación. Eso fue lo que se hizo, lo que estamos haciendo y lo que vamos a continuar haciendo: comunicándonos, hablando, llegando a un entendimiento”.
Acuña se adelantó a la pregunta que, evidentemente, venía: ¿está la Corte tan mal por dentro como han reportado ciertos diarios y revistas? El magistrado señaló: “Hay muchas cosas que se dicen, pero entiendan ustedes que son hipótesis, que son de pronto uniones de algunos puntos sueltos que se van tejiendo. Hemos demostrado y vamos a seguir demostrando que no es tal la situación interna como se plantea en algunos escenarios externos. Tengan la seguridad (de) que son las circunstancias de datos aislados que se van tejiendo y salen hipótesis. Pero es eso”.
¿Cuándo llenará la Sala Plena las siete vacantes que tiene? ¿Cuándo designará a su nuevo presidente y vicepresidente? Para el magistrado Acuña, “el tiempo no existe”. De esa forma les contestó a los periodistas, luego de manifestar que deseaba que hubiera presidente en propiedad lo más pronto posible: “En cuanto a tiempos, yo soy de una filosofía: que el tiempo no existe. Existen las dialécticas y las acciones hasta que den resultados, y eso ha avanzado. Estamos esperando que esos resultados se den en términos muy prontos”.
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La rueda de prensa no fue el espacio para saber qué hará la Corte si llega el 27 de febrero y las vacantes pendientes no han sido resueltas, pues ese día termina el periodo del magistrado Ariel Salazar y, automáticamente, la Corte se queda sin quórum. Con 15 togados no se puede tomar ninguna decisión, el reglamento exige que sean 16 como mínimo. Una periodista preguntó si acaso se llenarían algunas de esas plazas antes del 27 de febrero, a lo que Acuña respondió: “No me entendiste que el tiempo no existe, pero si me preguntan que si antes del 27 de febrero, para mí ojalá”.
El próximo jueves volverá a haber Sala Plena. Allí, se supone, los magistrados tratarán otra vez de elegir a sus nuevos colegas. “Todos estamos trabajando para eso, pero tampoco vamos a ponernos a una carrera desesperada, si no es tal día, no es la catástrofe”, indicó el magistrado Acuña, quien dejó saber que aún no es seguro que se hagan Salas Plenas extraordinarias de aquí al retiro de Salazar. “Si dejamos un poco de libertad, que vayan las salas especializadas, ojalá se reúnan fuera y compartan en otros entornos que no sean los expedientes y estos cuartos cerrados, pues yo creo que se puede llegar a algo”.
“Los que no se eligieron”, dijo Acuña en referencia a los demás candidatos a fiscal general, “no era porque no (tuvieran) las calidades ni porque no fuesen aptos para el desempeño, sino que de tres salió uno elegido”. Con esas palabras explicó por qué Barbosa resultó escogido por encima de sus contendores. Y agregó luego: “Vamos a responder como la institución que somos, como parte del Estado. Lo dije en Sala Plena y lo digo a ustedes: no va a haber catástrofe, no va a haber crisis irremediables (…) Estén seguros (de) que nosotros, Corte Suprema, vamos a nombrar los magistrados”.